Las promociones, estrellas navideñas

Estas fiestas se apuesta a los cupones y los descuentos ofrecidos por bancos y shoppings a la hora de regalar

Por Laura Reina | LA NACION

"El año pasado compré los regalos de Navidad en noviembre porque quería evitar la locura de la fecha. Pero terminé pagando más porque no agarré ninguna promoción. Esta vez dejé todo a último momento para ver si aprovecho algún beneficio", comenta Betiana Bustamante, una diseñadora que tiene por delante la maratónica tarea de comprar los regalos de su marido, sus padres y sus tres sobrinos.
Es que están los que primerean a todos. Pero también los que esperan hasta último momento para obtener los mejores descuentos a costa de empujones, y los que navegan por el ciberespacio y pagan el envío, aunque cueste tanto o más que el producto con tal de no pisar ni un solo local del "mundo real". A todos ellos este año se sumaron lo "cuponeros", es decir, los que utilizan cupones de descuento para regalar o regalarse.
Cada vez más, la gente compra pensando en el bolsillo y en los atractivos descuentos que pueden llegar a tener con las tarjetas de su banco. Y también, esperan la famosa "noche de los shoppings", una velada con superdescuentos que es esperada por los compradores tardíos.
Las ofertas de los bancos a través de sus tarjetas y de los shoppings, junto con las empresas de cupones y ventas colectivas, son las estrellas del consumo navideño, según el Informe Sectorial de Consumo Masivo elaborado por la consultora Deloitte. Pero aunque las estrategias de compras para estas Fiestas son muchas, está claro que ninguna es la ideal.
Fernanda Robles optó por comprar todos los regalos navideños por Internet. Sin colas. Sin perder tiempo. Pero sin promociones. "Compré todo en la Web. Es mucho más práctico porque la mayoría te lo mandan a tu casa, así que ni siquiera tenés que ir a buscarlo. Para mí es lo mejor, aunque pierdo las promociones que hay en los locales con la tarjeta", contó Robles.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), los argentinos gastaron en 2010 $ 160 por regalo. Este año, según una encuesta de Mercado Libre, la mayoría gastará entre $ 300 y 600 en obsequios.
Otros apuestan al cupón y los grandes descuentos por el sistema de compras colectivas, la gran novedad de este año. "Se espera que muchos regalos navideños sean comprados aprovechando este sistema, algo que el año pasado casi no existía en el país", según señala el estudio de Deloitte. La estrategia de la compra colectiva tiene la gran ventaja de conseguir cosas a precios muy bajos, pero obliga a estar siempre atento, a riesgo de llegar tarde a las ofertas.
De hecho, un estudio de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) destaca que durante 2011 las ventas por Internet aumentaron el 50%, en parte impulsado por los sitios de compras colectivas, que en muchos casos marcaron el inicio de la compra en Internet para gran cantidad de personas.
Sin embargo, los grandes impulsores del comercio on line siguen siendo los sitios de e-commerce , como Mercado Libre, que vende a razón de dos productos por segundo y tiene 58 millones de personas registradas. Diciembre es el mes de mayores ventas por Internet. Históricamente, el pico se alcanza el 22 de diciembre, a sólo 48 horas de Nochebuena.
Pero esto no es todo. Entre los motores de ventas, aparece por primer año en la Argentina la posibilidad de realizar compras por celular. "Para ello -destaca Deloitte-, algunas compañías pusieron en el mercado aplicaciones de comercio electrónico y compras por Internet, como Mercado Libre, que lanzó la primera aplicación de e-commerce para smartphones, que permite buscar, preguntar y comprar productos por Internet."
Pero así como no existe la estrategia de compra ideal, tampoco existe el regalo perfecto. Porque luego de Nochebuena empezará una nueva cruzada comercial: cambiar los regalos. "Ahora estamos a full por las ventas, eso es bueno. Lo peor empieza el 26, cuando la gente venga a cambiar los regalos que recibió y no le gustaron", se quejó Ramiro, encargado de un local de ropa de Galerías Pacífico.
Pero para eso falta mucho. Por ahora, el árbol espera llenarse de regalos. Por suerte, no le importa de dónde vienen, ni cómo se compraron ni cuánto costaron