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jueves, 17 de octubre de 2013

¿También odian la publicidad en el cine?

¿También odian la publicidad en el cine?


Estado FallidoSusana Moscatel

   
Sé que es un libre mercado y que el nivel de nuestras salas de cine (en ciertos casos) está mejor que en la mayoría de los lugares del mundo, pero el tema de los anuncios antes de que empiece una película cada día está más extremo y ridículo. ¿Cuántas cosas tienes que consumir emocionalmente para ver una película por la que ya pagaste? Evidentemente, desde que cambió hace ya muchos años la regulación que no permitía anuncios comerciales bajo esas circunstancias, el tema se ha ido refinando. ¡Pero chequen esto ahora!
Un estudio que publicó Consumer psycology, y que fue retomado por The Guardian, asegura que comer palomitas durante los anuncios nos hace inmunes a los efectos publicitarios. Es todo un complejo tema con respecto a nuestros recuerdos y relaciones entre las emociones, el sabor y la recordación, pero está siendo tomado bastante en serio por aquellos que se dedican a jugar con nuestros cerebros antes de que empiece la película.
Algo queda claro, aún es mejor negocio para los cines vender esas palomitas que vender publicidad, así que éstas no van a desaparecer (¡por favor!), pero pueden esperar una serie de intentos creativos extremos próximamente en la pantalla grande para aprovechar que ya nos tienen secuestrados en nuestras butacas y vendernos de manera más efectiva… lo que sea.
NO HAY FINAL FELIZ
Ya que pasé horas pegando de gritos virtuales (y reales) por todos los medios de comunicación que decidieron dar a conocer la situación actual de este personaje emblemático para tantas mujeres durante la última década, no puedo ponerme a describir a detalle las cosas que me parecieron destacables del nuevo libro de Bridget Jones, pero sí diré esto.
La autora, Helen Fielding, es una mujer muy valiente y ahora se vio en una situación muy difícil. ¿Cómo regresar a la solterona más entrañable de la literatura pop y de las comedias románticas de los últimos tiempos, si ya encontró al amor de su vida? ¿Había que seguir contando su historia? Con la decisión que tomó Fielding, algo queda muy claro: no podemos seguir esperando que los finales de telenovela rosa perduren. Sería el equivalente de dejar de vivir. Y eso le hubiera pasado a Bridget Jones de no ser por los tremendos riesgos que su creadora tomó al eliminar a ciertos personajes clave del entorno.
Y luego está esto: ¡bienvenida a la modernidad, Bridget! La última vez que la vimos contaba novios y calorías. ¿Ahora? Digamos que cualquier mujer que haya buscado una vida social en los últimos tiempos se topa con nuevas piedras. Esos simpáticos catalizadores de relaciones humanas conocidos como las redes sociales. No está fácil para Jones. Y menos para la película. Hay rumores en la industria que Universal Pictures está reconsiderando si quiere hacerla, aunque ya estaba confirmada. Y peor aún, hay quien dice que ya no debería ser Reneé Zellweeger quien la interprete. ¡Por favor! ¿Qué van a buscar? ¿Un modelo más joven? Lo siento chicas, Bridget Jones ya tiene 51 años. ¡Ough!

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