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martes, 22 de julio de 2014

Las editoriales suman a los escritores en su guerra digital contra Amazon

Más de 500 autores, entre ellos Paul Auster y Stephen King, piden que la compañía liderada por Jeff Bezos no tome a los libros "como rehenes"
 
Foto: AFP 
 
Lejos de amainar, el conflicto que enfrenta a Amazon con editoriales de Alemania, Estados Unidos y Reino Unido va a peor. Grandes nombres de la literatura estadounidense y británica, desde Paul Auster hasta Stephen King, Tobias Wolff o la última ganadora del Premio Pulitzer, Donna Tartt, han entrado en este enfrentamiento con una carta abierta promovida por el autor de best sellers Douglas Preston en la que acusan a Amazon de "tomar a los libros como rehenes". El último episodio ha sido la oferta del gigante de las compras en Internet, que se dirigió la semana pasada a los autores afectados por la guerra comercial y les dijo que, si Hachetteestaba de acuerdo, podrían llevarse el 100% del importe de cada libro electrónico que se venda mientras se prolongue el conflicto. Tanto el grupo editorial como la Asociación de Escritores de EE UU han rechazado la oferta.
La propuesta de Amazon está dirigida a autores de Hachette -que forma parte del grupo francés Lagardère-, agentes literarios y a la presidenta de la Asociación de Escritores de EE.UU., Roxana Robinson. "Mientras dure la disputa, los autores recibirán el 100% del precio de venta de cualquier de sus libros en formato e-book que vendamos. Tanto Amazon como Hachette renunciarán a todos los ingresos y beneficios por sus libros hasta que se llegue a un acuerdo. Si vendemos un libro a 9,99 dólares el autor recibirá 9,99 dólares, mucho más de lo que normalmente consigue. Si Hachette está de acuerdo podemos aplicar la oferta en 72 horas", señala la carta, según el texto facilitado por un vocero de Amazon.
La Asociación de Escritores estadounidenses ha declinado la oferta en una carta firmada por su vicepresidente, el novelista Richard Russo, que se muestra dura con la compañía de Seattle, aunque también reparte estopa a los editores tradicionales, a los que acusa "de no haber sido justos con los beneficios de los e-books" y mantiene que "eso tiene que cambiar". "A lo largo de los años, nuestra asociación se ha opuesto a las tácticas de Amazon, no porque seamos anti-Amazon sino porque creemos que la compañía se ha pasado de la raya y amenaza el ecosistema editorial. Pone en peligro tanto el modo de vida de los autores como incluso el futuro de lo que representa ser un autor. El ecosistema del libro tiene que ser tan diverso como sea posible, pero creemos que no puede sobrevivir si alguna de las entidades que participan en él quiere destruir a otras", prosigue el texto.
Creemos que Amazon se ha pasado de la raya y amenaza el ecosistema editorial. Pone en peligro tanto el modo de vida de los autores como incluso el futuro de lo que representa ser un autor, dijo el novelista Richard Russo, de la Asociación de Escritores estadounidenses
La otra misiva de escritores ha reunido en apenas unas semanas las firmas 500 autores, a los que Douglas Preston pide que escriban directamente a Jeff Bezos para que cambie su estrategia. "Como escritores -algunos, pero no todos publicados por Hachette- creemos firmemente que ningún librero debe bloquear la venta de libros, impedir o disuadir a los clientes de comprar los libros que quieran", prosigue esta carta. "Hemos hecho ganar a Amazon muchos millones de dólares y en los últimos años hemos colaborado, de forma gratuita, con la empresa. Esta no es manera de tratar a un socio comercial. Tampoco es la forma correcta de tratar a tus amigos. Sin tomar partido en la disputa contractual entre Hachette y Amazon, pedimos a Amazon en los términos más rotundos posibles que ponga fin a un enfrentamiento que daña el sustento de los autores con los que ha construido su negocio. Ninguno de nosotros, ni los lectores ni los autores, se benefician cuando los libros son tomados como rehenes".
La disputa comercial entre Amazon y los editores se desarrolla en varios frentes. En Estados Unidos, mantiene abierto un conflicto con la filial del grupo Hachette sobre el reparto de los porcentajes que se llevan vendedor y editor sobre los libros. Al no alcanzar un acuerdo, tomó una serie de medidas contra los volúmenes de esta editorial, que afectan a autores tan difundidos como J. K. Rowling, como retrasar su envío, subir el precio o retirar el botón que permite pedir libros por adelantado. En Alemania está teniendo lugar una disputa similar con las filiales del grupo sueco Bonnier y las medidas contra los autores son similares. Amazon ya controla en torno al 60% del mercado del libro en EE UU y cerca del 25 por ciento en Alemania. En el caso de los libros electrónicos, domina en torno al 65 por ciento.
 
Foto: AFP 
La revista británica del sector The Bookseller reveló a finales de junio que la guerra comercial ha llegado además a Reino Unido, y que esta vez afecta a pequeños editores, no sólo a gigantes como Hachette o Bonnier. Según este medio, que cita fuentes del sector con conocimiento de los contratos, Amazon ha cambiado las cláusulas en los acuerdos que firma con las editoriales independientes con una exigencia que resulta especialmente preocupante para ellos: si el editor se queda sin ejemplares de un determinado título, Amazon podría enviarlo a un posible comprador con un sistema de impresión a medida (print on demand).
Algunos actores de la industria del libro creen que la estrategia de Amazon es reducir paulatinamente el papel de las editoriales. Ofertas como la de pagar a los autores el 100 por ciento del importe de un libro en medio de la disputa comercial o imprimir directamente los libros que una editorial no tenga en su depósito formarían parte, según diferentes editores, de esta estrategia. "Los editores temen que la cláusula de impresión a medida permita a Amazon controlar sus existencias", escribe The Bookseller.
Amazon, una empresa tradicionalmente muy secretista en los datos que difunde, insiste en que una disputa de estas características es normal. "La negociación es el pan nuestro de cada día para cualquier comerciante. Tenemos miles de proveedores con los que estamos en contacto constante y con los que ajustamos nuestros acuerdos financieros", ha señalado a la revista alemana Spiegel el presidente de Amazon Alemania, Ralf Kleber. Sobre la carta de los escritores, un portavoz de Amazon dijo al diario británico The Guardian: "Nos tomamos muy en serio y lamentamos que una disputa comercial tenga un impacto sobre los autores"..

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