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sábado, 4 de junio de 2011

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El 80% de los chicos argentinos menores de 10 años usa celular

La OMS advirtió sobre el posible riesgo de tumores cerebrales generados por las ondas de teléfonos móviles y recomendó evitar su uso antes de los doce años. Los padres aseguran que estarán más alertas.

Por Gisela NicosIa / Martín De Ambrosio
04/06/11 - 07:06
El 80% de los chicos argentinos menores de 10 años usa celularLudmila Sosa. Usa teléfono desde los cuatro años, ahora tiene seis.

Durante años fue poco más que un juguete para sus hijos. Ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) les dijo a miles de padres que los celulares que ellos les dieron podrían convertirse en causante de nada menos que tumores cerebrales.
Según el último informe nacional disponible, los chicos expuestos a celulares antes de los 10 años (terminantemente prohibido por la OMS) en el país, asciende al 77%; entre aquellos que son dueños, 39% y los que acceden con facilidad, pero en carácter de préstamo, 38%. Se trata del informe “La generación interactiva en la Argentina”, realizado por investigadores del Foro Generaciones Interactivas, publicado en 2010, que analizó las conductas de 374 menores de 6 a 9 años de todo el país.
Pese a la criticada alarma con la que la OMS dio a conocer la novedad esta semana, ninguno de los padres consultados por este diario considera retirarles de inmediato el aparato a sus niños. Si bien el tema los preocupa, piensan buscar más información y por el momento darán prioridad al hecho de estar comunicados.
Según explican los expertos en tecnología y los voceros de las compañías consultados, el riesgo de exposición en esta franja etaria disminuye, ya que los menores no suelen tener la actitud de los adolescentes de colgarse a hablar durante horas: prefieren jugar videogames, sacar fotos y enviar mensajes cortos o SMS.
“Hay que hablar mucho y muy seguido para tener un tumor, algo que no pasa con el chico que se dedica a jugar o, en todo caso, manda sms. El informe de la OMS no tuvo en cuenta la evolución en la forma de usar el celular: cada vez se lo mira más y se lo tiene menos en la cabeza”, señaló a PERFIL el consultor Enrique Carrier.

Casos. Lo cierto es que en el siglo XXI, los chicos de todos los estratos sociales conviven con la tecnología con la misma naturalidad con que antes se andaba en triciclo o se jugaba a los cowboys en las calles o al fútbol en los potreros. Y no sólo eso. Los nativos digitales están también expuestos a toda una serie de radiaciones, que van desde el wi-fi pasando por las más comunes ondas de radio hasta de la misma televisión. De modo que determinar causas únicas es muy difícil, y esa es uno de los puntos que se le critican al informe de la OMS.
De todos modos los padres se mantienen alerta. “Mi hija lo usa mucho para sacar fotos, ella cree que es un juguete más”, dice Melisa Sosa, la mamá de Ludmila, quien con seis años usa el celular desde hace dos. Empezó como un modo de mantenerse comunicada con el padre (están separados). “No sabe mandar mensajes y me fijo cuándo lo usa. No hace muchas llamadas, por eso estoy tranquila. Pero de todas maneras me informaré sobre las consecuencias. Me preocupa como madre y como usuaria pero sé que mi nena no vive pegada al celular y en casa se lo mantengo apagado”.
Según el citado informe del Foro Generaciones Interactivas, el 42% de los chicos que usa celulares es porque se los prestan; el 32% lo recibieron como regalo; al 14% se lo dieron los padres; en tanto que el 9% pidió expresamente que se lo compraran.
En este último grupo está Evelyn Gramajo, a quien sus padres ya la abastecieron de cuatro diferentes modelos de celulares, y eso que apenas cuenta con once años. “Tuve desde un celular con linterna, hasta un celular deslizable con cámara de fotos. Me gusta hablar con mis amigas por teléfono, ver cosas de la tarea y también para organizar salidas. Soy de mandar muchos mensajes de texto”, contó Evelyn.
“Si se confirmara la gravedad del uso, lo evaluaríamos pero por el momento es beneficioso porque nos da tranquilidad para poder saber dónde está”, dijo Andrea, su hermana de 36 años.
Esa idea de que sea un mecanismo más de control que de libertad es la que está también detrás de la decisión de Ana Gómez, madre de Nicolás, de diez años. “El usa el celular sobre todo cuando se queda en la casa con la abuela o la tía que lo cuidan cuando yo tengo que trabajar hasta tarde. Decidimos comprárselo para que pudiera estar contactado con nosotros. Pusimos un plan familiar para hablar entre nosotros sin costo adicional y sinceramente no habla más que con su familiares. Para mí es una tranquilidad. No se lo sacaría a pesar del riesgo porque sé que lo usa poco y a mí me brinda una tranquilidad. Lo que hace mucho es escuchar música, sacar fotos y jugar y nada más. A veces lo veo que se pone a hablar con algún compañero de clase pero le marco los límites, pero no es algo común”. Al menos por ahora, los niños argentinos seguirán usando los celulares. Y no hay OMS que valga.

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