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En una localidad española saltan a los bebés desde el año 1621


La pasada edición fue seguida por cinco televisiones internacionales y nacionales. El pasado fin de semana Castrillo de Murcia (Burgos) celebró una de sus tradiciones más conocidas y curiosas. Se trata de la tradición anual del Colacho, nacida en 1621.Para esta fiesta, se coloca en la calle una treintena de colchones con cuatro bebés de menos de seis meses en cada uno de ellos para que un hombre los vaya saltando, como si se tratara de una carrera de obstáculos. El que salta se llama "colacho", se cubre el rostro con una máscara que se quita para saltar; lleva en la mano izquierda un enorme castañuelón y en la derecha un palo rematado con una cola de caballo y viste vivos colores.Según la tradición, este salto es "protector" y los aleja de las hernias, que en la Edad Media se atribuían al demonio.Segundos después de los primeros repiques de campanas que acompañan a la procesión comienza una sinfonía de llantos difícilmente acallable, aunque las madres intentan, con sus sonajeros, calmar a las criaturas, y a ellas mismas. Y tal es el éxito de esta fiesta que cada año participan bebés que llegan desde más lejos y la lista de espera para ser colacho sigue creciendo.Después del salto protector, niños y niñas de primera comunión lanzan pétalos de rosa, mientras los bebés reciben la bendición del Santísimo. Sus madres, entonces, respiran tranquilas. Muchas son las voces que llevan tiempo echando de menos aquel carácter litúrgico del colacho, ese que hoy se ha dejado de lado para dar paso al sentido más folclórico y mediático de la fiesta. Al menos cinco canales de televisión de carácter nacional e internacional, como ‘National Geographic’, estaban ayer en Castrillo de Murcia, por no hablar de la cantidad de cámaras de fotos que, a flash por segundo, retrataban a los infantes, publica el portal diariodeburgos.es.