La historia del inventor “vueltero”


Reuben Lucius Goldberg, técnicamente, era un “vueltero”. Sin embargo, la huella de este ingeniero, dibujante y escultor estadounidense ganador del Premio Pulitzer sobrevive en las superficies de la cultura popular, a casi 42 años de su muerte. Nacido en la ciudad de San Francisco el 4 de julio de 1883, Rube Goldberg se volvió inmortal gracias a sus inventos, máquinas insólitas que proponían realizar tareas simples de una manera indirecta y pomposamente elaborada.
El despertador que encabeza este posteo es apenas un ejemplo de estos artilugios que Rube dibujó pero que nunca llegó a fabricar, un buen resumen de su vida, que luego de transitar los caminos que le señalaba su título de ingeniero en la Universidad de Berkeley, viró hacia el fascinante mundo de las historietas, al que accedió luego de iniciarse como cadete de la sección deportiva de un diario de su ciudad natal.Insistió tanto con sus ilustraciones ante los ojos del editor que finalmente logró que publicaran sus trabajos. Pronto, Goldberg se mudó a Nueva York, donde se convirtió en historietista diario del Evening Mail. Con el tiempo, se transformó en referente nacional, sobre todo desde que formó parte de National Cartoonist Society y más aún a partir de 1948, año en el que le otorgaron el Pulitzer por sus tiras políticas publicadas en The New York Sun.
El cine, la televisión, la música y también la publicidad han jugado con los inventos de Goldberg, maquinarias que se han vuelto más relevantes que en el momento en que fueron diseñadas, al punto que hasta grandes empresas de Silicon Valley se han llegado a interesar en ellas.
Los creativos publicitarios, fascinados por este personaje, lo han citado en sus campañas. El ejemplo más reciente es el video que la agencia británica TMW ha realizado para celebrar el logro de Lynx (nombre de Axe en Europa, Estados Unidos y otros mercados), cuya página oficial de Facebook en el Reino Unido ha superado el millón de fans, la primera vez que una marca de Unilever alcanza semejante cifra.
Vean el festejo que propuso la marca, al mejor estilo Goldberg:

La toma final, sin cortes, fue lograda luego de 58 intentos.
Rápidamente, recordé “The cog”, el célebre comercial de Wieden + Kennedy para Honda Accord que revolucionó al mundo de la publicidad en 2003. Imposible de olvidar:

Si querés ver cómo se hizo, podés clickear acá.
Y para cerrar, el clip de “This too shall pass”, tema del álbum “Of the blue colour of the sky” (2010), de la banda estadounidense OK Go, que también plantea su tributo a este gran inventor, con dirección de James Frost y producción de Syyn Labs: