El país
existe un cambio de hábitos de los consumidores argentinos, según una consultora especializada
El ahorro se puso de moda por la crisis
Menos salidas a restaurantes y más comidas en casa. Se incrementan las compras en los outlets y cayó 30% la venta de indumentaria, ya que se prefiere remendar las prendas usadas. También baja el consumo de entretenimiento.
La crisis cambió los hábitos de los argentinos. El temor que genera la crisis internacional puso “de moda” el ahorro. Cada vez más gente busca alternativas para no gastar dinero en la compra de indumentaria y calzado, sustituir las comidas afuera por el servicio de delivery, reemplazar las salidas con el entretenimiento “dentro de casa”, y no viajar durante las vacaciones. Así lo reveló el informe Roper, elaborado en mayo último por la firma alemana Kleiman Sygnos GfK. “En los últimos seis meses las restricciones en el consumo fueron notables”, dijo a este diario Carolina Erlich, directora de la consultora.Éstos son los rubros donde la gente recorta gastos:• Un 37% de los mil consultados admitió que sustituye cenas en restaurantes por comidas caseras en el hogar. La muestra incluye distritos como la Capital, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. Empresas de primera línea consultadas por Crítica de la Argentina agregaron que es común ver personas que ahora reemplazan los típicos almuerzos en horario laboral por snacks y sopas instantáneas en la oficina. Los últimos datos de otra firma especializada –Home Research– confirmaron la tendencia. • Las ventas de alimentos supercongelados –como vegetales, prefritos, pescados, milanesas y pizzas, entre otros– crecieron un 18% en volumen durante el primer cuatrimestre del año. “Los consumidores de clase media y media alta trasladaron sus comidas afuera al hogar. El consumo de congelados creció justamente porque reemplaza la demanda de cenas en restaurantes por la comida en casa”, dijo a este diario José Luis Grandi, director de Home Research.• Para GfK, la suba de precios en la ropa obligó a un 30% de hombres y mujeres a no comprar prendas nuevas. Esos potenciales consumidores de indumentaria mandaron a remendar sus prendas usadas. “Aquí comienzan a resurgir viejos oficios, por ejemplo el de las costureras. Las cosas se reciclan en vez de ser desechadas”, agregó Erlich.• Los porteños están volviendo a visitar los outlets (locales de segunda selección) de Villa Crespo y las ferias de trueque, en Palermo. “Se está usando mucho lo que en Estados Unidos se conoce como swap parties (fiestas de canje de ropa). Y los que necesitan comprar algunas cosas, como regalos, se dejan guiar por las promociones bancarias, que ofrecen descuentos de hasta 35%”, contó la directora de GfK. • Además se evidenció un incremento del 18% en las ventas online. “En internet se ahorra un 15% promedio porque se puede ser más racionales al no estar en contacto con el producto”, dijo Erlich.• Un 26% dejó de salir para entretenerse. Ahora, se estila pasar más tiempo adentro para ver películas o series en DVD o en internet, jugar con las consolas de video o con la computadora, pasar el tiempo con tradicionales juegos de mesa, como el Scrabble, el Monopoly o el Trivial Pursuit, e incluso hasta contratar los servicios de un “chef a domicilio” que cocina a medida de sus comensales. • Las reuniones sociales “adentro” sustituyeron las salidas a cafés, bares y restaurantes. Según cálculos de empresas alimentarias, uno de cada cinco argentinos de clase media modificó sus costumbres durante los primeros meses del año. En supermercados, por ejemplo, se dispararon las ventas de bebidas alcohólicas. Se venden más vinos de precio medio, de entre 8 y 15 pesos. Yolanda Durán, presidenta de la Cámara de Desarrollo Argentino y del Sudeste Asiático (Cedeapsa), entidad que agrupa a 2.800 supermercados en el país, calculó que se comercializa un 20% más de esas botellas. En Home Research interpretan que el consumo de bebidas en general aumentó 12% porque la gente sale cada vez menos.• Las vacaciones fueron otro de los rubros que los argentinos recortaron este año. Un 24% decidió quedarse en su casa. “La gente analiza otras opciones, como ir de camping o quedarse en la ciudad y buscar programas económicos para compartir en familia”, ejemplificó Erlich, de GfK.Los cambios, caso por casoEl almuerzo en horario laboral se sustituye por snacks, galletitas y sopas instantáneas. En Kraft Foods, la fabricante de Club Social, Oreo y Cerealitas, notaron este cambio. “Hay más consumidores que reemplazan un plato de comida por un caldo y un paquete de galletas”, explicó Pedro López Matheu, director de asuntos corporativos de Kraft Foods Cono Sur. En las firmas Unilever (Knorr) y Molinos Río de la Plata (Granja del Sol y caldos Luchetti) también evidenciaron cambios de hábitos alimenticios entre los consumidores de sus marcas. “La gente ha dejado de salir e invierte en alimentos de mayor calidad para consumo hogareño. El consumidor aprovecha más las promociones de las grandes marcas en supermercados y evita hacer consumos superfluos e injustificados en restaurantes”, explicó una ejecutiva de Molinos, propiedad del empresario Gregorio Perez Companc. La francesa Danone notó cambios en las frecuencias de consumo: “La gente compra menos cantidad, pero consume más veces durante el mes”, explicaron. En la compañía gala también evidenciaron un incremento de productos “en envases más rendidores”.
existe un cambio de hábitos de los consumidores argentinos, según una consultora especializada
El ahorro se puso de moda por la crisis
Menos salidas a restaurantes y más comidas en casa. Se incrementan las compras en los outlets y cayó 30% la venta de indumentaria, ya que se prefiere remendar las prendas usadas. También baja el consumo de entretenimiento.
