De autos y aviones
Cuando vi el reciente comercial que la agencia estadounidense Grey West realizó para la Serie 5 de BMW rápidamente recordé una campaña icónica para la historia de la publicidad en la Argentina.
Es que la combinación de un vehículo y un avión en un mismo comercial deriva, para la memoria local, en “Hércules”, el spot que en 1975 Horacio Casares dirigió para la F-100 de Ford, cliente atendido por J. Walter Thompson.Les recuerdo aquella memorable pieza:
Pensada a lo grande y ejecutada con el mismo espíritu, aquel comercial resultó revolucionario para la época y posicionó bien arriba a la industria argentina de las ideas, entre otras cosas gracias a su ingreso en el Hall of Fame de los célebres Clio Awards.
No era para menos: a Horacio Casares (sólo coincide el apellido con el gran Hugo) se le había ocurrido que no había mejor manera de comunicar la fortaleza de la pick-up que arrojándola de un avión en movimiento. Una verdadera locura que, filmada por varias cámaras, se convirtió en realidad.
Volvamos al presente y notemos el valor de aquella campaña. Ahí va el spot de BMW:
Sólo la magia de Digital Domain en postproducción digital logró que este avión KC-135 Stratotanker le aportara tal particular “combustible” al auto en movimiento. El responsable de la realización es Joseph Kosinski, director de “Tron: Legacy”, que para los efectos especiales convocó a Eric Barba, que trabajar con aquel en dicha película.
Interesante ver la narrativa visual (más allá de los efectos especiales) para contar la hazaña en dos casos tan diferentes en la línea del tiempo pero con un auto como marca y un avión como acompañante de lujo.
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