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viernes, 9 de mayo de 2014

Productos milagro, publicidad, engaño y grandes negocios

Productos milagro, publicidad, engaño y grandes negocios

@EsquivelAnconavie 9 may 2014 06:56
  
 
Los “productos milagro”, gracias al atractivo de poder ser consumidos sin necesidad de prescripción médica,  contar con restricciones legales laxas acerca de su promoción masiva en medios de comunicación como radio y televisión, aunado al relativamente bajo costo de inversión en investigación para su desarrollo, se traducen en grandes ganancias para los industriales de este ramo. 
La industria farmacéutica surgió en México durante la década de los cuarenta del siglo pasado con la convicción de crear medicamentos para prevenir, palear y curar diversas enfermedades; esta industria se desarrolló eficientemente durante cuatro décadas en las cuales contribuyó a mejorar la salud de la población en general. Son embargo, a partir de los años ochenta, la industria de los fármacos se abrió al mercado y comenzó desarrollar la réplica de medicamentos originales, ya que los laboratorios se percataron que en ello contaban con una mayor y más rápida fuente de ingresos.
Los laboratorios farmacéuticos se dieron a la tarea  de desarrollar productos, que en su publicidad exaltaban una o varias cualidades terapéuticas, dirigidas a erradicar males comunes o crónicos. Estos productos, cuya fórmula incluye plantas, nutrientes, insumos sintéticos y otros ingredientes; lanzados al mercado sin que haberse seguido los protocolos de investigación y prueba aplicables al desarrollo de medicamentos y, por ende, sin un claro conocimiento sobre sus efectos en la salud a mediano y largo plazo; ya que en su gran mayoría los consumidores de éstos experimentan efectos farmacológicos, aun cuando no son considerados como medicamentos. Estos fármacos son coloquialmente conocidos como “productos milagro”.
Los “productos milagro”, gracias al atractivo de poder ser consumidos sin necesidad de prescripción médica,  contar con restricciones legales laxas acerca de su promoción masiva en medios de comunicación como radio y televisión, aunado al relativamente bajo costo de inversión en investigación para su desarrollo, se traducen en grandes ganancias para los industriales de este ramo. 
Los llamados “productos milagro” se comercializan en presentaciones diversas tales como pastillas, geles, cremas, parches, inyecciones, jabones, bebidas, entre muchas otras y que sistemáticamente nos son bombardeadas a través de los medios de comunicación masiva en  los que se promete al consumidor remediar milagrosamente males como la obesidad, dolores musculares, acné y otros más.
Actualmente en México  más de 21 mil marcas de productos milagro son comercializadas sin control alguno en farmacias, centros comerciales, supermercados. Se calcula que su publicidad es vista por casi 112 millones de personas en México y 50 millones en Estados Unidos.
La empresa más poderosa en el país para la comercialización de productos milagro es Genomma Lab que preside Rodrigo Herrera Aspra.  Esta compañía reportó ventas en el primer trimestre del presente año por 2,438.2 millones de pesos; lo que representa un aumento del 17 por ciento con respecto al mismo periodo del 2013 y, en este mismo trimestre, la farmacéutica reportó  utilidades, antes de impuestos, del orden 376.4 millones de pesos lo que representa un aumento del 14.1 por ciento con respecto a las utilidades del mismo periodo del año pasado.
Los productos de Genomma Lab (GL), son promocionados de manera indiscriminada y exhaustiva en los medios de comunicación, principalmente en los canales de Televisa de Emilio Azcárraga. GL tiene una relación muy estrecha con la televisora de Azcárraga; el vicepresidente comercial de la empresa farmacéutica es Alejandro Bastón Patiño que es hermano de José Bastón, presidente de Televisión y Contenidos del Grupo Televisa.
En 2009, Televisa y Genomma Lab crearon la empresa Televisa Consumer Products USA  (TCP), con una mayoría de 51 por ciento de la empresa mediática y 49 por ciento de la empresa que dirige  Rodrigo Herrera, esto con el fin de vender y distribuir productos de cuidado personal y medicamentos de libre venta en Estados Unidos y Puerto Rico.
Primer Nivel por tu Salud es una división de Genomma Lab, cuyo objeto es la maquila de más de 300  medicamentos genéricos intercambiables para diversos laboratorios del país y, mediante una feroz campaña publicitaria en diferentes medios de comunicación, sobre todo televisivos, estos fármacos alcanzan niveles de venta muy altos. Lo curioso de este caso estriba en que esos mismos medicamentos maquilados por los mismos laboratorios de Primer Nivel, pero comercializados por otras empresas, tienen precios al consumidor final entre un 15 a un 20 por ciento menor a los precios que vende GL.       
 Genomma Lab no ha estado exenta de problemas debido a su publicidad engañosa que perjudica la economía de los consumidores. Tal es el caso del shampoo Tío Nacho Matizante, que le valió una sanción a su laboratorio fabricante por dos millones treinte y tres mil pesos, impuesta por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), al no poder comprobar los beneficios que, según su publicidad, tenía el producto referido.
Sin embargo, la empresa de Herrara Astra,  no es la única que produce y distribuye productos milagro; existen otras que también recuren a la publicidad engañosa y prometen curar enfermedades milagrosamente. De acuerdo con datos del investigador Jenaro Villamil, “el 80 por ciento de la publicidad de los productos milagros en televisión es acaparado por las empresas GI, CV Directo, Innova, Mercacomer y Marcas de Renombre, las cuales comercializan y anuncian en medios masivos hasta 250 marcas evidentemente fraudulentas”.     
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que actualmente preside Mike Arriola, afirma que los “productos milagro” constituye un riesgo entre la población debido a tres causas principales:
-         Su uso y su consumo
-         Su composición
-         Su publicidad sobre los resultados milagrosos no comprobables que no advierten sobre los riesgos que pueden ocasionar, exageran sus características y propiedades e inducen al error.    
Los riesgos asociados al consumo como medicamentos de estos productos, que no lo son, lejos de curar los males que prometen remediar, pueden provocar el ocultamiento de síntomas y empeorar la condición médica del paciente. 
Los riesgos asociados al desconocimiento de su composición, tienen que ver principalmente con el empleo de ingredientes cuyos efectos son desconocidos ya que, como ya fue referido, no son sometidos a las pruebas clínicas necesarias establecidas por reglamento sanitario. 
La publicidad de los “productos milagro también causan efectos nocivos al consumidor al estar esperanzados en curar sus problemas de salud de un día para otro.
La mayoría de los “medicamentos milagro” no están gravados con el Impuesto al Valor Agregado (IVA), por ser supuestamente medicinas y por otro lado al no ser productos que necesiten receta médica para comprarlos y dada una legislación debil que hay México para publicidad, estos productos se anuncian masivamente ocasionando problemas a los consumidores y grandes ganancias a los industriales del ramo.
La legislación mexicana debe ser más enérgica para normar estos productos milagrosos y que están asociados a los intereses de los productores de éstos y los medios masivos de comunicación. 

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