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domingo, 20 de julio de 2008

la sociedad de consumo no tiene ningun limite


el vice, en la calle, la web y los negocios
Cobosmanía, nuevo fenómeno rentable
Desde la madrugada del jueves 17, cuando Julio César Cleto Cobos debió desempatar la votación de la Resolución 125 en el Senado, blogs, sitios de Internet y los medios de comunicación no dejaron de referirse a él. Al llegar a su provincia, quienes lo esperaban habían improvisado carteles, afiches y leyendas en pecheras para agasajarlo. Ese mismo día, Gonzalo Domínguez, ingeniero en informática, ideó una serie de remeras con las frases del vicepresidente en el cierre de la dramática votación. Hasta ayer había vendido más de 550. “La historia me juzgará”, la más solicitada.
Por Franco Ruiz

Modelos. Domínguez, en la puerta de su fábrica en Lomas de Zamora, posando ayer con sus creaciones. Ya facturó más de $ 15 mil. Su producto tuvo 13.000 visitas en Internet.
Dijo “no”. Se subió a su automóvil y fue recorriendo, en una suerte de “vía crucis”, las ciudades y los pueblos situados en el trayecto que une la Capital Federal y Mendoza, donde el vicepresidente Julio Cobos vive junto a su familia. Al pasar por cada pueblo, cientos de manifestantes lo aplaudían, al grito de “héroe”, con carteles gigantes con su rostro, y arengas políticas. La “Cobosmanía” se había desatado.
Hasta Diego Armando Maradona llamó a Cobos para felicitarlo. “Estoy orgulloso de ser argentino”, le habría dicho el ídolo.
Pero la “Cobosmanía” no sólo se vivió en las calles y rutas del país por donde pasó el “huracán” Cobos. El fenómeno también se hizo presente en Internet, a través de blogs, fotologs y foros de discusión. “Demostró una entereza que sorprendió a mucha gente. Cobos, querido, el pueblo está contigo”, decía uno de los cientos de comentarios aparecidos en los foros de Internet.
A escasas horas de terminado el debate en el Senado, Gonzalo Domínguez, de 28 años, que vive en Lomas de Zamora y es ingeniero en informática, pensó en aprovechar que su padre tiene una fábrica de estampado para mandar a hacer remeras con las frases más sobresalientes del discurso de Cobos.
“Yo no me interesaba por la política. Pero me quedé viendo el debate toda la madrugada y pensé que era un buen momento para interesarme en ella. Yo creía que Cobos nunca iba a votar en contra del Gobierno, pero cuando dijo: ‘Que la historia me juzgue’, ahí pensé que era posible que votase en contra”, expresó Domínguez, el creador de las ingeniosas remeras que ya son un éxito de ventas en Internet. “Cada frase que pronunciaba Cobos me quedaba grabada”, confió Domínguez a PERFIL.
A las 9 de la mañana del jueves, con apenas cuatro horas de sueño, Domínguez salió de su casa para ir a trabajar. Intentó meterse en la rutina laboral, pero no pudo. “A las 13, lo llamé a mi viejo y le dije que teníamos que hacer unas remeras con las frases de Cobos”, afirmó Domínguez.
A las 14, los estampados estaban en marcha. Domínguez ideó seis diseños distintos con las frases: “No puedo acompañar, y esto no significa que esté traicionando a nadie”; “La historia me juzgará”; “Mi corazón dice otra cosa”; “Mi voto no es positivo”; “Es uno de los momentos más difíciles de mi vida”; y “Gracias Cobos”.
Terminadas las primeras remeras, a Domínguez se le ocurrió poner un aviso publicitario en un sitio de internet de compra y venta. A las 18, se habían vendido 15 remeras. “Alrededor de las 19 fui al cine a ver Batman (¡malísima!), y cuando salí tenía 45 llamadas perdidas en mi celular, de gente que quería comprar las remeras”, se asombró Domínguez.
Al cierre de esta edición, Domínguez llevaba vendidas más de 550 remeras, a 30 pesos cada una, y su producto contaba con más de 13 mil visitas en Internet. Rápido de reflejos, Domínguez ya planea lanzar un séptimo modelo, con la leyenda: “No pienso renunciar”.
Y tras el éxito de las remeras de Domínguez, apareció la competencia. “Hay otra gente haciendo remeras con frases de Cobos, pero estoy tranquilo, porque no son de tan buena calidad”, aseguró Domínguez.
“Nos llamó un funcionario del Ministerio de Justicia, que quería la remera, y nos pidió que se la mandemos en un sobre, para que no se viera; mucha gente nos compró remeras para enviárselas a amigos suyos, ultrakirchneristas, como chicana; y hasta tuvimos pedidos de argentinos que viven en Hong-Kong, Andorra, Brasil y Londres”, confió Domínguez.
“Cobos demostró que se puede votar con el corazón, sin clientelismo”, afirmó Domínguez, que tras amasar una suma superior a los 15 mil pesos, sostuvo que volvió a creer en la política.
“Creo que Cobos no va a renunciar, a menos que se lo pida la Presidenta”, soltó Domínguez. Y agregó: “Si renuncia, la próxima remera, en vez de tener los huevos para arriba, los va a tener para abajo”.

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