La TV emotiva 2012: apuesta al corazón
Mientras se aguarda el gran desembarco, mañana, de ShowMatch, la pantalla chica pone el foco en las historias de vida
Si el año pasado los escándalos y los personajes mediáticos coparon el aire televisivo, el primer semestre de 2012 antes de la llegada de El, de Marcelo Tinelli, parece avanzar en otra dirección. Ahora, el acento está puesto en la emoción, en apuntar de lleno a los lagrimales de los espectadores. Así lo demuestran ciclos como Soñando por cantar (El Trece), Todo es posible , Gracias por venir (ambos de Telefé) y Los unos y los otros (América).
A excepción de Gracias... , los programas nombrados plantean historias de vida "fuertes" y dolorosas, que apuestan por dejar la "enseñanza" (¿moraleja?) que todo puede superarse. Personas con capacidades especiales, enfermos crónicos, ex combatientes de Malvinas y hasta un hijo que fue robado en 1979 ofrecen sus testimonios en un pantalla que busca conmover al espectador al ritmo de la vorágine del rating.Si se miran los nombres de algunos de los participantes de "Bailando por un sueño", que mañana, a las 22.30, comienza en la pantalla de El Trece, se puede inferir -si el rating no afirma lo contrario- que una parte del ciclo se insertará en este continnum de la emotividad.
Una joven patinadora paraolímpica con síndrome de Down (Ayelén Barreiro), un hombre que nació con una sola pierna (Reynaldo Ojeda) y una modelo que logró sobreponerse a un ACV (Verónica Perdomo) bailarán a la par de las mediáticas Andrea Rincón, Floppy Tesouro, Ayelén Paleo y Micaela Breque -actual novia de Andrés Calamaro- y, en el medio de las rencillas de la familia Bal-Barbieri: Carmen, como miembro del jurado, deberá calificar a la supuesta ex amante de su marido, Paleo; a su hijo, Federico Bal, y a su ex y actual compañero de elenco, Beto César.
Ahora, en palabras de Tinelli, dichas el jueves pasado en el programa Más Viviana : "El programa va a tener humor, picardía, polémica y emoción. No quiero encasillarme. Lo que no quiero es que haya agresiones".
Lo que ocurre en la no ficción, también parecería que se extiende al territorio de las tiras y unitarios. Historias que impulsaron lo truculento ( Lobo ) no funcionaron frente a la nostalgia e ingenuidad que plantean Graduados y Dulce amor . Y Condicionados , el unitario centrado en el mundo del porno, con el que El Trece pensaba hacer frente a la telenovela que protagoniza Sebastián Estevanez, bajó más de 5 puntos de rating de una emisión a otra. El miércoles pasado promedió 8,6 unidades.
Como se ve, en la tele nada mejor que unas cuantas lágrimas para sumar audiencia. Sólo es cuestión de hacer zapping.
***Sábado 2 de junio, 22.08, Telefé. "Te vas a subir a un viaje. Vas a pasar por la emoción, por el recuerdo", introduce el conductor de Gracias por venir, Gerardo Rozín, en vivo, el tributo a Sandro. Así, durante una hora, distintos invitados contienen las lágrimas a la hora de recordar al cantante fallecido en 2010. Hasta ese estudio de Telefé llega Olga Garaventa, la viuda del músico.
"Desde el primer momento me di cuenta de que era amor", describe la mujer su relación con Sandro. Julieta Prandi, quien secunda a Rozín en la conducción, se siente identificada y, confiesa en plan ojos acuosos: "Tengo la piel de gallina".
Es tiempo de un video "conmovedor", en el que se muestra una entrevista con Sandro. "Me cuidó -halaga el cantante a Olga- como nunca en mi vida. Sabe aguantar mis rabietas. Me contiene de una manera maravillosa." Mientras esto sucede, en un cuadro más pequeño superpuesto en el video, aparece, en primer plano, Olga. Se nota: hay mesura en su emoción. No llorará, pero estará cerca de hacerlo.
