Capaces de (casi) todo
Lejos, muy lejos, del “Y Péguele Fuerte” -casi naif a esta altura- de hace casi cuatro décadas, la ex petrolera estatal se nos ha puesto ecológica, optimista y comprometida. Es que la gente de Repsol YPF, por intermedio de Y&R Madrid, ha alumbrado un institucional de una corrección política de manual. Inventemos el futuro , también conocido como “Tatuajes”, es un canto a la esperanza y a la responsabilidad frente al futuro del planeta, que parece que es lo que más les/nos importa.Más allá de alguna semejanza en el recurso con algún que otro vídeo y el fuerte esteticismo visual de la propuesta, el eslabón más débil del comercial es su verosimilitud. No tanto en el sentido de que sea verdadero como en el de que pueda creerse.Una petrolera hablando de su preocupación por proteger el futuro del planeta es más o menos como un dictador hablando del respeto irrestricto de la Constitución. Y no porque no les importe el planeta –todo puede ser-, sino porque toda la historia del negocio del petróleo está plagada de señales en sentido contrario.Asimismo, no menos discutible es que, por haber sido capaces de inventar la rueda, los barcos y la imprenta; el teléfono, la penicilina y el abecedario; de hacer catedrales, pirámides y aviones, de descubrir el fuego y de llegar a la luna, entre otros logros, seamos capaces de proteger lo que más nos importa. Porque al mismo tiempo que “hicimos” todo eso, también fuimos capaces de inventar las armas, la bomba atómica y los campos de concentración; la tortura, la esclavitud y la Inquisición; y de provocar el Sida, el efecto invernadero y la hambruna; los genocidios, la contaminación y la pobreza, entre otros “logros”, claro.
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