No es la tecnología sino los objetivos de la gente los que determinan como se navega en internet
Luego de realizar más de tres mil entrevistas en 26 ciudades de cinco países (Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México), la agencia brasileña llegó a la conclusión de que suele estar distorsionada la visión sobre el comportamiento de la clase C en internet. Además, de acuerdo con el informe, ya no hay tanta diferencia entre los consumidores tradicionales y los emergentes. En la nota, las ocho verdades que revela el estudio.
En el informe se resalta que el consumidor emergente ya piensa en digital y que su objetivo es el que guía todo su uso.
“Hoy en día, existen muchos datos sobre la clase C en internet, donde está, cuantas horas navega, que hace y que herramientas usa. Pero, por otro lado, no hay casi nada sobre el propósito de uso de internet. Si no entendemos las grandes motivaciones por detrás de eos números, ¿cómo conseguiremos desarrollar actividades digitales realmente eficientes para ese segmento?”, plantea Aloísio Pinto, vicepresidente de planeamiento de WMcCann. Y asegura que la agencia realizó un estudio para suplir esa carencia de información, y descubrió que la visión sobre el comportameinto de la clase C en internet suele estar distorsionado.
Los resultados derivan de 3.050 entrevistas realizadas en 26 ciudades de cinco países (Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México), entre enero y febrero de 2011, entre un público compuesto por hombres y mujeres de 17 a 45 años, usuarios da internet. De ese universo, 70 por ciento eran consumidores emergentes y 30 por ciento, pertenecientes a la clase media típica.
“Este informe abordó los diferentes usos de internet para generar ingresos, crecer profesionalmente, criar a los hijos, cuidar de la belleza y la apariencia, construir una buena reputación social, mejorar las finanzas, incrementar la salud y el bienestar, mejorar la casa, cambiar de status quo, entre otras cosas”, especificaron desde la agencia.
Además, entre las principales conclusiones, el estudio develó que no existen tantas diferencias entre la clase típica y la emergente, que el consumidor emergente ya piensa en digital y que su objetivo es el que guía todo su uso.
“No son las tecnologías, las redes sociales o Twitter los que determinan como se navega por internet, sino las intenciones y objetivos que las personas tienen”, se especifica. Y que para tener éxito, las marcas deben ser significativas y dominar uno de los propósitos que interesan a las personas”.
A continuación, las ocho verdades reveladas por el estudio:
1- Internet está haciendo real el sueño de Che Guevara: el aumento del uso de internet promueve la igualdad social de manera más rápidamente que el crecimiento de los ingresos y que la calidad de educación. Actualmente, el nivel de madurez del uso de internet por la clase media tradicional y la emergente es bastante parecido. Ambos segmentos estan en la adolescencia del uso, siendo sus actividades más frecuentes la comunicación, el ocio, la interacción y el compartir.
2- La ayuda oficial no siempre es necesaria en la vida, tampoco en la web: Los consumidores emergentes están desarrollando un alto nivel de autonomía e independencia en el mundo digital. Eso muestra que hay una cultura de “hágalo usted mismo” en formación. En este marco, se percibe que las marcas aún no encuentran el modo de ser indispensables en internet.
3- No espere lo obvio, esta es tierra de “juego bonito”: El uso original para el cual las plataformas digitales fueron construídas está siendo bastante modificado. Al preguntársele sobre el uso de las redes sociales, los entrevistados respondieron que también las utilizan para realizar negocios, para la carrera y la familia, y que los blogs personales son también utilizados para construir una buena imagen. Y lo mismo ocurre con varias plataformas digitales.
4- Se vive mejor, pero hay mucho por lo que rezar: Hay espacio para que la indiferencia en relación con el marketing digital no sea absoluta. Los muchos propósitos que aún no son resolvidos plenamente en internet son puertas abiertas para que las marcas construyan vínculos más fervientes con los consumidores emergentes. Los entrevistados dijeron que les gustaría tener más información sobre nutrición y hábitos alimenticios, como así también sobre cómo mantener el cuerpo sano y el organismo en perfectas condiciones.
5- Mejores países, mejores hijos: para los consumidores emergentes, la sensación de seguridad en el ejercicio de la paternidad es algo vital. Por eso, hacen de internet un lugar para intercambiar preocupaciones y aprendizajes. Además, existe la idea de que una infancia saludable está directamente ligada a un país
6- Internet y el sedentarismo no combinan: los consumidores emergentes ven a digital como un aliado para la adopción de hábitos más saludables. Hay una búsqueda por una vida más activa. El estudio reveló que 43 por ciento de la clase media típica usa internet para hacer elecciones más saludables y 42 por ciento para adoptar comportamientos más saludables. En el caso de los consumidores emergentes, la relación es del 37 y 38 por ciento.
7- Las marcas son las musas; las personas son jueces: en relación a la belleza y la apariencia, existe un claro ciclo de “inspiración y validación” en internet en que estos dos factores son interdependientes. En tanto que las marcas son el agente que mejor proporciona inspiración, las personas comunes y su entorno son la mejor fuente para la validación.
8- El brillo ofuscante de una compra bien hecha deja ciegos a los consumidores emergentes ante otras posibilidades que brinda internet para que se vean beneficiadas sus finanzas. Gerenciar el dinero, por ejemplo, asusta y aleja a la gente.
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