La publicidad es arte?
Hay algo de arte en un buen slogan. Algunos dirán que mucho; otros, que nada. Y me permito estar de acuerdo con ambas visiones. Hay guiones que son verdaderas obras de arte. Y hay, como en este caso, obras de arte que se convierten en guiones de la tanda.
Hasta me animo a preguntarme si la poesía es a la literatura lo que la publicidad es al cine.
Está claro que poner a un spot de 30 segundos a la misma altura que el David de Miguel Angel o la lata de sopa Campbell’s de Andy Warhol es una comparación innecesaria.
Aunque el intercambio mercantil de obras de arte es un negocio que mueve millones en el mundo, suena a contrasentido poner del lado del arte a una actividad como la publicidad, cuyo fin primordial (y casi siempre único) es comercial. Pero también hay que decir que en el camino a esa meta, los creativos publicitarios se nutren de diversas ramas del arte para construir marcas. La publicidad es, cada vez más, un espacio de influencias variadas. Y los publicitarios, sobre todo los directores de arte, son profesionales muy interesados en las expresiones artísticas.
Y si no, veamos el último aviso de Coca Cola Light, realizado por la agencia Santo y en cuyo guión se adapta el poema ”Llamado por los malos poetas”, del escritor argentino Rodolfo Fogwill, incluido en su libro “Últimos movimientos”, de 2004.
El espíritu del poema resultó ideal para una nueva pieza de la campaña bautizada “Necesitamos”, cuyo eje creativo se basa en determinadas demandas que la marca promueve para una vida mejor y más liviana, siempre dentro de ese mundo de ficción que es la publicidad. Y no estaba lejos la inspiración, dado que el hijo de Fogwill es Andy, uno de los mejores directores de cine publicitario de América latina. Filmado por él y Karina Minujin para Landia, “Poetas malos” le sigue a “Críticos” y “Burbujas”.
Claro que no es la primera vez que un poema llega a la tanda. Como ejemplo, vale la pena recordar este comercial pensado por la oficina española de Young & Rubicam para Repsol en 2007, con el célebre “If” de Rudyard Kipling como guión de lujo. El encargado de recitarlo es nada menos que José Sacristán.
Seguramente, muchos amantes de la literatura en general y la poesía y Fogwill en particular, pondrán en grito en el cielo al ver cómo las palabras del escritor inflan ese mundo irreal de la tanda.
Hay algo de arte en un buen slogan. Algunos dirán que mucho; otros, que nada. Y me permito estar de acuerdo con ambas visiones. Hay guiones que son verdaderas obras de arte. Y hay, como en este caso, obras de arte que se convierten en guiones de la tanda.
Hasta me animo a preguntarme si la poesía es a la literatura lo que la publicidad es al cine.
Está claro que poner a un spot de 30 segundos a la misma altura que el David de Miguel Angel o la lata de sopa Campbell’s de Andy Warhol es una comparación innecesaria.
Aunque el intercambio mercantil de obras de arte es un negocio que mueve millones en el mundo, suena a contrasentido poner del lado del arte a una actividad como la publicidad, cuyo fin primordial (y casi siempre único) es comercial. Pero también hay que decir que en el camino a esa meta, los creativos publicitarios se nutren de diversas ramas del arte para construir marcas. La publicidad es, cada vez más, un espacio de influencias variadas. Y los publicitarios, sobre todo los directores de arte, son profesionales muy interesados en las expresiones artísticas.
Y si no, veamos el último aviso de Coca Cola Light, realizado por la agencia Santo y en cuyo guión se adapta el poema ”Llamado por los malos poetas”, del escritor argentino Rodolfo Fogwill, incluido en su libro “Últimos movimientos”, de 2004.
El espíritu del poema resultó ideal para una nueva pieza de la campaña bautizada “Necesitamos”, cuyo eje creativo se basa en determinadas demandas que la marca promueve para una vida mejor y más liviana, siempre dentro de ese mundo de ficción que es la publicidad. Y no estaba lejos la inspiración, dado que el hijo de Fogwill es Andy, uno de los mejores directores de cine publicitario de América latina. Filmado por él y Karina Minujin para Landia, “Poetas malos” le sigue a “Críticos” y “Burbujas”.
Claro que no es la primera vez que un poema llega a la tanda. Como ejemplo, vale la pena recordar este comercial pensado por la oficina española de Young & Rubicam para Repsol en 2007, con el célebre “If” de Rudyard Kipling como guión de lujo. El encargado de recitarlo es nada menos que José Sacristán.
Seguramente, muchos amantes de la literatura en general y la poesía y Fogwill en particular, pondrán en grito en el cielo al ver cómo las palabras del escritor inflan ese mundo irreal de la tanda.
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