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jueves, 29 de septiembre de 2011

El vaso medio lleno

Diarios que rescatan a gente de la calle

Por: Micaela Urdinez

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José Espinosa es un antiguo vendedor de seguros, y de a ratos también actor, que actualmente vive en el refugio más grande para personas de la calle en Filadelfia, Estados Unidos, llamado RHD Ridge Center.
Su situación financiera sufió un fuerte quiebre cuando perdió su trabajo, después su casa en Nueva York, mientras cuidaba a su madre enferma en Filadepfia.
A pesar de su situación actual, José se ganó un premio internacional de periodismo a la mejor entrevista que entrega la International Network of Street Papers (Red Internacional de Diarios de Gente de la Calle), por la historia de vida que publicó en el diario callejero One Step Away de su compañero de regufio Saad Muhammad, una leyenda del boxeo (que incluso fue campeón mundial entre 1977 y 1981) y que terminó en la calle.
Cuando leí esta noticia, inevitablemente me puse a pensar en todos los talentos que tenemos las personas y que están desaprovechados. En el caso de las personas que viven en la calle este hecho toda dimensiones descomunales. Individuos que antes fueron artistas, contadores, abogados, vendedores, comerciantes, escritores y que a nivel personal también encierran infinidad de potencialidades, son “consumidos” por una sociedad que no sabe cómo incluirlos y los desecha.
El caso de José es una linda excepción para contar pero que también pudo darse gracias al apoyo de una organización como One Step Away, un diario que le da la voz a las personas de la calle y que les permite transformarse en vendedores para poder llevarse un porcentaje de los ingresos y, de esa forma, intentar recuperar una vivienda y una vida digna.

En la Argentina, tenemos a Hecho en Buenos Aires que trabaja de la misma forma. Seguramente habrán visto a los vendedores en los subtes, en las calles o en las plazas. Es una organización que ofrecer a personas en situación de calle y sin trabajo una oportunidad concreta y directa de obtener un ingreso digno mediante la autogestión y el desarrollo personal.
Su principal actividad es la edición de la revista mensual que ves mes a mes en esquinas porteñas. Hecho en Bs. As. es una publicación de interés general, actualidad, cultura, arte, enfoques sociales y medio ambiente que los vendedores compran por $1,50 y venden a $5. De esta forma, obtienen $3,50 por cada ejemplar vendido.
A nivel editorial la revista es muy buena, tiene entrevistas a personajes interesantes y famosos, notas de investigación de calidad y la particularidad de incluir escritos o testimonios de las mismas pesonas de la calle. Pero lo más interesante, es que detrás de cada revista que uno compra, está la historia de vida de un vendedor que se está modificando positivamente.

En el caso de Pablo, por ejemplo, hace cinco años que vende la revista, actualmente en el Parque Agronomía. “Yo estaba durmiendo en la calle. Me encontré con alguien que también dormía en la calle, pero estaba tratando de alquilarse una pieza porque estaba vendiendo una revista, que se llamaba HBA… Me dijo que yo iba a poder venderla bien y me invitó a acercarme adonde estaba la revista en ese momento. Y bueno…empecé a vender la revista. Así llegué a HBA”, cuenta Pablo.
Así fue como de a poco empezó a recuperarse y a salir de la calle para poder vivir de una manera mas digna. “Pude recuperar buenas costumbres, como la de leer, cocinar, comer una comida buena, sana, y además un camino de crecimiento interior que estaba medio interrumpido. También me ayudaron los talleres en HBA de yoga y otras cosas…Ahora también retomé escritura”.

Miguel, en cambio, tiene dos hijas, adora escuchar música y su parada es la línea “D” del subte. Hace ocho años que vende la revista a la que llegó por casualidad: estaba sin trabajo y un día pasó caminando a la noche por la sede de la calle Chile en donde vio una fila en la puerta. Preguntó qué había y le dijeron que era una revista para gente de la calle, hizo la fila, se anotó y así fue que empezó a vender.
“Soy de San Juan. Y ahí trabajaba haciendo changas… albañilería, carpintería. Pero no había un mango. Entonces hace 20 años me vine a probar suerte. Primero seguí con las changas, trabajé de muchas cosas. Pero cuando vos laburás por cuenta tuya hacés lo que querés. Y así me hice mi casa, tengo bien a mis dos hijas. Laburando bajo patrón jamás estuve tan bien como ahora. Nunca me faltó”, dice Miguel.
Acá les dejo dos testimonios más de vendedores para que los conozcan, con la esperanza de que la próxima vez que vean alguno COMPREN LA REVISTA, y de esa forma los ayuden a mejorar su calidad de vida.


¿Alguna vez compraste la revista?¿Qué te pareció?

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