La crisis cambió los hábitos de los argentinos. El temor que genera la crisis internacional puso “de moda” el ahorro. Cada vez más gente busca alternativas para no gastar dinero en la compra de indumentaria y calzado, sustituir las comidas afuera por el servicio de delivery, reemplazar las salidas con el entretenimiento “dentro de casa”, y no viajar durante las vacaciones. Así lo reveló el informe Roper, elaborado en mayo último por la firma alemana Kleiman Sygnos GfK. “En los últimos seis meses las restricciones en el consumo fueron notables”, dijo a este diario Carolina Erlich, directora de la consultora.Éstos son los rubros donde la gente recorta gastos:• Un 37% de los mil consultados admitió que sustituye cenas en restaurantes por comidas caseras en el hogar. La muestra incluye distritos como la Capital, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. Empresas de primera línea consultadas por Crítica de la Argentina agregaron que es común ver personas que ahora reemplazan los típicos almuerzos en horario laboral por snacks y sopas instantáneas en la oficina. Los últimos datos de otra firma especializada –Home Research– confirmaron la tendencia. • Las ventas de alimentos supercongelados –como vegetales, prefritos, pescados, milanesas y pizzas, entre otros– crecieron un 18% en volumen durante el primer cuatrimestre del año. “Los consumidores de clase media y media alta trasladaron sus comidas afuera al hogar. El consumo de congelados creció justamente porque reemplaza la demanda de cenas en restaurantes por la comida en casa”, dijo a este diario José Luis Grandi, director de Home Research.• Para GfK, la suba de precios en la ropa obligó a un 30% de hombres y mujeres a no comprar prendas nuevas. Esos potenciales consumidores de indumentaria mandaron a remendar sus prendas usadas. “Aquí comienzan a resurgir viejos oficios, por ejemplo el de las costureras. Las cosas se reciclan en vez de ser desechadas”, agregó Erlich.• Los porteños están volviendo a visitar los outlets (locales de segunda selección) de Villa Crespo y las ferias de trueque, en Palermo. “Se está usando mucho lo que en Estados Unidos se conoce como swap parties (fiestas de canje de ropa). Y los que necesitan comprar algunas cosas, como regalos, se dejan guiar por las promociones bancarias, que ofrecen descuentos de hasta 35%”, contó la directora de GfK. • Además se evidenció un incremento del 18% en las ventas online. “En internet se ahorra un 15% promedio porque se puede ser más racionales al no estar en contacto con el producto”, dijo Erlich.• Un 26% dejó de salir para entretenerse. Ahora, se estila pasar más tiempo adentro para ver películas o series en DVD o en internet, jugar con las consolas de video o con la computadora, pasar el tiempo con tradicionales juegos de mesa, como el Scrabble, el Monopoly o el Trivial Pursuit, e incluso hasta contratar los servicios de un “chef a domicilio” que cocina a medida de sus comensales. • Las reuniones sociales “adentro” sustituyeron las salidas a cafés, bares y restaurantes. Según cálculos de empresas alimentarias, uno de cada cinco argentinos de clase media modificó sus costumbres durante los primeros meses del año. En supermercados, por ejemplo, se dispararon las ventas de bebidas alcohólicas. Se venden más vinos de precio medio, de entre 8 y 15 pesos. Yolanda Durán, presidenta de la Cámara de Desarrollo Argentino y del Sudeste Asiático (Cedeapsa), entidad que agrupa a 2.800 supermercados en el país, calculó que se comercializa un 20% más de esas botellas. En Home Research interpretan que el consumo de bebidas en general aumentó 12% porque la gente sale cada vez menos.• Las vacaciones fueron otro de los rubros que los argentinos recortaron este año. Un 24% decidió quedarse en su casa. “La gente analiza otras opciones, como ir de camping o quedarse en la ciudad y buscar programas económicos para compartir en familia”, ejemplificó Erlich, de GfK.Los cambios, caso por casoEl almuerzo en horario laboral se sustituye por snacks, galletitas y sopas instantáneas. En Kraft Foods, la fabricante de Club Social, Oreo y Cerealitas, notaron este cambio. “Hay más consumidores que reemplazan un plato de comida por un caldo y un paquete de galletas”, explicó Pedro López Matheu, director de asuntos corporativos de Kraft Foods Cono Sur. En las firmas Unilever (Knorr) y Molinos Río de la Plata (Granja del Sol y caldos Luchetti) también evidenciaron cambios de hábitos alimenticios entre los consumidores de sus marcas. “La gente ha dejado de salir e invierte en alimentos de mayor calidad para consumo hogareño. El consumidor aprovecha más las promociones de las grandes marcas en supermercados y evita hacer consumos superfluos e injustificados en restaurantes”, explicó una ejecutiva de Molinos, propiedad del empresario Gregorio Perez Companc. La francesa Danone notó cambios en las frecuencias de consumo: “La gente compra menos cantidad, pero consume más veces durante el mes”, explicaron. En la compañía gala también evidenciaron un incremento de productos “en envases más rendidores”.
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