Miradas al Sur cumplió tres años y se reconoce fruto de este nuevo tiempo
Publicado el 26 de Mayo de 2011
Para los que piensan que hay más de una realidad. Para los que piensan que hace falta otra mirada. Para los que piensan.” Con este principio como baluarte, el 18 de mayo el semanario Miradas al Sur cumplió tres años. Desde su primera edición, Miradas continúa invitando a los lectores todos los domingos al análisis profundo y reflexivo de los temas tratados. Y a una instalación de debates que permanece y excede “toda la semana”.
En su edición del domingo 22 su director, Eduardo Anguita, plantea y explicita la línea editorial desde la cual Miradas analiza las “realidades” y los debates que se vienen, desde mayo de 2008: “Si a Claudio Escribano lo excitaba ser descendiente de la pata del caballo de Bartolomé Mitre y codearse con los dictadores, no tiene nada de malo que a este humilde ¿ex? militante y periodista canoso –como a la mayoría de los que hacemos Miradas– le encante sentirse hijo de las Madres, las Abuelas y de ese Flaco que desafió gigantes pero que tuvo un sentido de la oportunidad y de la construcción colectiva que todavía no podemos dimensionar.”
El director de Miradas menciona también algunos de los hitos de la publicación del Grupo Veintitrés –el cual también integra Tiempo Argentino– en estos tres años: “Los aportes se fueron sumando para que seamos ahora un espacio consolidado. Salimos con el suplemento Ni a Palos mucho antes de que se hablara de la explosión política juvenil. Al equipo se sumaron profesionales valiosos, como Daniel Cecchini, Eduardo Blaustein y Miguel Russo. Tenemos una colección de dvds que resultó todo un hallazgo y una página web que nos permite llegar a un público que no nos puede encontrar en los kioscos”.
Miradas está dejando su marca distintiva entre los medios gráficos argentinos. En palabras de Eduardo Anguita: “Miradas al Sur hace periodismo, resguarda el proceso de la información para custodiar la verdad... Somos un fruto del tiempo, como lo son otras expresiones de estos tiempos fértiles y potentes. Como lo fueron otros que tuvieron que publicar verdades en imprentas clandestinas o reproduciendo las grabaciones que llegaban desde Madrid o las cárceles, mientras la prensa del sistema estaba blindada por dictadores o empresas monopólicas. Pero hay algo fundamental que dejan tres años de acompañar y ser parte del cambio. La seguridad de ocupar un lugar en la comunicación no la da la capacidad de pelear contra quienes usan los medios como escudo de sus negocios. Para nada. Lo único que otorga identidad es abrir las páginas a los protagonistas del cambio que viven la Argentina y América latina. A los protagonistas principales, a las organizaciones sociales y de trabajadores, a sus historias de vida, a la recuperación de la memoria colectiva y a los debates de lo que viene. Parafraseando a Kirchner, Miradas al Sur no quiere ser lo último de lo viejo. Queremos ser parte de lo nuevo y brindar cada fin de mayo entre quienes lo hacemos y compartirlo con quienes nos leen.” <
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