EL BARRIO TIENE MAS CARTELES QUE LOS PERMITIDOS POR UNA DUDOSA INTERPRETACION DE UNA ORDENANZA
Puerto Madero: intimaron a una empresa por los anuncios
Puerto Madero es, además de los terrenos ferroviarios, el otro refugio que muchos actores del negocio de la publicidad exterior están encontrando ante una realidad que está modificándose en el resto de la Ciudad.Sucede que al barrio más moderno de Buenos Aires no lo maneja el Gobierno porteño sino la Corporación Antiguo Puerto Madero, que ha llevado adelante su desarrollo urbano y donde participan los Estados nacional y porteño.Puerto Madero es un objeto de deseo para todas las marcas porque por allí no sólo circulan turistas sino que es lugar de residencia o de visita para muchos porteños de alto poder adquisitivo.Allí rige una ordenanza sancionada por el ex Concejo Deliberante porteño, en agosto de 1997. Esa norma autoriza columnas de información turística, con una superficie máxima de tres metros cuadrados, que deben estar separados por una distancia de 100 metros y cuya información debe figurar en español, inglés y portugués.Como en esos carteles se permite un uso con fines publicitarios que no debe superar el 30%, una interpretación particular le ha permitido a muchos explotar el negocio. Así, sostienen que se permite que haya un 30% de carteles publicitarios, cuando en realidad lo autorizado es, dentro del cartel turístico, un 30% de uso publicitario.Esa irregularidad ya fue señalada por nota por la Corporación Puerto, en diciembre pasado, a la empresa Mediacity, que es la que tiene la concesión de la cartelería en Puerto Madero hasta el 31 de julio de 2012. Desde el Ministerio de Espacio Público porteño confirmaron que ese tipo de cartelería publicitaria está prohibida.La variante de la ordenanza sobre columnas de información turística fue la vía que empresas del sector encontraron para escaparle a la rígida zonificación que el Código de Planeamiento Urbano estableció sobre Puerto Madero. La categoría es U32, área de protección patrimonial. Y allí está "prohibido el emplazamiento de anuncios en forma saliente, estructuras publicitarias y cualquier otro elemento sobre los techos de los edificos.-
Una expansión hacia otros sitios
Daniel Fernández Quinti
Por las restricciones del Gobierno porteño, la cartelería se expande hacia otros lugares que no están regulados, o mal controlados: los ferroviarios (paredones, puentes o terrenos al costado de las vías), es un caso. Otro: se muda a municipios del GBA con menos imposiciones, o busca ganar espacio en lugares con reglas propias como Puerto Madero, donde las pantallas deben ser para información turística y se usan para vender. En el descontrol absoluto está el caso de Las Cañitas, con tremendos carteles ubicados encima de viejas casas, que prohibió el Gobierno porteño. Y las desmesuradas marquesinas lo invaden todo. Contaminada, entre tantos intereses, pierde la Ciudad.
Puerto Madero: intimaron a una empresa por los anuncios
Puerto Madero es, además de los terrenos ferroviarios, el otro refugio que muchos actores del negocio de la publicidad exterior están encontrando ante una realidad que está modificándose en el resto de la Ciudad.Sucede que al barrio más moderno de Buenos Aires no lo maneja el Gobierno porteño sino la Corporación Antiguo Puerto Madero, que ha llevado adelante su desarrollo urbano y donde participan los Estados nacional y porteño.Puerto Madero es un objeto de deseo para todas las marcas porque por allí no sólo circulan turistas sino que es lugar de residencia o de visita para muchos porteños de alto poder adquisitivo.Allí rige una ordenanza sancionada por el ex Concejo Deliberante porteño, en agosto de 1997. Esa norma autoriza columnas de información turística, con una superficie máxima de tres metros cuadrados, que deben estar separados por una distancia de 100 metros y cuya información debe figurar en español, inglés y portugués.Como en esos carteles se permite un uso con fines publicitarios que no debe superar el 30%, una interpretación particular le ha permitido a muchos explotar el negocio. Así, sostienen que se permite que haya un 30% de carteles publicitarios, cuando en realidad lo autorizado es, dentro del cartel turístico, un 30% de uso publicitario.Esa irregularidad ya fue señalada por nota por la Corporación Puerto, en diciembre pasado, a la empresa Mediacity, que es la que tiene la concesión de la cartelería en Puerto Madero hasta el 31 de julio de 2012. Desde el Ministerio de Espacio Público porteño confirmaron que ese tipo de cartelería publicitaria está prohibida.La variante de la ordenanza sobre columnas de información turística fue la vía que empresas del sector encontraron para escaparle a la rígida zonificación que el Código de Planeamiento Urbano estableció sobre Puerto Madero. La categoría es U32, área de protección patrimonial. Y allí está "prohibido el emplazamiento de anuncios en forma saliente, estructuras publicitarias y cualquier otro elemento sobre los techos de los edificos.-
Una expansión hacia otros sitios
Daniel Fernández Quinti
Por las restricciones del Gobierno porteño, la cartelería se expande hacia otros lugares que no están regulados, o mal controlados: los ferroviarios (paredones, puentes o terrenos al costado de las vías), es un caso. Otro: se muda a municipios del GBA con menos imposiciones, o busca ganar espacio en lugares con reglas propias como Puerto Madero, donde las pantallas deben ser para información turística y se usan para vender. En el descontrol absoluto está el caso de Las Cañitas, con tremendos carteles ubicados encima de viejas casas, que prohibió el Gobierno porteño. Y las desmesuradas marquesinas lo invaden todo. Contaminada, entre tantos intereses, pierde la Ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario