Cerveza y rugby: el tackle menos pensado
En el reino de los estereotipos, la cerveza es reina. En ese contexto, esta bebida protagoniza una alianza indestructible con un deporte en particular: aunque el consumidor real de cerveza vea fútbol, tenis o automovilismo, hay un vínculo inevitable con el rugby, sobre todo a partir de los terceros tiempos y ese imaginario de muchachos grandotes, rubias preciosas y mucho chopp dando vueltas, después de la ovalada y los golpes sobre el barro.
Inspirados en esas imágenes, los creativos de Ogilvy Argentina pusieron en marcha una más que interesante activación para Cerveza Salta, marca de su cliente CCU, compañía que produce y distribuye etiquetas como Schneider, Heineken, Budweiser, Imperial, Corona, Palermo, Santa Fe, Córdoba, Bieckert. Bautizada “Rugbeer” (no hace falta explicar el origen del nombre, ¿no?), se trata de una máquina que dispensa latas de cerveza; todas Salta, claro.
Hasta ahí, nada extraño. Pero…
Como se ve, la idea llega a su mejor cara a partir del método que tienen que emplear los usuarios para que luego de introducir la moneda, la máquina escupa el producto requerido. Una alfombra semimojada ubicada al costado de la máquina resulta la mejor superficie posible para que el rugbier de turno despliegue su potencia y ensaye un tackle como si estuviera frente a un rival robusto y sediento de try. Una suerte de barra para medir la potencia del impacto redondea el impacto de la idea.
Luego de debutar en un bar céntrico de la cuidad de Salta, la máquina inicia por estos días una recorrida para que todos los fanáticos del rugby de la provincia puedan experimentar la sensación de tomar cerveza a fuerza de empujones. La idea, que intentará robarse la mirada internacional durante el festival de Cannes Lions que se inicia el próximo 17 de junio, explota con originalidad y un alto nivel de interactividad el vínculo que todo consumidor tiene con su cerveza favorita, refuerza la presencia de la marca en un ámbito clave como son los bares y potencia las ventas.
Ni bien se difundió “Rugbeer”, recordé dos activaciones también realizadas por la oficina local de Ogilvy Argentina. La primera, por involucrar también una máquina de bebidas. “La máquina de la amistad”, de Coca-Cola, que se puso en marcha en siete países de América latina y que además se llevó dos premios Clio el año pasado, a partir de una tentadora propuesta: dos botellas de Coca al precio de una, con el valor agregado de obligar a un esfuerzo entre amigos para obtenerlas.
Y la segunda, por tratarse de otra cerveza (Budweiser) y por unir deporte y noche, dos espacios muy frecuentados por los consumidores de la marca: el “Poolball”.
En los tres casos, la marca sacude al consumidor a través de una experiencia única, al punto de obligarlo a un esfuerzo físico que acompaña la relación comercial a cambio de un momento inédito de diversión.
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