ARGENTINA POR ORLANDO C. APRILE
En publicidad nadie es perfecto. Ni siquiera Bernbach
Un libro de Doris Willems aborda la vida creativa de Bill Bernbach y no deja de lado lo que considera sus debilidades ejecutivas al frente de la agencia que fundó en Estados Unidos.
.
Sin lugar a dudas, entre los prohombres de la creatividad publicitaria, Bill Bernbach es el number one en el ranking. Por eso, cuando Advertising Age conformó el cuadro de honor de los publicitarios más influyentes del siglo XX, lo puso a la cabeza.
Sus criaturas son muchas y admirables. Además de Think small para Volkswagen, hay que sumar Funeral también para VW; Mamma mia, para Polaroid; Burning egg, para GTE, y Gorilla para Turister luggage.
Pero para demostrar que nadie es perfecto, Doris Willems escribió y editó por su cuenta un libro con este mismo título y que lleva un subtítulo aclaratorio: Bill Bernbach y la edad dorada de la publicidad.
La autora trabajó en DDB como directora de relaciones públicas y precisamente en esa dorada época de los años ‘50 y ‘60. Por eso tiene información de primera mano. En el texto reconoce que tuvo dudas antes de publicarlo, pero luego de advertir el éxito de Mad Men se convenció que valía la pena hacerlo.
Por supuesto, aunque Willens reconoce el genio creativo de Bernach y especialmente su consigna (The big idea) y su mantra (Do it different), también repasa sus desconocidas debilidades ejecutivas. Señala, con ejemplos, que era inseguro, temeroso y muy obsesivo en el cuidado del patrimonio familiar. También que no estaba muy dispuesto a delegar funciones y responsabilidades. Por eso, dice, la fortaleza creativa de DDB nunca estuvo bien gerenciada. Aunque su mayor error -para Willens- fue no nombrar un heredero creativo y esto resultó en su posterior absorción por Needham Harper.
Pero esta falencia en el management de la agencia, que queda como un dato histórico, no empaña el genio creativo de Bill Bernbach, que nunca aplicó el think small.
El libro de Doris Willens se consigue vía amazon.com
En publicidad nadie es perfecto. Ni siquiera Bernbach
Un libro de Doris Willems aborda la vida creativa de Bill Bernbach y no deja de lado lo que considera sus debilidades ejecutivas al frente de la agencia que fundó en Estados Unidos.
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Sin lugar a dudas, entre los prohombres de la creatividad publicitaria, Bill Bernbach es el number one en el ranking. Por eso, cuando Advertising Age conformó el cuadro de honor de los publicitarios más influyentes del siglo XX, lo puso a la cabeza.
Sus criaturas son muchas y admirables. Además de Think small para Volkswagen, hay que sumar Funeral también para VW; Mamma mia, para Polaroid; Burning egg, para GTE, y Gorilla para Turister luggage.
Pero para demostrar que nadie es perfecto, Doris Willems escribió y editó por su cuenta un libro con este mismo título y que lleva un subtítulo aclaratorio: Bill Bernbach y la edad dorada de la publicidad.
La autora trabajó en DDB como directora de relaciones públicas y precisamente en esa dorada época de los años ‘50 y ‘60. Por eso tiene información de primera mano. En el texto reconoce que tuvo dudas antes de publicarlo, pero luego de advertir el éxito de Mad Men se convenció que valía la pena hacerlo.
Por supuesto, aunque Willens reconoce el genio creativo de Bernach y especialmente su consigna (The big idea) y su mantra (Do it different), también repasa sus desconocidas debilidades ejecutivas. Señala, con ejemplos, que era inseguro, temeroso y muy obsesivo en el cuidado del patrimonio familiar. También que no estaba muy dispuesto a delegar funciones y responsabilidades. Por eso, dice, la fortaleza creativa de DDB nunca estuvo bien gerenciada. Aunque su mayor error -para Willens- fue no nombrar un heredero creativo y esto resultó en su posterior absorción por Needham Harper.
Pero esta falencia en el management de la agencia, que queda como un dato histórico, no empaña el genio creativo de Bill Bernbach, que nunca aplicó el think small.
El libro de Doris Willens se consigue vía amazon.com
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