pasion de primera
Las “botineras” o el ascenso social en un país en crisis
¿Quiénes son estas mujeres lindas, decididas y desprejuiciadas que se han apoderado de los arrabales del mundo mediático? Un breve repaso desde la irrupción de Pata Villanueva y su conquista del Conejo Tarantini, hace casi 30 años, hasta los “touch and go” de las más jóvenes y no tanto –como Moria Casán esta semana con el volante de Independiente Toti Ríos– que presumen de apenas una noche con un futbolista. Casi todas tienen algo en común: quieren casarse y tener hijos con un jugador que las haga viajar, vivir en mansiones, manejar autos de lujo, que no les esté encima y que les asegure el futuro.
Por Gabriel Pandolfo
No son malas, no son prostitutas, no son inteligentes, no son valientes, no son sufridas. Son botineras, mujeres activas, cuyo principal objetivo es casarse con alguien de fama y dinero, para salir de compras y tener una forma de vida relajada. Las identifica una ardorosa pasión por la conquista de su príncipe futbolista. Pero el fenómeno no es de hoy.
Pata Villanueva fue la reina madre de las botineras locales cuando se casó con Tarantini. Las reinas son Mariana Nannis y Victoria Beckham; la vieja escuela. Las frases de Nannis lo dicen todo.
Ni la Nannis ni la ex Spice Girl ni Pata Villanueva necesitaron embarazarse para acceder al lujo. Las botineras actuales novian unos meses, se pelean, hay escándalo mediático, pasan de mano en mano, y en cuanto pueden anuncian que están embarazadas. Algunas logran llevarlos el altar. ¿La princesa? Nicole Neuman, que rompió su matrimonio y dejó todo para seguir a Fabián “Poroto” Cubero a México. Se conocieron mientras participaban de una producción fotográfica y se enamoraron a primera vista. De ahí a la convivencia y a tener una hija, Indiana, hubo un solo paso. Hoy, planean agrandar la familia.
El arte de botinear también tuvo otras precursoras que rompían la regla. Xuxa fue botinera de Pelé. Graciela Borges dejó la paquetería de lado y tiró la toalla por Marcos “Anguila” Gutiérrez, en aquel entonces arquero de Huracán, 26 años menor que ella. “En su momento fue un escándalo con muchos prejuicios. Pero fui fuerte para soportarlo, y hoy con Marcos mantengo una buena relación, y hasta somos compadres: soy madrina de uno de sus sobrinos, de quien él es padrino.”
En estos días, hasta Moria Casan cayó en la tentación y tuvo una salida –la calificó como sólo un touch divertido– con el volante ofensivo Leonel Toti Ríos, a punto de ser transferido por Independiente al fútbol mexicano. Casán no tiene con él planes a futuro y se ufanó de comandar su propio “casting de deportistas”, como lo definió.
Al acecho del crack. Cuanto más exitosos, mejor. El mundo del fútbol está lleno de oportunidades. Ellas dicen que es amor. La atracción es fatal, y mutua. Caen rendidas ante la fama, los sueldos siderales y los músculos de los jugadores. Ellos no se resisten ante las voluptuosidades de esas mujeres a las que exhiben como trofeos. “Lo que importa es lo que uno tiene adentro, en el corazón, no si uno es lindo”, declaró Carlos Tevez cuando le preguntaron cómo había hecho para “levantarse” a Natalia Fassi.
Ellos tienen mucho que ofrecer. Ellas pueden dejar todas sus preocupaciones, las económicas y las otras, en el felpudo de entrada. Quererlos, cuidarlos y que no les moleste que sean monosilábicos, a pesar de que algunos, como Maxi López, hablen cinco idiomas. No se les puede pedir más. El jugador tiene que aceptar las concentraciones, los entrenamientos, los partidos y la presión de la prensa, y, como dijo Wanda Nara, la esposa de Maxi: “Un marido futbolista necesita concentrar tranquilo, sabiendo que no dejó un gato en la casa, disfrutando con otro de las instalaciones que él pagó…”.
