“Todos nos volveremos digitales”
Pilhofer es el editor del área interactiva del The New York Times. Trabaja con periodistas y desarrolladores de software contenido de alto valor y es co-fundador de DocumentCloud.org, un sitio con tres millones de documentos compartidos por 400 diarios, entre ellos Página/12.
Por Mariano Blejman
La entrevista con el periodista Aron Pilhofer ocurre en el Mozilla Festival en Londres, en noviembre pasado, en una inmensa escuela de periodismo y nuevos medios que alberga a los más prestigiosos editores digitales de los grandes medios. Pilhofer cuenta con un equipo de veinte personas del área digital en el que trabajan también programadores de software para generar valor agregado al contenido del The New York Times. Un material de tipo inédito o, en verdad, que empieza a ser “édito” desde hace algunos años y que este año promete una explosión en el terreno local. Bases de datos sobre el estado del agua, herramientas interactivas y participativas, mapas sobre la expansión de la radiación en Fukuyima, con cuatro reglas básicas: proveer contexto, describir el proceso, revelar patrones y explicar la geografía. El equipo interactivo de The New York Times piensa las noticias de una manera poco común, historias con forma de base de datos, visualizaciones, historias complementarias a la clásica cuestión de escribir, titular, ilustrar con una foto o una infografía. “Recién hace un par de años logramos tener desarrolladores de software en el mismo escritorio en el que trabajaban los periodistas”, cuenta en el marco del festival organizado por la fundación creadora del navegador Firefox, que tiene como valores centrales la pluralidad, la apertura de la web y la libertad de conocimiento.
En esos días, Pilhofer tenía la cabeza puesta en el desarrollo colaborativo del primer libro de periodismo de datos de la historia, Datajournalism HandBook, auspiciado por la Open Knowledge Foundation, proyecto del que participó este cronista. Y las dudas sobre la fascinación por la tecnología eran una constante en las discusiones, como un posible brillo que podría hacer perder el foco del contenido. “Eso es lo que nosotros llamamos tool sharpening, afilar las herramientas más de lo necesario y perder el tiempo haciendo algo que no ayuda demasiado. Si te olvidás del periodismo, perdés el tiempo en cosas que no llevan a ningún lado”, dice Pilhofer, quien ha desarrollado junto a su equipo gran parte del contenido más ambicioso en ese puente que hay entre periodismo y tecnología, como la situación del derrame de petróleo, seguimiento interactivo de votaciones, etcétera. “Nosotros construimos nuevas herramientas, pero lidiamos con mucho tráfico y nuestras aplicaciones tienen que escalar alto y rápido y es difícil encontrar un balance. Pero la mayor parte tratamos de enfocarnos en contar las historias”, dice.La idea de juntar periodistas y programadores de software proviene de mediados de los 2000, pero recién empezó a acelerarse cuando Richard Gordon y Pilhofer, que venían pensando de forma independiente empezar a estimular encuentros entre periodistas y programadores de software, se toparon con Burt Herman, que tenía no sólo la misma idea, sino que hasta la había concebido con el mismo nombre. Le pusieron “Hacks/Hackers”, hacks –recortar– es lo que hacen los periodistas y hacker es programar, en definitiva. “Después conocí a la gente de Scarpper Wiki, que era una idea muy nueva, que eran hackers que usaban software para convertir texto pensado para humanos en textos usables por computadoras, y entonces pensé que era obvio lo que tenía que pasar.” En ese mismo momento, además DocumentCloud ganó un premio y comenzó a convertirse en realidad.
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