El cine en casa: las nuevas maneras de ver películas en el LCD

Por Marcelo Bellucci

Ya hay varios métodos para enviar, sin cables, las imágenes de la computadora de escritorio o la notebook al televisor digital. Lo que se debe hacer y cómo equiparse para poder aprovecharlos. Las tendencias que vienen.

         

La evolución que experimentó el televisor en los últimos años fue tan extrema que logró un diálogo directo con la computadora. Hoy en día, vincular estos dos dispositivos para ver contenidos digitales a través de streaming en el LCD, sin usar cables, es cada vez más simple.

Un método que logró imponerse después de unos años es el conocido como DLNA o Digital Living Network Alliance , que está presente en televisores, discos rígidos, consolas y teléfonos inteligentes. El objetivo de la tecnología DLNA es enlazar de forma sencilla un servidor multimedia (PC) con un reproductor, para compartir fotos, música y videos.

Muchos de los televisores que se venden en la Argentina ya lo adaptaron a su pantalla. Por norma, la gran mayoría de los que se conectan a Internet son compatibles. Además, si tiene grabado el logo DLNA en el marco funciona con este sistema.

“DLNA es un protocolo que estandariza la transmisión de datos por Wi-Fi o cable, indistintamente. Como todo estándar, hace que sea más sencillo distribuir los contenidos que uno tiene almacenados en su disco para que lo pueda ver toda la familia, sin necesidad de ningún cableado o conexiones raras para lograrlo”, explica Ariel Bruzzone, director de marketing de Philips.

La alianza DLNA (www.dlna.org) está integrada por más de 245 compañías como Acer, Motorola, Toshiba, Philips, Sharp, LG, Samsung, Panasonic, Hewlett-Packard, Sony, Microsoft, Intel, Pioneer, entre otros. Su gran ventaja es que no necesita configuración, ya que la conexión es automática.

La información de la PC se puede recibir en el televisor, la consola, el teléfono o una tableta. Una de sus mayores limitaciones es que no reproduce archivos protegidos con DRM (derechos de autor).

Para fijar la comunicación hace falta un servidor (computadora, tableta, celular, notebook) denominado Digital Media Server (DMS) que se encarga de almacenar el contenido a reproducir. El segundo elemento es el cliente o Digital Media Player (DMP) que reproduce el material en la red doméstica, lo que podría ser el televisor.

Este sistema se nutre del software MediaCenter para establecer el vínculo entre las partes. El Windows Media Player 12, incluido en el Windows 7, se puede utilizar como servidor, para escanear y catalogar los archivos, y también como reproductor. Las alternativas gratuitas de servidor son: Freevo, GB-PVR y SesamTV Media Center.

Otra variante es la tecnología Widi impulsada por Intel, ideal para proyectar desde la notebook o la ultrabook hacia el televisor. “Los requisitos son un procesador Intel Core de segunda generación (i3, i5, i7), una placa Intel Wi-Fi que soporte Widi y que el televisor cuente con tecnología Widi como una característica nativa” explica Matías Paul, Gerente de producto de Banghó.

Y si bien muchos televisores ya traen el receptor incorporado, en la Argentina todavía no se presentó ningún modelo. Pero para los ansiosos, una solución es conectar un receptor externo como el DHD-131 de D-Link. Esta cajita permite ver películas en alta definición, juegos y contenidos de Internet, a resolución 1080p y sonido 5.1. Ronda los $ 1.000.

“La tendencia actual es la conexión sin cables. La intención es evitar los intermediarios (HDMI, USB o RGB) para no tener que depender de un cable. El alcance de Widi es similar al del Wi-Fi: cuanto más alejado está más lento es. Para ver HD a una tasa de 30 o 40 cuadros por segundos, habrá que ubicarse a 7 metros”, dice Lucas Martínez, gerente de ventas de Intel.

Otro estándar para la conectividad de video en alta definición, que busca imponer sus normas, es el WHDI (www.whdi.org). Su único requisito es un pequeño módem, desarrollado por Amimon, similar a una memoria USB, que convierte cualquier fuente de video HDMI en un transmisor WHDI.

Su ventaja con respecto a los competidores es que al operar sobre la banda de los 5 GHz, puede traspasar paredes sin sufrir alteraciones en la calidad. El secreto de su técnica es que apunta a la emisión de video sin comprimir, por lo que requiere poco procesamiento en la recepción. Además, simplifica la cantidad de dispositivos, evitando añadir artefactos de compresión a las imágenes.

La alternativa menos ortodoxa, sólo apta para televisores inteligentes o conectados a Internet, es acceder en forma remota hasta el directorio de la computadora donde se almacenan los contenidos y hacerlos viajar a través de la red inalámbrica del hogar. Para lograr esto, es necesario que ambos dispositivos puedan compartir carpetas. El mayor inconveniente es que se precisa un ancho de banda importante en el Wi-Fi.