Wanda no se hizo famosa sólo por decir que era virgen. Se hizo famosa, a los 17 años, por las fotografías que la mostraron tomando sol en la casa de Maradona, usando sus calzoncillos. Ella dice que sólo fueron besos y abrazos. Tiempo después conoció al jugador del Gremio de Brasil, Maxi López, y luego de varias idas y venidas terminaron casándose con una fiesta a todo trapo en el Alvear Palace Hotel. La ex virgen y el jugador tuvieron a Valentino a los pocos meses. La Nara se vanaglorió de ser botinera, sí, pero con papeles. “A mí no me gustaban los futbolistas, porque a ellos les llegan las revistas de las chicas sexies a las concentraciones y dicen: ‘Quiero ésta’. Y la consiguen fácil, porque ellas quieren esa billetera. Lo mío con Maxi fue distinto. Nos fuimos conociendo, y el día que me dijo: ‘Te amo’ fue totalmente cierto. Pero la diferencia fundamental es que la única botinera con papeles soy yo: ¡tengo libreta!”
Es verdad que fue de las primeras, pero otras también lo lograron. Eliana Guercio se casó por civil con el ex arquero de Racing, Sergio Romero, que actualmente juega en el AZ Aalkmar de Holanda. La hermana de Wanda, Zaira, es modelo. Más joven y mucho más bonita, no podía ser menos. También se hizo botinera. Asegura que rechazó a Lionel Messi porque él no tuvo el carácter suficiente para encararla personalmente. Estaban en un boliche en Bariloche y el jugador del Barcelona mandó a un amigo. “A Lionel Messi le gustaría conocerte, le gustás”, le dijo el intermediario. A ella le cayó mal y cuando finalmente él se acercó, le cortó el rostro. “No me interesa la plata ni la fama, nunca busqué un futbolista para salvarme económicamente. Para mí, salvarme es encontrar al hombre de mi vida, la felicidad con la persona amada y no la felicidad económica.” Está de novia con el crack uruguayo Diego Forlán, el máximo goleador de las ligas europeas.
Otra botinera con papeles fue Carolina Baldini, la ex del Cholo Simeone. En el léxico botinero se conoce a la pareja como el Cholo y la Chola. Ella reniega de su condición de botinera y aclara que lo suyo fue amor. “Hoy las chicas van en búsqueda del éxito y del hombre con plata. En realidad, van atrás de cualquier tipo que tenga esas dos características”, dice.
También está la clase botinera sin papeles pero con hijos. Parece que fuera más difícil llevarlos hasta el Registro Civil que a la sala de partos. Amalia Granata –que consiguió la fama no por botinera, sino por musiquera, tras haber desparramado a los cuatro vientos que había pasado una noche con Robbie Williams– y Cristian “el Ogro” Fabbiani son el mejor ejemplo. Viajaron juntos a Europa, pero la relación fue efímera y terminó con grandes peleas por TV. Tuvo una hija de él, por la que Fabbiani tendría que pasarle –cosa que no hace, según trascendidos– el 20% de su sueldo. Dice que ya no quiere saber nada con futbolistas, porque no hay forma de alejarlos de los boliches. Hoy Fabbiani está muy ocupado preparando su casamiento con Victoria Vanucci. Otro que acaba de pedirle casamiento a su novia, Fernanda Vives, ex de la Tota Santillán, es Sebastián Cobelli, de Talleres de Córdoba y ex de la Leona Luciana Aymar.
El gato de la casa. Una de las características de las botineras es criticar a las otras y decir que ellas, aunque salgan con futbolistas, no son botineras. Basta con escuchar a Nazarena Vélez, que salió con Aldo Osorio, Diego Maradona y Martín Palermo: “Creo que hay como una fantasía sexual de ambas partes. Por un lado, las mujeres creen que ellos son unos toros, que toda la potencia que tienen en la cancha la tienen en la cama. Y ellos fantasean con ellas y después se lo cuentan a sus amigos en el entrenamiento. Los dos se terminan desilusionando. Les atrae el tema físico, tienen las piernas y la cola muy trabajadas. Además, saliendo con futbolistas, las botineras entran en un mundo muy popular, porque el fútbol mueve multitudes y maravilla a la gente”.
