Muestran cómo la publicidad puede imponer ilusiones al hombre
El Museo de Arte Carrillo Gil exhibe su última exposición del año, Los efectos físicos a largo plazo son aún desconocidos, una muestra retrospectiva de diez años de trabajo del artista plástico Benjamín Torres, que reflexiona sobre deseos, pulsiones e ilusiones de la humanidad, inmersa en un mundo dirigido por la publicidad.
A través de escultura, collage, instalación, objet trouvé (objeto encontrado) o revistas intervenidas, que forman un cuerpo de 35 piezas, el artistas hace un análisis sobre las imágenes, que son fundamentales para alimentar el consumismo.
Guillermo Santamarina, curador de la muestra, escribe en el texto de la exposición que la selección de estas obras da cuenta de las reflexiones que el autor se ha planteado, desde hace unos años, sobre la influencia de la publicidad en los deseos y el consumo de la humanidad.
“El proceso artístico y el pensamiento de Benjamín Torres han estado enfrascados en esas nociones y cuestionamientos, desde hace tiempo (…) con consecuentes inyecciones de desazón, para abrir brechas aparentemente bloqueadas de conciencia, de compromiso, y de libre florecimiento de nuestros pulsos sensuales, ha dedicado mucho tiempo compartiéndonos esquemas de sus aspiraciones, ansias, afanes, anhelos, apetitos, pretensiones…”
Benjamín Torres dice que el trabajo que se muestra está basado en dos temas: el cuerpo humano, con todos sus sentidos y recepciones, y la configuración de un mundo.
“En la exposición hay dos temas presentes: por un lado está el cuerpo humano como una interface que nos permite acceder a la realidad; por otro, una interface que nos permite acceder a la configuración de un mundo. Entonces, lo que se puede ver a lo largo de la exposición es la relación entre esas dos características, que deriva en los impulsos y deseos”, explica Torres.
Añade que para esta muestra se hizo una cuidadosa selección, de todo el trabajo que ha producido en los últimos diez años, de tal suerte que se lograra entablar un proceso crítico sobre el discurso del consumismo.
“Guillermo Santamarina y yo entablamos este diálogo, y cuidadosamente elegimos las piezas que debían integrar la muestra, de tal forma que lograra crear el impacto en el espectador sobre el discurso de algo que siempre está presente, pero pocas veces nos detenemos a ver: la influencia publicitaria, el despertar de las pulsiones humanas y el mundo que esto genera”.
De acuerdo con el INBA, uno de los aspectos importantes de la muestra es el valor que el artista le da a la información, a través del acopio, recodificación y análisis de las imágenes como concepto, teoría y realidad visual.
“En ocasiones con un pronunciamiento crítico sobre el poder de la publicidad; en otros casos ofreciendo un tributo al collage dada (plataforma de juego en los significados de lo observable, lo comprensible, la incordia de clases y el cachondeo erótico); y en otros ejemplos, activándose como una proclamación urgente lanzada al mundo”.
Benjamín Torres, artista que ha estado con sus exposiciones en diversas instituciones del país, así como en Europa y Japón, dice que para el siguiente año no tiene ningún proyecto de hacer exposiciones, luego de que en 2013 hiciera tres individuales, sin embargo, apunta que el trabajo de producción es constante.
Los efectos físicos a largo plazo son aún desconocidos estará en el Museo de Arte Carrillo Gil hasta el 16 de febrero de 2014. Avenida Revolución número 1608, colonia San Ángel. Horarios: de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Admisión: 15 pesos.
A través de escultura, collage, instalación, objet trouvé (objeto encontrado) o revistas intervenidas, que forman un cuerpo de 35 piezas, el artistas hace un análisis sobre las imágenes, que son fundamentales para alimentar el consumismo.
Guillermo Santamarina, curador de la muestra, escribe en el texto de la exposición que la selección de estas obras da cuenta de las reflexiones que el autor se ha planteado, desde hace unos años, sobre la influencia de la publicidad en los deseos y el consumo de la humanidad.
“El proceso artístico y el pensamiento de Benjamín Torres han estado enfrascados en esas nociones y cuestionamientos, desde hace tiempo (…) con consecuentes inyecciones de desazón, para abrir brechas aparentemente bloqueadas de conciencia, de compromiso, y de libre florecimiento de nuestros pulsos sensuales, ha dedicado mucho tiempo compartiéndonos esquemas de sus aspiraciones, ansias, afanes, anhelos, apetitos, pretensiones…”
Benjamín Torres dice que el trabajo que se muestra está basado en dos temas: el cuerpo humano, con todos sus sentidos y recepciones, y la configuración de un mundo.
“En la exposición hay dos temas presentes: por un lado está el cuerpo humano como una interface que nos permite acceder a la realidad; por otro, una interface que nos permite acceder a la configuración de un mundo. Entonces, lo que se puede ver a lo largo de la exposición es la relación entre esas dos características, que deriva en los impulsos y deseos”, explica Torres.
Añade que para esta muestra se hizo una cuidadosa selección, de todo el trabajo que ha producido en los últimos diez años, de tal suerte que se lograra entablar un proceso crítico sobre el discurso del consumismo.
“Guillermo Santamarina y yo entablamos este diálogo, y cuidadosamente elegimos las piezas que debían integrar la muestra, de tal forma que lograra crear el impacto en el espectador sobre el discurso de algo que siempre está presente, pero pocas veces nos detenemos a ver: la influencia publicitaria, el despertar de las pulsiones humanas y el mundo que esto genera”.
De acuerdo con el INBA, uno de los aspectos importantes de la muestra es el valor que el artista le da a la información, a través del acopio, recodificación y análisis de las imágenes como concepto, teoría y realidad visual.
“En ocasiones con un pronunciamiento crítico sobre el poder de la publicidad; en otros casos ofreciendo un tributo al collage dada (plataforma de juego en los significados de lo observable, lo comprensible, la incordia de clases y el cachondeo erótico); y en otros ejemplos, activándose como una proclamación urgente lanzada al mundo”.
Benjamín Torres, artista que ha estado con sus exposiciones en diversas instituciones del país, así como en Europa y Japón, dice que para el siguiente año no tiene ningún proyecto de hacer exposiciones, luego de que en 2013 hiciera tres individuales, sin embargo, apunta que el trabajo de producción es constante.
Los efectos físicos a largo plazo son aún desconocidos estará en el Museo de Arte Carrillo Gil hasta el 16 de febrero de 2014. Avenida Revolución número 1608, colonia San Ángel. Horarios: de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Admisión: 15 pesos.
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