***"Lo que hacemos en el programa es homenajear y agradecer a los artistas, canciones y programas de televisión que sentimos que llevaron humor y mejoraron, en un punto, la calidad de vida de la gente", justifica Rozín a LA NACION el leit motiv del ciclo.
"El programa encaja con una idea que trabaja Telefé: la emoción con valor", explica el auge de este tipo de ciclos. Y reconoce: "Tratamos de buscar la emoción sin el golpe bajo; ése es nuestro desafío".
-¿Cuánto influye el rating a la hora de generar sensaciones?
Le damos importancia al rating minuto a minuto, pero elegimos cuándo hacerlo. Este es un tipo de programa que tiene que construir climas más que minutos.
***Domingo 3, 21.40, Telefé. "En la vida, recuerdo cinco acontecimientos: los días del nacimiento de cada uno de mis cuatro hijos, y la muerte de Rolando", dice Javier Corvalán, un ex combatiente de Malvinas que vio morir a ese soldado. Ahora, 30 años después, busca a los familiares del "colimba" caído para entregarles la campera que le pertenecía. Por eso, está en Todo es posible . Por eso, también llora en el estudio del programa, junto al hermano de Rolando.
"¿Por qué contar esta historia?", se pregunta en vivo Julián Weich, conductor del ciclo. Y se contesta: "Porque una familia completó una historia de vida. Estemos atentos a los sentimientos y a no guardar cosas pendientes".
***Hubo una reunión con el gerente de programación de Telefé, Tomás Yankelevich, a la hora de acercar la idea de Todo es posible . En ese encuentro, que recrea Pablo Muszalski, productor del ciclo y socio de Weich en la productora Win TV, la propuesta fue ésta: "Hacer una tele que rescate valores". El concepto coincidía con un momento, el del regreso del conductor "a la emoción"-según Muszalski-, después de Sorpresa y media (2003).
-¿Qué historias no contarían en el programa? ¿Cuál es el límite a la hora de emocionar?
-Hay determinadas cosas que no van con nuestro programa, como no exponer a alguien que no quiera hacerlo o que esa exposición pueda ser chocante para el televidente.
***Lunes 4, 23.03, El Trece. Jorge Pantaleón Villagra esperaba en el escenario para actuar en Soñando por cantar . La música instrumental, que se usa -abusa- para apelar a la emoción, empieza a sonar. Mariano Iudica lo abraza y lo define como "una persona con una nanita". Unos minutos después, cuando Villagra termina de cantar "Déjame llorar", Iudica concluye: "Hermoso momento de superación". La tribuna entona una suerte de himno del programa: "¡Sí, se puede! ¡Sí, se puede!".
Un dato no menor: el participante con la "nanita" es una persona ciega.
"Es un programa intenso", dice Iudica, como para recordar que también esa noche pasó por el escenario Gustavo Caballero. El hombre volvió a actuar luego de haber sido el único que sobrevivió a un accidente automovilístico en el que murieron todos los integrantes de su grupo de música.
***Miércoles 6, 16.54, América. Cuando Los unos y los otros termine su emisión del día se va a develar un misterio, como el de una novela policial. Por ahora, Andrea Politti, la conductora del envío, tiene un sobre. Adentro hay un estudio de ADN. En él está escrita la mejor noticia que Clara puede tener hoy: ese hombre, el de 33 años, el que está en el estudio, es su hijo. Ese bebe que le arrebataron al nacer en 1979. Cuando escucha que hay un 99,9 por ciento de compatiblidad genética, Politti -como una psicóloga ad hoc- la tiene que contener. Las lágrimas y el dolor de esa mujer son inenarrables; exceden la pantalla y contagian al espectador.
***Mañana, cuando se prendan las cámaras de ShowMatch y aparezca Tinelli, se verá si en la tele aún es un "negocio" el ejercicio de hacer llorar..
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