Evangelina Anderson, quien está peleadísima con Wanda a pesar de que son primas, ocupa un importante lugar. Conoció a Martín Demichelis, el jugador del Bayern Munich, en una disco en Carlos Paz, se comprometieron y tuvieron hijo. Aún no pasaron por el civil, pero se despacharon con un súper festejo por el bautismo de su hijo, Martín Bastián, en el exclusivo Sofitel de Los Cardales.
También están las botineras al por mayor. Mucho se ha oído hablar de la noche de hotel en Mar del Plata en la que Silvia Süller durmió con nueve jugadores del plantel de San Lorenzo en los años 90. En algo parecido andaba Alejandra Pradón, pero con jugadores de River, cuando terminó volando por el balcón. La Pradón también había tenido un resonado romance con Claudio Arzeno.
Silvina Luna, por su parte, no participa de orgías multitudinarias, al menos que se sepa, pero los va probando de a uno: Fernando Gago, Federico Insúa, Diego Maradona, Matías Mantilla, el Chino Garcé, Marcelo Salas, Franco Costanzo, Luciano Figueroa…
Antes de la época botinera, Panam y la Bruja Verón vivieron un amor a la distancia, ella nadando en las gigantes cuponeras de Gerardo Sofovich y él en la Sampdoria de Italia. La relación la rompió Silvia Süller, que dijo haber tenido un encuentro íntimo con él.
Rocío Marengo se enganchó con Sebastián Viera, un uruguayo que juega en el Villareal y es arquero de la selección, y lo describió así: “No es como todos, es inteligente y lee, yo lo veo como un empresario y no como un jugador”. Y agregó que ella no es una botinera. “A mí me gusta el glamour, los tacos.” El romance duró poco y el arquero dijo que fue algo “ligero”.
Mariana de Melo es una botinera virtual: mantenía una relación con Ronaldinho vía chat. “Ronaldinho ya me vio con menos ropa… en fotos”, confesó. Melina Pitra se comprometió con el arquero de Independiente, Fabián Assman; Romanella Amato es la novia (menor de edad) de Saviola; Sabrina Ravelli, la botinera de Neri Cardozo; y Jesica Cirio (que había estado de novia con Darío Husaín) se ganó el “balón rosa de oro 2008” en una encuesta que el diario español As hizo en su página web para elegir a las mujeres más lindas de los futbolistas, solamente por haber tenido un touch and go con el integrante del Nápoli y de la Selección nacional, Ezequiel Lavezzi.
La lista es infinita. Todas quieren salir, casarse y tener hijos con un jugador que las haga viajar por el mundo, vivir en mansiones divinas, manejar autos de lujo, comprar ropa de las mejores marcas, que no les esté encima y que solucione el aspecto económico de sus vidas para siempre. Muchachos que en poco tiempo son capaces de hacerse de una fortuna, con proyección europea y que sean buenos amantes. Mientras tanto, aunque ellas no estén trabajando, y ni siquiera viviendo en el país, siguen facturando con mensajes eróticos y fotos súper hot que invaden las pantallas de la TV, las computadoras y los celulares.
El mundo según la Nannis
*“Yo a las bombachas las uso una vez y las tiro.”
*“Con mi marido soy la más puta de las putas.”
*“Baño a mi perro con agua mineral. Compro dos docenas de botellas y lo bañamos así, para que no se le caiga el pelo.”
*“En Roma podrá vivir el Papa pero no es una ciudad digna de mí.”
*“Si tiene caviar en casa no va a ir buscando mortadela.”
*“¿Se habla de mí en la Argentina? Se hablará porque gasto fortunas. Puede ser... Las gasto bien gastadas, porque si no las gasto yo, se las gasta otra.”
*“Y después, bueno, dejo a mi marido cuando quiero, estoy con mi marido de nuevo cuando quiero. Así soy la envidia de todas las argentinas.”
*“Los futbolistas son todos homosexuales.”
*“Maradona me quería robar a mi marido. Debe ser por el pelo largo y los músculos marcados.”
*“Mi marido dice: ‘Si esta mujer me funde, se consigue otro con más plata, entonces, mejor que no me funda’.”
Las “botineras” o el ascenso social en un país en crisis
¿Quiénes son estas mujeres lindas, decididas y desprejuiciadas que se han apoderado de los arrabales del mundo mediático? Un breve repaso desde la irrupción de Pata Villanueva y su conquista del Conejo Tarantini, hace casi 30 años, hasta los “touch and go” de las más jóvenes y no tanto –como Moria Casán esta semana con el volante de Independiente Toti Ríos– que presumen de apenas una noche con un futbolista. Casi todas tienen algo en común: quieren casarse y tener hijos con un jugador que las haga viajar, vivir en mansiones, manejar autos de lujo, que no les esté encima y que les asegure el futuro.
Por Gabriel Pandolfo
No son malas, no son prostitutas, no son inteligentes, no son valientes, no son sufridas. Son botineras, mujeres activas, cuyo principal objetivo es casarse con alguien de fama y dinero, para salir de compras y tener una forma de vida relajada. Las identifica una ardorosa pasión por la conquista de su príncipe futbolista. Pero el fenómeno no es de hoy.
Pata Villanueva fue la reina madre de las botineras locales cuando se casó con Tarantini. Las reinas son Mariana Nannis y Victoria Beckham; la vieja escuela. Las frases de Nannis lo dicen todo.
Ni la Nannis ni la ex Spice Girl ni Pata Villanueva necesitaron embarazarse para acceder al lujo. Las botineras actuales novian unos meses, se pelean, hay escándalo mediático, pasan de mano en mano, y en cuanto pueden anuncian que están embarazadas. Algunas logran llevarlos el altar. ¿La princesa? Nicole Neuman, que rompió su matrimonio y dejó todo para seguir a Fabián “Poroto” Cubero a México. Se conocieron mientras participaban de una producción fotográfica y se enamoraron a primera vista. De ahí a la convivencia y a tener una hija, Indiana, hubo un solo paso. Hoy, planean agrandar la familia.
El arte de botinear también tuvo otras precursoras que rompían la regla. Xuxa fue botinera de Pelé. Graciela Borges dejó la paquetería de lado y tiró la toalla por Marcos “Anguila” Gutiérrez, en aquel entonces arquero de Huracán, 26 años menor que ella. “En su momento fue un escándalo con muchos prejuicios. Pero fui fuerte para soportarlo, y hoy con Marcos mantengo una buena relación, y hasta somos compadres: soy madrina de uno de sus sobrinos, de quien él es padrino.”
En estos días, hasta Moria Casan cayó en la tentación y tuvo una salida –la calificó como sólo un touch divertido– con el volante ofensivo Leonel Toti Ríos, a punto de ser transferido por Independiente al fútbol mexicano. Casán no tiene con él planes a futuro y se ufanó de comandar su propio “casting de deportistas”, como lo definió.
Al acecho del crack. Cuanto más exitosos, mejor. El mundo del fútbol está lleno de oportunidades. Ellas dicen que es amor. La atracción es fatal, y mutua. Caen rendidas ante la fama, los sueldos siderales y los músculos de los jugadores. Ellos no se resisten ante las voluptuosidades de esas mujeres a las que exhiben como trofeos. “Lo que importa es lo que uno tiene adentro, en el corazón, no si uno es lindo”, declaró Carlos Tevez cuando le preguntaron cómo había hecho para “levantarse” a Natalia Fassi.
Ellos tienen mucho que ofrecer. Ellas pueden dejar todas sus preocupaciones, las económicas y las otras, en el felpudo de entrada. Quererlos, cuidarlos y que no les moleste que sean monosilábicos, a pesar de que algunos, como Maxi López, hablen cinco idiomas. No se les puede pedir más. El jugador tiene que aceptar las concentraciones, los entrenamientos, los partidos y la presión de la prensa, y, como dijo Wanda Nara, la esposa de Maxi: “Un marido futbolista necesita concentrar tranquilo, sabiendo que no dejó un gato en la casa, disfrutando con otro de las instalaciones que él pagó…”.
