Cuando la tecnologia une

Los videojuegos acercan a padres e hijos

El auge de las consolas hogareñas genera una nueva forma de vínculo familiar. Para los especialistas, el juego fomenta el diálogo y la cercanía emocional. Los testimonios.

Por Gisela Nicosia

Nicolás Ilarraz trata de vencer a sus hijos Franciso y Mateo, de siete y tres años.

Las consolas hogareñas han invadido la vida cotidiana familiar y la tecnología logró generar nuevos vínculos entre los padres e hijos. Jugar en la PC, en la PlayStation, la Wii o la Xbox motiva una nueva forma de relacionarse, donde las distancias parentales se acortan y se fomenta el dialogo.

“Compartir el gusto por los juegos virtuales, con las consolas hogareñas, genera acercamiento a los hijos. Es la apertura al dialogo, porque siempre a los padres les cuesta encontrar la forma para hablar con sus hijos, por dificultades propias o de horarios laborales”, aseguró la psicóloga Beatriz Goldberg.
El hombre, al jugar con su hijo, se siente más joven y más cercano a través de la tecnología. “Lo importante es la calidad de tiempo, no la cantidad. Mientras juegan, el padre debe tener la intención de compartir un espacio donde se pueden hablar sobre temas complejos, como los miedos, el sexo, los amigos y problemas de la escuela. No debe ser espacio donde los padres sólo se diviertan, sino que lo utilicen para conocer a sus hijos y lo que sienten”, concluyó Goldberg.
Federico Salvai, jefe de Gabinete del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires, junto a su hijo Mateo, de 4 años, elige los juegos de Toy Story, Spiderman y Ben10. “Nos une jugar juntos porque siempre somos del mismo equipo, no competimos entre nosotros y en las partes difíciles me pide que lo ayude. Como trabajo mucho, antes de ir a dormir jugamos una hora mientras hablamos de cosas del día. Siento que es mi momento para encontrarme con mi hijo”, contó Salvai, que utiliza la PlayStation Move, que reproduce en la pantalla los movimientos del joystick.
En el caso de Nicolás Ilarraz, sus dos hijos, Mateo y Juan Francisco, de 7 y 3, desde pequeños mantienen la pasión por jugar. “Empezaron usando la PC pero ahora les encanta jugar a la Play. Los tres jugamos al Pro Evolution Soccer 2011, también al Call Of Duty –juego de guerra–, pero con la opción de protección a menores, donde las imagenes de violencia se omiten”, contó Nicolás, que cada día aprende de su hijo mayor. “Mateo me explica trucos y me dice lo que tengo que hacer para ganar. Hay cosas que descubro con él porque sabe más trucos que yo. Después de cada juego, nos dan ganas de seguir haciendo otras cosas juntos”, explicó Ilarraz.
Con la consola Wii, que se basa en la detección de movimiento del joystick, pueden jugar hasta los más pequeños. Benicio tiene 2 años y junto a su papá, Nicolás Calcagno, se divierte con los juegos de aventura de Shrek. “Trato de compartir el mayor tiempo juntos y a él le encanta jugar. Si bien es chico, me enseña y me corrige para que gane puntos en cada juego. A la PlayStation me ve jugar y le doy el control de la consola como para que piense que juega; él se pone muy contento, y nos reímos juntos”, aseguró Calcagno, que antes de ser padre jugaba con amigos. “Con mi hijo es otra diversión y creo que compartir desde ahora estos momentos nos acercará mucho en un futuro, cuando crezca”, finalizó.
En el caso de las madres, el vínculo se genera desde otro lugar, no desde la tecnología. Es posible que en la vida familiar cotidiana la madre tenga más oportunidades que el padre de establecer y mantener acercamientos afectivos con sus hijos, por lo cual no necesitaría “interferir” en ese ámbito de los videojuegos. El hombre combina un momento de diversión para llegar a lo emocional con sus hijos. La comunicóloga especializada en tecnología educativa, Natalia Sternschein, asegura que hay que incentivar con juegos donde apropien los valores correctos y mediante la tecnología es posible educarlos de forma divertiva y fácil.

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Los riesgos de la violencia

Los videojuegos más violentos siguen siendo los más elegidos. El Call of Duty y el God of War, juegos de guerra, son los preferidos por su realismo en los gráficos, como también el GTA Revolution, que es un juego donde se deben cumplir misiones de robo de autos, asesinatos y compra de droga.
Carina Kaplan, becaria del Conicet, investiga sobre las conductas violentas de los adolescentes. “Varios juegos fueron prohibidos por el realismo de su contenido. Un niño que utiliza juegos violentos gran cantidad de horas, solo, sin que ningún adulto le clarifique que el juego es una ficción, puede elaborar conceptos equivocados de la realidad. Es importante evitarlos y reemplazarlo con otros que motiven el intelecto del niño y que lo formen como persona”, explicó. El psicólogo Jorge Tarditi dice que hay que establecer pautas para jugar. “Los juegos les permitirán al padre establecer valores de conducta diferenciando la realidad de la ficción. Los chicos no. Es necesario pautar los tiempos de comienzo y finalización de los horarios, el cual deben respetar”, sostuvo Tarditi.