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Anuncios de cine
Cada vez más directores compaginan la gran pantalla con la publicidad. «La prioridad es contar historias», aseguran. También es un ingreso extra que les ayuda a capear la crisis cinematográfica
23.02.14 - 00:06 -
Juan Antonio Bayona colocó a Chus Lampreave dentro de una película de ciencia ficción con un quitagrasas de por medio. Pablo Berger, tras su premiadísima 'Blancanieves', dirigió a Montserrat Caballé, Raphael, Bustamante, Marta Sánchez y Niña Pastori en el más que parodiado anuncio del Gordo de Navidad. Icíar Bollaín puso a bailar a 130 burbujas históricas de Freixenet para felicitar las fiestas... Son solo algunos de los últimos ejemplos de directores de cine que se han pasado al campo de la publicidad. Cada vez más cineastas flirtean con este otro mercado en España, hasta el punto de que algunos ya bromean con que en los próximos Premios Goya debería crearse un premio para esta categoría.
«Para mí la prioridad es contar historias. Y en la publicidad podemos recurrir a otro tipo de elementos y artificios que no tendrían sentido en una película», detalla Manuel Martín Cuenca, director de 'Caníbal', quien hace unas semanas se llevó un Goya de los ocho a los que estaba nominada su cinta. Resumir una trama en 20 segundos, que es lo que dura un spot convencional, se convierte en todo un «desafío», según Óskar Santos ('Zipi y Zape y el club de la canica'). Sin olvidar que el anuncio debe enfocarse a vender un producto concreto. Teniendo en cuenta que en un solo pase el spot lo pueden ver cinco millones de personas, el reto no es pequeño. «Para un director es muy liberador poder saltar de un formato a otro, además de enriquecedor para tu oficio», puntualiza Nacho Vigalondo, quien firmó -y hasta protagonizó- hace unos años el exitoso anuncio musical de Pikolin.
120.000 euros por spot
Estos 'flirteos' de nuestros cineastas con la publicidad también se han convertido en una buena alternativa para capear la crisis cinematográfica actual. Directores como el mexicano Alejandro González Iñárritu ('Babel' y 'Amores perros') habrían llegado a cobrar 120.000 euros por spot, según se rumorea en el sector. En España no se alcanzan esas cifras, pero los anuncios sí suponen un balón de oxígeno en un momento donde hay menos filmes en la cartelera, muchos de ellos financiados con 'crowfunding' o fruto de presupuestos ajustadísimos.
Ingmar Bergman fue de los primeros en abrir fuego anunciando detergentes. El mismísimo Federico Fellini anunció la pasta italiana Barilla en 1980. Sin olvidar el recordado anuncio de Apple en 1984 de Ridley Scott, spot que muchos especialistas consideran como el mejor y más influyente de la historia. ¡Daba a conocer al mundo el ordenador Macintosh! Los grandes de Hollywood también han caído rendidos a los atractivos de la publicidad: Martin Scorsese, David Lynch... han dirigido spots y en España Javier Fesser lleva firmados más de 150. Pedro Almodóvar publicitó las pastas Ardilla de la mano de Rossy de Palma y Chus Lampreave, Álex de la Iglesia hizo y salió en el spot de Mercedes-Benz y a Isabel Coixet no se le va a olvidar el famoso '¿a qué huelen las nubes?', del anuncio de compresas.
Ahora se han apuntado muchos más. De hecho, la productora User t38 ha creado el proyecto 'Insight', una especie de catálogo de cineastas españoles interesados en la realización de anuncios en los que no faltan desde Juan Carlos Fresnadillo a Daniel Sánchez Arévalo, pasando por Mateo Gil o Borja Cobeaga. Todo para que queden unos anuncios de cine.
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