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lunes, 15 de junio de 2009

UNA NUEVA FORMA DE ENTRETENIMIENTO
Las salas de cine 3D ya son un boom en la Argentina
Se inauguraron 15 con esta tecnología y la expansión sigue. El proyector emite dos imágenes que el cerebro interpreta como una, tridimensional. Es la gran apuesta de la industria para no perder público.
Por:
Marcelo Bellucci


La revolución del cine en tres dimensiones agita las pantallas porteñas. Además de una mayor calidad de imagen y sonido, la tecnología del relieve permite a los espectadores estar más cerca de sus ídolos. Y ya es un boom.Las principales cadenas de cine llevan inauguradas 15 salas y tienen planeado continuar con la expansión durante todo este año. El jueves, Hoyts abrió una en el Abasto Shopping y en la primera quincena de julio tendrá otra en el DOT Baires Shopping. Y Cinemark estrenará su quinta sala en Adrogué. Los precios de las entradas para estas películas cuestan 28 pesos, cuando una convencional con celuloide de 35 mm. sale hasta 23.Detrás de este fenómeno en 3D está nada menos que Hollywood, el gran artífice de esta renovación mundial. Con este valor agregado a la imagen, pretende convencer al público de que vuelva a las salas de cines, en lugar de bajar las películas desde su computadora y verlas en un plasma. Sin ir más lejos, en los Estados Unidos el número de cines con capacidad de proyección en tres planos subió en un año y medio de 800 a casi el doble. Prueba del éxito de esta fórmula son los recientes estrenos de Up, Monstruos vs. aliens y Bolt, que, en el país del norte, lograron una cifra récord de concurrencia.El pionero en este campo fue IMAX que, sin embargo, proyecta sus películas en 3D analógico, en cintas de 70 milímetros. Algunas partes están rodadas en dos dimensiones y una indicación en pantalla avisa cuando hay que ponerse los lentes especiales. Pero los dos sistemas que ahora vienen pisando fuerte son totalmente digitales y pueden transmitir en 2D y 3D: el Real D, presente en las salas Cinemark, y el Dolby Labs, que habita en los Hoyts, Showcase y Village. Las películas son de principio a fin tridimensionales. Y si uno se quita las gafas, verá una imagen distorsionada.Durante la proyección el espectador recibe dos imágenes en simultáneo, una a través del ojo izquierdo y otra del derecho. Las imágenes son enviadas con un retraso deliberado y es el cerebro quien, gracias a los lentes Dolby 3D, las une creando la tercera dimensión.Según informó Matías Martí, gerente técnico de Hoyts, en el Dolby Labs "la película llega en un disco rígido y pesa unos 100 GB. Se demora cerca de una hora en cargarla en el proyector HD (alta definición). El archivo viene con una encriptación y una fecha de vencimiento para su activación". Con respecto a los lentes especiales, que se devuelven al final de la función, sostiene que "al igual que con las prendas en los negocios de ropa, incorporan un detector: si te los querés llevar suena la alarma".La virtud del Real D es que emplea unos lentes de polarización circular que permiten mover la cabeza sin perder el efecto de la tridimensionalidad. Además, utiliza una pantalla de color plateado que consigue ganar luminosidad sin exceso de luz. De esta manera no se producen en los espectadores dolores de cabeza ni otras molestias asociadas a la exposición permanente a una imagen de tres dimensiones. El sistema se complementa con un proyector digital y un servidor que se abastece con un software especial llamado Doremi. En este caso, las películas se graban con dos lentes separados por la misma distancia que los ojos humanos. Cuando los films son animados, la profundidad de campo se añade artificialmente a través de computadoras.

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