Fenómeno social
Furor por una telenovela que refleja el nuevo Brasil
Retrata el mundo de los que lograron ascender a la clase media
RIO DE JANEIRO.- "¡Oi, oi, oi!", comienza a sonar a las 21 la música de "Avenida Brasil". Los hombres en los botecos de Copacabana hacen a un lado sus chopes , paran de conversar y concentran su atención en los televisores. Por estos días, ni el fútbol puede competir con la trama de esta telenovela que hace furor en Brasil y que, ambientada en el hasta hace poco ignorado mundo de la nueva clase media brasileña popular (clase C), se ha convertido en un fenómeno cultural que fascina al país.
"Las novelas reflejan la realidad, y la clase C está en ascenso. En esta novela quise retratar el suburbio; me pareció que era importante, que sería interesante", comentó a LA NACION João Emanuel Carneiro, autor de "Avenida Brasil", en referencia al sector demográfico de la población brasileña que más creció durante los recientes años de bonanza.Gracias a la estabilidad y el crecimiento económico de la última década, los planes sociales impulsados por el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva lograron sacar de la pobreza a 20 millones de brasileños y 32 millones pasaron a engrosar las clases medias, que hoy representan el 50,5% de la población del país. La nueva clase media es el grupo que más se benefició: pudo comprar televisores, heladeras, autos, y hasta obtuvo créditos para su primera casa.
"Brasil está viviendo un momento especial y «Avenida Brasil» ha tenido un gran impacto porque retrata muy bien, de manera central y enfática, cómo vive esta nueva clase C emergente, que ahora tiene acceso a bienes que antes le eran prohibitivos. Mucha gente se siente identificada con la forma de vida de los personajes y otras personas tienen mucha curiosidad, es algo casi exótico para ellos", explicó Claudia Pereira, profesora especializada en antropología cultural de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.
El resultado es que la telenovela de la red Globo goza hoy de un rating medio nacional de 40 puntos, según Ibope, equivalente a unos 37 millones de telespectadores. De acuerdo con la encuestadora, el 53% de ese público corresponde a televidentes de clase C, mientras que el 39% pertenece a las clases A y B, atraídas por cómo viven y qué piensan estos nuevos "pobres-ricos", según la propia definición de Carneiro.
Trama
La trama gira en torno de Tufão, un ex crack futbolístico que, después de ganar una fortuna jugando en Europa, vive ahora en una ostentosa mansión que construyó en los populosos suburbios de Río, en el ficticio barrio de clase C del Divino, del que él había salido años antes. Habitan ahí también su malvada esposa, Carminha, y un simpático clan de parientes que no trabajan, se visten mezclando ropas vulgares con prendas de marca y muchas joyas, hablan todos al mismo tiempo en un portugués repleto de errores y malas palabras, y pasan su tiempo hojeando revistas de la farándula en una sala adornada con una biblioteca de libros falsos. Hasta allí llega contratada como cocinera la joven Nina, con un intrincado plan de venganza que empuja la historia.Es que Nina en realidad se llama Rita y es la hija del primer marido de Carminha, un viudo con el que la villana se casó para quedarse con su casa. Cuando el hombre murió -atropellado por Tufão en la Avenida Brasil-, Carminha no sólo se quedó con todas sus pertenencias, sino que, con la ayuda de su amante, Max, abandonó a su hijastra en un basurero municipal y sedujo al futbolista hasta convertirse en su esposa. Por su parte, Rita fue adoptada por una pareja de clase media argentina, que la sacó del basurero y se la llevó a vivir a Mendoza, donde, rebautizada como Nina, se educó y se convirtió en una importante chef. Nunca, sin embargo, dejó de pensar en cómo vengarse de Carminha, y al morir su padre adoptivo (Jean Pierre Noher), regresó a Río para poner en marcha su obsesiva y sádica vendetta .
"Es una jovencita poco convencional, con defectos, sed de justicia, y que comete actitudes a veces poco ortodoxas para alcanzar su objetivo", defendió Carneiro a su heroína.
Como la única persona ilustrada de los que viven en la mansión, Nina hace sus esfuerzos por "civilizar" a sus patrones, enseñándoles desde cómo pronunciar la salsa béarnaise hasta algo de literatura universal. En el mismo camino de ascenso social está otra de las mujeres clave de la historia y alma del Divino, Monalisa, una humilde peluquera que era el verdadero amor de Tufão. Aunque la maligna Carminha logró separarlos, Monalisa continuó viviendo en el Divino, donde gracias a su talento consiguió abrir su propio salón de belleza, que se volvió un éxito.
"En Brasil, además de los pobres-pobres, tenemos ahora los pobres-ricos. Es gente simple que salió de lo bajo y se enriqueció, pero que mantiene su forma de ser suburbana. Nos guste o no, esas personas se impusieron culturalmente. Hasta porque muchas veces disfrutan mejor de los placeres del dinero que los ricos de cuna, quienes evitan afirmarse de manera tan desvergonzada", señaló Carneiro a la revista Veja.
El éxito de la telenovela ha sido tal que las coloridas frases con las que hablan los personajes se reproducen inmediatamente en las redes sociales ("Me voy a vengar de esa cobra"; "La vida es un basurero"; "¡Es culpa de Rita!"); la forma en que se visten se ha convertido en una moda; hay sitios de Internet que explican los modismos de los habitantes del Divino; y hasta en el juicio por el escándalo de corrupción del "mensalão", en el Supremo Tribunal, se comparó la enredada trama de la supuesta compra de votos durante el gobierno de Lula con la conspiración de Nina..
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