Wanda no se hizo famosa sólo por decir que era virgen. Se hizo famosa, a los 17 años, por las fotografías que la mostraron tomando sol en la casa de Maradona, usando sus calzoncillos. Ella dice que sólo fueron besos y abrazos. Tiempo después conoció al jugador del Gremio de Brasil, Maxi López, y luego de varias idas y venidas terminaron casándose con una fiesta a todo trapo en el Alvear Palace Hotel. La ex virgen y el jugador tuvieron a Valentino a los pocos meses. La Nara se vanaglorió de ser botinera, sí, pero con papeles. “A mí no me gustaban los futbolistas, porque a ellos les llegan las revistas de las chicas sexies a las concentraciones y dicen: ‘Quiero ésta’. Y la consiguen fácil, porque ellas quieren esa billetera. Lo mío con Maxi fue distinto. Nos fuimos conociendo, y el día que me dijo: ‘Te amo’ fue totalmente cierto. Pero la diferencia fundamental es que la única botinera con papeles soy yo: ¡tengo libreta!”
Es verdad que fue de las primeras, pero otras también lo lograron. Eliana Guercio se casó por civil con el ex arquero de Racing, Sergio Romero, que actualmente juega en el AZ Aalkmar de Holanda. La hermana de Wanda, Zaira, es modelo. Más joven y mucho más bonita, no podía ser menos. También se hizo botinera. Asegura que rechazó a Lionel Messi porque él no tuvo el carácter suficiente para encararla personalmente. Estaban en un boliche en Bariloche y el jugador del Barcelona mandó a un amigo. “A Lionel Messi le gustaría conocerte, le gustás”, le dijo el intermediario. A ella le cayó mal y cuando finalmente él se acercó, le cortó el rostro. “No me interesa la plata ni la fama, nunca busqué un futbolista para salvarme económicamente. Para mí, salvarme es encontrar al hombre de mi vida, la felicidad con la persona amada y no la felicidad económica.” Está de novia con el crack uruguayo Diego Forlán, el máximo goleador de las ligas europeas.
Otra botinera con papeles fue Carolina Baldini, la ex del Cholo Simeone. En el léxico botinero se conoce a la pareja como el Cholo y la Chola. Ella reniega de su condición de botinera y aclara que lo suyo fue amor. “Hoy las chicas van en búsqueda del éxito y del hombre con plata. En realidad, van atrás de cualquier tipo que tenga esas dos características”, dice.
También está la clase botinera sin papeles pero con hijos. Parece que fuera más difícil llevarlos hasta el Registro Civil que a la sala de partos. Amalia Granata –que consiguió la fama no por botinera, sino por musiquera, tras haber desparramado a los cuatro vientos que había pasado una noche con Robbie Williams– y Cristian “el Ogro” Fabbiani son el mejor ejemplo. Viajaron juntos a Europa, pero la relación fue efímera y terminó con grandes peleas por TV. Tuvo una hija de él, por la que Fabbiani tendría que pasarle –cosa que no hace, según trascendidos– el 20% de su sueldo. Dice que ya no quiere saber nada con futbolistas, porque no hay forma de alejarlos de los boliches. Hoy Fabbiani está muy ocupado preparando su casamiento con Victoria Vanucci. Otro que acaba de pedirle casamiento a su novia, Fernanda Vives, ex de la Tota Santillán, es Sebastián Cobelli, de Talleres de Córdoba y ex de la Leona Luciana Aymar.
El gato de la casa. Una de las características de las botineras es criticar a las otras y decir que ellas, aunque salgan con futbolistas, no son botineras. Basta con escuchar a Nazarena Vélez, que salió con Aldo Osorio, Diego Maradona y Martín Palermo: “Creo que hay como una fantasía sexual de ambas partes. Por un lado, las mujeres creen que ellos son unos toros, que toda la potencia que tienen en la cancha la tienen en la cama. Y ellos fantasean con ellas y después se lo cuentan a sus amigos en el entrenamiento. Los dos se terminan desilusionando. Les atrae el tema físico, tienen las piernas y la cola muy trabajadas. Además, saliendo con futbolistas, las botineras entran en un mundo muy popular, porque el fútbol mueve multitudes y maravilla a la gente”.
