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lunes, 8 de junio de 2009

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HERRAMIENTA CONTRA EL "COPIAR Y PEGAR"
Las nuevas herramientas para evitar el plagio de los alumnos
Internet es la principal fuente que usan los estudiantes para copiarse en trabajos y monografías. Pero ahora la Web también les ofrece a los docentes recursos que detectan si esos textos son originales.
Entre los estudiantes de todos los niveles, "copiar y pegar" es una práctica común. Y muchas veces, en un trabajo práctico o una monografía, el límite entre la inspiración y el plagio, resulta muy difuso. Pero Internet, la misma fuente de información a la que recurren los alumnos, también se está convirtiendo en una herramienta confiable que les permite a los docentes detectar la copia. "A veces, este tipo de trabajos se hacen con mala intención, pero en otros casos hay un absoluto desconocimiento del sistema de citas académicas. Plagio es también tomar una idea de otro, reescribirla y no consignar su origen", define la docente Claudia Torre, que coordina los talleres de Escritura Académica de la Universidad de San Andrés. Los profesores coinciden en que hay "pruebas del delito", como el cambio del registro en la enunciación. Pero más allá del olfato, en la tarea de encontrar estos plagios ayudan cada vez más una serie de servicios online y de softwares que están apareciendo.El más novedoso es Approbo (http://approbo.citilab.eu). Este nuevo servicio online, gratis, rastrea en los millones de sitios indexados en Google y otros buscadores y marca qué frases de un documento se encuentran también en la Web. Puede usarse desde cualquier computadora con acceso a Internet y no requiere instalar software alguno. Eso sí, debe tenerse el material a verificar en la computadora, como documento de texto. También pueden verificarse hojas de cálculo, o archivos en el formato PDF. Una vez registrados en el sitio, hay que subir el archivo a analizar y esperar los resultados. Cuando ya se tiene el "veredicto", se podrá ir a los sitios donde se encontraron fragmentos del documento, o ver en pantalla una comparación entre el documento en cuestión y lo que se encontró en la Web.El Antiplagio, de Educared (www.educared.net), es un soft gratis que debe instalarse en la computadora. El programa recorre sitios como El Rincón del Vago en busca de plagios, y los docentes pueden incorporarle textos (apuntes de su materia o trabajos de alumnos) para alimentar la base de datos en la cual rastrear. Y Copyspace (www.copyscape.com) ofrece básicamente el mismo servicio que Approbo, pero pago: cobra cinco centavos de dólar por cada búsqueda.También existen otros servicios pagos, como Turnitin, creado por la empresa estadounidense iParadigms, que rastrea para usuarios de los EE.UU. y Europa una enorme cantidad de sitios web, trabajos de estudiantes, diarios, revistas científicas y libros. Servicios como éste son contratados por universidades y otras instituciones educativas, que pagan entre 5.000 y 9.000 euros anuales para evitar que sus alumnos se copien. El precio de la solución antiplagio Compilatio, en tanto, oscila entre 800 y 1.000 euros según el número de alumnos de la institución.Además de su aplicación en instancias educativas, las herramientas anticopia son útiles para que autores de contenidos de Internet verifiquen si su obra fue plagiada. Para ese fin también sirve Copyscape, que se presenta del mismo modo que cualquier buscador de Internet, con la diferencia de que en lugar de cargarle una palabra o una frase para que la busque, se le debe cargar la dirección de un sitio para que rastree si en la Web otros sitios tienen el mismo contenido.
OpiniónEl copy-paste no se inaugura con la abrumadora información disponible en la web sino que constituye una estrategia antigua. Y obliga a preguntarse por los modos a través de los cuales promovemos la relación entre los jóvenes y el conocimiento. En la escuela invitamos a estudiar ¿leyendo y escribiendo a través de cuestionarios que se responden de forma mecánica o con problemas que implican el debate? Estimulamos indagaciones, ¿con las bibliotecas abiertas y variadas o condicionando la viabilidad de las tareas a las disposiciones materiales y simbólicas de los alumnos?Pero también se trata de interrogar la propuesta escolar desde los efectos de un presente en "ebullición cultural" donde la experimentación, la mezcla de lenguajes y la colaboración trastocan la misma idea de cultura y el estatuto del saber como así también las expectativas, valores, prácticas y relaciones sociales que a su alrededor se construyen. Copiar y pegar, más que una invitación al espanto, constituye una oportunidad vital para que hagamos de la escuela un lugar productivo donde, acompañando el estudio de los jóvenes, demos margen a su hacer en la reinvención cultural.

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