Un nuevo recurso de la red
Crece el uso de la Web para conseguir sponsors de ideas
Por Mauricio Nolo Pedrat
Es una tendencia mundial que llegó a la Argentina. Particulares suben proyectos a sitios especializados y encuentran quienes los financien. A cambio les piden porcentajes de ganancias u otras condiciones.
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El referente local. Alfredo Casero subió a un sitio de “crowdfunding” su idea: filmar la película del mítico “Cha Cha Cha”. Logró recaudar más dinero de los 25.000 dólares que necesitaba.
En Estados Unidos y Europa es furor. Y llegó a la Argentina: el crowdfunding o financiamiento colectivo ya logró que más de 130 emprendedores argentinos estén financiando sus proyectos artísticos y productivos a través de Internet, gracias a la colaboración de socios desconocidos.
En sólo ocho meses, ya cuatro páginas web que proponen el sistema desembarcaron en el país. Funcionan como una comunidad de compra anticipada , con un sistema de recompensas que le permite a quien aporta llevarse algo a cambio. Idea.me y TuMecenas.com son los más activos, y los que han logrado conseguir la mayor cantidad de financiamientos exitosos. También existen Bananacash.com.ar y Proyectanos.com. Estos portales consiguieron aportes de sus comunidades que superan los 500.000 pesos, y ya lograron que 21 proyectos recaudaran toda la inversión necesaria y más de un centenar estén en pleno proceso para llegar a ese objetivo. Hay iniciativas de todo tipo.
“ En la Argentina no hay nadie que te financie si tenés una idea o un sueño. Algo que se te ocurrió a vos, tu primo o a tus amigos”, señala Guido Tenenbaum, titular de TuMecenas.com. Mariano Suarez-Batttan, director de Idea.me, agrega que “la idea no es generar una sensación de ‘pobrecitos, vamos a ayudar’, sino que hay alguien que está tratando de hacer algo que es su pasión, y uno tiene la libertad de apoyarlo. Ya sea por ayudar a esa persona o porque está proponiendo algo interesante y uno lo quiere tener”.
El sistema ofrece a los usuarios la posibilidad de aportar sumas de dinero. A cambio, los ideólogos ofrecen recompensas de todo tipo, y en ese sentido apelan a la creatividad. En el caso de Juana Isola, que busca producir zapatos de formato clásico con diseño moderno bajo la marca Banana Fish, el productor –como llaman a quien colabora económicamente– puede comprar desde creaciones exclusivas hasta dibujos y cuentos de puño y letra de su creadora. Juana explica: “Busco mostrar que, desde la marca, se considera que el que usa Banana Fish es una persona a la que le gusta el arte”.
Los portales ya recibieron más de 840 propuestas, pero no todas prosperaron. Los administradores se ocupan de hacer un seguimiento previo y averiguaciones, ya que los proyectos deben cumplir ciertos requisitos para evitar la difusión de ideas inviables. Y para evitar también que los aportes de los productores sean utilizados en fines que no tengan que ver con el objetivo inicial, los portales no entregan ninguna suma de dinero a proyectistas que no hayan alcanzado la meta del 100% del monto solicitado. El sitio cobra por la gestión una comisión promedio del 5% del total recaudado, sólo en los casos exitosos.
Lucía Suarez-Battan, también directora de Idea.me, explica que el presupuesto mínimo son 2.000 pesos y que no se incluyen ganancias. “Son lo indispensable para poder concretar la idea. Hay que pensar que el emprendedor gana el cien por ciento de la venta de lo que produzca, porque esa producción tuvo un costo cero ”, detalla. En el caso en que no se alcance la meta, los aportes se devuelven a los productores que colaboraron con esa iniciativa.
El financiamiento colectivo también permite conseguir sumas superiores a las necesarias, ya que los sitios no cierran el proyecto al momento de alcanzar la meta, sino que respetan el tiempo de exposición en todos los casos (55 días). Alfredo Casero, por ejemplo, consiguió el apoyo de más de 1.200 personas que aportaron 25.000 dólares, 3.000 más de los que necesitaba para su película (ver Desde poner...). El actor, que colabora con otras ideas de los portales y se convirtió en el referente local del crowdfunding , tiene una visión propia del sistema: “ Si la idea es buena, la gente pone plata; si no, no.
No tiene que ser un ‘debés poner plata porque a otro le falta’, porque para eso hay otros carriles”.
Además de financiación, los portales de crowdfunding ofrecen difusión y publicidad de los productos que se proponen en sus páginas. Un excelente canal de comunicación, si se considera que ya reciben más de 10.000 visitas diarias. Parece que el financiamiento colectivo llegó para quedarse y para darles a los creativos la oportunidad de concretar proyectos que, de otro modo, les serían inalcanzables.
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