A The Hour, el nuevo drama de la BBC, sólo le falta la pinchadura de los teléfonos
(Advertising Age) - El paralelismo con el drama real del imperio Murdoch incluye los primeros tiempos de los noticieros de TV, corrupción, sobornos y encubrimientos, más el frenético ritmo de la saga de News Corp. Ambientada en los ‘50s, es natural que falten las pinchaduras.
- Romola Garai, Dominic West y Ben Whishaw en The Hour.
Los televidentes británicos pudieron ver el martes por la noche, en la pantalla de la BBC, la historia de un periodista sobornando a un policía. Después miraron como ejecutivos top de los medios cenaban con el vocero del primer ministro, y presenciaron un desfile de nepotismo, celebridades, corrupción, conspiración y encubrimientos, todo mientras la economía del país se debatía en medio de una severa restricción crediticia.
No, no era la cobertura del escándalo de pinchaduras de teléfonos de News of the World, ni aparecían Rupert y James Murdoch en pantalla.
Era el debut de The Hour, un nuevo drama de seis partes sobre la revolución en los noticieros de TV ambientada en los últimos años de la década del ‘50, mezclada con una fuerte dosis de vibración provocada por crímenes, al más puro estilo policial.
El paralelo con la saga de News Corp. no es lo único que hace parecer a The Hour tan familiar a los ojos británicos. Los hombres usan trajes de línea elegante y tienen su pelo peinado con raya; hay un sexismo casual y una tendencia a beber no tan casual en casi todas las escenas; eventos históricos que arman un tenso telón de fondo, y el fumar es tan ubicuo que un cigarrillo en particular jugó un papel central en el argumento.
Si, era imposible no pensar en Mad Men al mirar a The Hour. El show tiene la propia figura de Don Draper, el protagonista de Mad Men, en el trabajo de Dominic West, quien personifica a Hector Madden, el anchorman de The Hour, el programa de noticias ubicado en el centro del drama, y un elegante mujeriego casado con una mujer vestida en forma impresionante.
La ambiciosa mujer que rompe la barrera del sexismo no es Peggy Olson sino Bel Rowley, la productora del show. La Rowley es interpretada por Romola Garai, quien es desafortunadamente conocida por los estadounidenses por su rol en Dirty Dancing: Havana Nights, una película que nunca debió haber visto la luz. Desde entonces, sin embargo, ella ha probado ser una talentosa y exitosa actriz de cine y TV.
En lugar del obsesivo, conservador, privilegiado y nada confiable Pete Campbell, The Hour tiene al juvenil Freddie Lyon (Ben Whishaw), que es su exacto opuesto. Lyon es un brillante rebelde y un outsider en la búsqueda de la verdad, pero no está elude sobornar a un policía para ayudar a encontrarla.
Puede ser porque el escándalo de la pinchadura de teléfonos es tan actual, pero The Hour se parece a menudo demasiado al original, particularmente cuando la agotada Ruth Elms dice: “Usted piensa que vive en una democracia. Piensa que este país encarna a la libertad de expresión. Y no es así”. Elms también cita a Mark Twain, diciendo: “Una conspiración es nada más que un secreto acuerdo de un número de hombres para perseguir políticas que no se atreven a admitir en público”.
Similar a esto, Bel Rowley tolera al despreciable vocero del primer ministro porque, según ella explica, “uno tiene que ser un tonto para convertirse en enemigo de alguien cercano al gobierno”, y uno de sus colegas sugiere que uno debe “hacer todo lo que hace falta” para conseguir una nota periodística. The Hour tiene el frenético ritmo del escándalo de News Corp, unido al estilo y los convincentes personajes de Mad Men (aunque las comparaciones con Mad Men pueden ser algo elogiosas para el nuevo show).
The Hour consigue, no obstante, más televidentes que su rival de Estados Unidos, en parte porque fue proyectada por un canal más popular. Las cifras oficiales no están todavía disponibles, pero Alison Graham, editor de TV en Radio Times Magazine, de la BBC, tuiteó: “The Hour consiguió 2,9 millones de espectadores la noche pasada, una muy buena cifra para BBC 2”. El primer episodio del cuarto año de Mad Men atrajo sólo 355.300 televidentes en BBC 4, en septiembre de 2010, según Broadcast Magazine.
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