Evangelina Anderson, quien está peleadísima con Wanda a pesar de que son primas, ocupa un importante lugar. Conoció a Martín Demichelis, el jugador del Bayern Munich, en una disco en Carlos Paz, se comprometieron y tuvieron hijo. Aún no pasaron por el civil, pero se despacharon con un súper festejo por el bautismo de su hijo, Martín Bastián, en el exclusivo Sofitel de Los Cardales.
También están las botineras al por mayor. Mucho se ha oído hablar de la noche de hotel en Mar del Plata en la que Silvia Süller durmió con nueve jugadores del plantel de San Lorenzo en los años 90. En algo parecido andaba Alejandra Pradón, pero con jugadores de River, cuando terminó volando por el balcón. La Pradón también había tenido un resonado romance con Claudio Arzeno.
Silvina Luna, por su parte, no participa de orgías multitudinarias, al menos que se sepa, pero los va probando de a uno: Fernando Gago, Federico Insúa, Diego Maradona, Matías Mantilla, el Chino Garcé, Marcelo Salas, Franco Costanzo, Luciano Figueroa…
Antes de la época botinera, Panam y la Bruja Verón vivieron un amor a la distancia, ella nadando en las gigantes cuponeras de Gerardo Sofovich y él en la Sampdoria de Italia. La relación la rompió Silvia Süller, que dijo haber tenido un encuentro íntimo con él.
Rocío Marengo se enganchó con Sebastián Viera, un uruguayo que juega en el Villareal y es arquero de la selección, y lo describió así: “No es como todos, es inteligente y lee, yo lo veo como un empresario y no como un jugador”. Y agregó que ella no es una botinera. “A mí me gusta el glamour, los tacos.” El romance duró poco y el arquero dijo que fue algo “ligero”.
Mariana de Melo es una botinera virtual: mantenía una relación con Ronaldinho vía chat. “Ronaldinho ya me vio con menos ropa… en fotos”, confesó. Melina Pitra se comprometió con el arquero de Independiente, Fabián Assman; Romanella Amato es la novia (menor de edad) de Saviola; Sabrina Ravelli, la botinera de Neri Cardozo; y Jesica Cirio (que había estado de novia con Darío Husaín) se ganó el “balón rosa de oro 2008” en una encuesta que el diario español As hizo en su página web para elegir a las mujeres más lindas de los futbolistas, solamente por haber tenido un touch and go con el integrante del Nápoli y de la Selección nacional, Ezequiel Lavezzi.
La lista es infinita. Todas quieren salir, casarse y tener hijos con un jugador que las haga viajar por el mundo, vivir en mansiones divinas, manejar autos de lujo, comprar ropa de las mejores marcas, que no les esté encima y que solucione el aspecto económico de sus vidas para siempre. Muchachos que en poco tiempo son capaces de hacerse de una fortuna, con proyección europea y que sean buenos amantes. Mientras tanto, aunque ellas no estén trabajando, y ni siquiera viviendo en el país, siguen facturando con mensajes eróticos y fotos súper hot que invaden las pantallas de la TV, las computadoras y los celulares.
El mundo según la Nannis
*“Yo a las bombachas las uso una vez y las tiro.”
*“Con mi marido soy la más puta de las putas.”
*“Baño a mi perro con agua mineral. Compro dos docenas de botellas y lo bañamos así, para que no se le caiga el pelo.”
*“En Roma podrá vivir el Papa pero no es una ciudad digna de mí.”
*“Si tiene caviar en casa no va a ir buscando mortadela.”
*“¿Se habla de mí en la Argentina? Se hablará porque gasto fortunas. Puede ser... Las gasto bien gastadas, porque si no las gasto yo, se las gasta otra.”
*“Y después, bueno, dejo a mi marido cuando quiero, estoy con mi marido de nuevo cuando quiero. Así soy la envidia de todas las argentinas.”
*“Los futbolistas son todos homosexuales.”
*“Maradona me quería robar a mi marido. Debe ser por el pelo largo y los músculos marcados.”
*“Mi marido dice: ‘Si esta mujer me funde, se consigue otro con más plata, entonces, mejor que no me funda’.”
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