La Enciclopedia Británica dejó de imprimirse y será solamente digital
Se editó por primera vez en 1786, en Edimburgo. De gran popularidad y tamaño, pasó de vender 120 mil colecciones en 1990 a apenas 8500 en 2010. Saldrán a buscar los lectores en Internet, donde competirá con Wikipedia.
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Tiempo Argentino
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La Enciclopedia Británica, la más erudita y antigua en inglés, dejó de imprimirse en papel, luego de 244 años. Pero no desaparecerá: la empresa editora, Encyclopaedia Britannica, radicada en los Estados Unidos, explicó que se volcará al mundo digital. “Ahí es donde están los lectores”, según su presidente, el cubano-estadounidense Jorge Cauz.
“Estoy compungido”, dijo el autor estadounidense A. J. Jacobs, que intentó leerse los 32 tomos de la enciclopedia para uno de sus libros, The Know-It-All (El sabelotodo). Para Jacobs, “todo el conocimiento del mundo podía guardarse en esos tomos”.
“Totally Digital: The Encyclopaedia Britannica Now.” Con esas palabras, totalmente digital, la compañía tituló el video que publicó en Youtube, en el que muestran la transformación de un clásico a otro formato. En 1981 fue la primera enciclopedia digital, en 1989, la primera en CD ROM, y en 1994 fue la primera en llegar a Internet.
Esta historia nació en Edimburgo, Escocia, en 1786. Tras pasar por las manos de varios editores británicos, obtuvo gran popularidad y tamaño. Su tercera edición, en 1801, ya contaba con 21 volúmenes. Su novena (1875-1889) y undécima edición (1911) fueron consideradas como las más famosas por su erudición y estilo literario, citadas por autores como H.G. Wells,Virginia Woolf, Joseph Conrad y Jorge Luis Borges, entre otros.
En 1902 la edición se trasladó a los Estados Unidos, donde empresarios de ese país redujeron el tamaño de los artículos e introdujeron la venta a domicilio. Desde 1996, la empresa es propiedad del millonario suizo Jacqui Safra. Además de la enciclopedia, la compañía produce material didáctico para escuelas y otros productos que son la base de sus ingresos (el 85%) y que compensaron la caída de las ventas de su obra más emblemática, de 120 mil colecciones en 1990 a sólo 8500 en 2010.
El cambio es histórico. “No sólo porque la audiencia está en Internet, sino también porque ese soporte permite actualizar más rápidamente los contenidos”, señala Cauz.
Sus artículos están escritos por un conjunto de 100 editores a tiempo completo y cerca de 4000 contribuyentes expertos. Lo fueron,entre ellos, el premio Nobel de Economía Milton Friedman, y el astrónomo Carl Sagan. Esto no la ha hecho infalible. La empresa reconoce que pese al control, no se puede garantizar precisión absoluta, aunque se ha mejorado. Al menos sus artículos dejaron de ser criticados por desfasados, burgueses, racistas o sexistas.
Claramente, la enciclopedia se enfrenta también al modelo Wikipedia, que tiene 3,7 millones de colaboradores y es gratuita.
“Estoy compungido”, dijo el autor estadounidense A. J. Jacobs, que intentó leerse los 32 tomos de la enciclopedia para uno de sus libros, The Know-It-All (El sabelotodo). Para Jacobs, “todo el conocimiento del mundo podía guardarse en esos tomos”.
“Totally Digital: The Encyclopaedia Britannica Now.” Con esas palabras, totalmente digital, la compañía tituló el video que publicó en Youtube, en el que muestran la transformación de un clásico a otro formato. En 1981 fue la primera enciclopedia digital, en 1989, la primera en CD ROM, y en 1994 fue la primera en llegar a Internet.
Esta historia nació en Edimburgo, Escocia, en 1786. Tras pasar por las manos de varios editores británicos, obtuvo gran popularidad y tamaño. Su tercera edición, en 1801, ya contaba con 21 volúmenes. Su novena (1875-1889) y undécima edición (1911) fueron consideradas como las más famosas por su erudición y estilo literario, citadas por autores como H.G. Wells,Virginia Woolf, Joseph Conrad y Jorge Luis Borges, entre otros.
En 1902 la edición se trasladó a los Estados Unidos, donde empresarios de ese país redujeron el tamaño de los artículos e introdujeron la venta a domicilio. Desde 1996, la empresa es propiedad del millonario suizo Jacqui Safra. Además de la enciclopedia, la compañía produce material didáctico para escuelas y otros productos que son la base de sus ingresos (el 85%) y que compensaron la caída de las ventas de su obra más emblemática, de 120 mil colecciones en 1990 a sólo 8500 en 2010.
El cambio es histórico. “No sólo porque la audiencia está en Internet, sino también porque ese soporte permite actualizar más rápidamente los contenidos”, señala Cauz.
Sus artículos están escritos por un conjunto de 100 editores a tiempo completo y cerca de 4000 contribuyentes expertos. Lo fueron,entre ellos, el premio Nobel de Economía Milton Friedman, y el astrónomo Carl Sagan. Esto no la ha hecho infalible. La empresa reconoce que pese al control, no se puede garantizar precisión absoluta, aunque se ha mejorado. Al menos sus artículos dejaron de ser criticados por desfasados, burgueses, racistas o sexistas.
Claramente, la enciclopedia se enfrenta también al modelo Wikipedia, que tiene 3,7 millones de colaboradores y es gratuita.
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