Campañas Negativas: Una constante que se reiteró en estas elecciones.
Por Lic. Rodrigo Giagnacovo.

Desde que se adelantaron las elecciones, las estrategias de comunicación elegidas por los diferentes candidatos fueron las llamadas “campañas negativas” nacionalizando las mismas. Cada uno de ellos, priorizando atacar a sus oponentes, dejó de lado estrategias de comunicación basadas en explicar como van a solucionar los problemas del electorado.Durante el transcurso de la campaña, se pudo observar a Kirchner acusando tanto a Macri y a De Narváez de representar el modelo de los años 90, estrategia que casi estuvo a punto de instalarse en la sociedad.Las declaraciones inoportunas y contradictorias que realizaron Macri y De Narváez sobre el tema de las privatizaciones parecía que podía favorecer a ello, pero no fue así a causa del rechazo tan fuerte de la gente contra el ex presidente.Por otro lado, desde Unión Pro siempre atacaban al oficialismo por su manera autoritaria de gobernar, dejando de lado la estrategia de hace dos años donde se priorizaba hablar de lo que se iba a hacer para solucionar los problemas de la ciudad y de la provincia. A su vez, por medio de la televisión, se motivaba a la gente a participar , con una muy buena publicidad, pero con un mensaje negativo que decía: “Si no participas, te van a robar” en una clara alusión a un posible fraude por parte del oficialismo. Igualmente, no es una sorpresa lo sucedido. Es algo habitual que va a seguir, ya que “las campañas negativas son ideales para la política Argentina”.Para poder entender esta situación, se puede buscar en la falta de propuestas que los políticos tienen para solucionar los problemas de la gente, hecho que viene sucediendo desde fines del siglo XX.Por consiguiente, desde entonces fueron recurrentes las campañas negativas, y salvo alguna muy aislada como fue la elección de hace dos años de Macri en capital, en la cual priorizó un discurso positivo. Allí hablaba de los problemas que se necesitaban solucionar, solo defendiéndose de los ataques rivales, sin generar polémicas que perjudicaran su elección.Colaborando con esto, aparece la mediatización de las campañas, este fenómeno que día a día va tomando mayor relevancia en nuestro país, llevo a que lo único que importa es la imagen que dejen los candidatos ante el público. Su oratoria, su vestimenta, sus expresiones son preferidos antes que las propuestas, otorgándole a estos últimos un rol secundario.Concluyendo, las campañas negativas tienen en la actualidad de las elecciones políticas de la Argentina un lugar de privilegio, siendo la estrategia favorita de los candidatos para alcanzar el éxito en las urnas.