Niños menores de 13 años invaden la red social Facebook falseando datos
Publicado el 17 de Diciembre de 2011Millones de niños en los Estados Unidos y en todo el mundo ceden al llamado de las redes sociales, pese al límite de 13 años como mínimo que impone Facebook –la más importante globalmente– para inscribirse como usuario.
Solos o con la bendición de sus padres, los menores de 13 años no tienen problema alguno para crearse una cuenta mintiendo sobre su edad.
Los padres por su parte están muy lejos de oponerse: según una investigación de la New York University, el 55% de los progenitores no tiene nada que decir. E incluso el 76% de los consultados dicen haber ayudado a sus hijos a abrir una cuenta en una red social.
El 19% de los padres explica que tiene hijos menores de diez años con cuentas en Facebook. De todas las edades y nacionalidades, es común ver a niños de corta edad compartiendo fotos y comentarios en la célebre red, a veces con cientos de “amigos” que no conocen personalmente.
“Todos sus amiguitos tienen cuenta –comentó un padre de Brooklyn–, ya no se mandan mensajes de correo electrónico. Pero de todos modos tenemos la computadora en una zona de la casa donde siempre uno de los nosotros controla.”
“Me parece que es tonto el límite de 13 años, ya que Internet ahora está por doquier y no creo que Facebook sea algo de lo cual preocuparse”, agregó, al parecer despreocupado de las investigaciones según las cuales las redes sociales inducen -incluso en los adultos- a tomar decisiones conformistas.
Y mientras la tecnología avanza, no sólo se rompen los límites de edad sino otros límites, como el que se impone a la presencia de teléfonos celulares en las aulas.
La ya vieja disputa entre padres, alumnos y docentes tiene un nuevo capítulo en una escuela media de Frisco (Texas), donde se lanzó el programa “trae tu propio aparato” para que los estudiantes lleven consigo su iPhone o teléfono inteligente durante las clases.
Adiós entonces a la obligación de encerrar los celulares bajo llave en los armarios del colegio: ahora podrán –y deberán– llevarlos a clase sin peligro de tener mala nota.
“Los tiempos cambiaron –explicó una docente– y sea un smartphone, una computadora portátil o cualquier otro aparato, nuestros muchachos ya usan la tecnología para hacer búsquedas en casa.”
Pero la escuela de Frisco, como sus alumnos adolescentes, no da puntada sin hilo: así resolvió también el problema de la falta de computadoras, aunque creó una red wi-fi especial que filtra algunos sitios de Internet y prohíbe –esta vez sí– el acceso a las redes sociales. <
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