Lunes 29 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa
Por su parte, en "Bondis que parecen telos" ( http://www.facebook.com/Bondis.Que.Parecen.Telos ), la comunidad de 19.000 personas que la integran le otorga un insospechado glamour al estilo luminoso y musical de ciertos colectivos, donde la atmósfera recreada evoca la forzada sensualidad de los albergues transitorios. Según la página, que incluye fotos y testimonios de primera mano de los usuarios, las líneas 133, 176, 343, 128, 721 y 720 lideran el ranking del erotismo en clave colectivera, pero aquí, a diferencia de "De Bondis", la crítica hace foco directamente en los choferes. Un ejemplo es la inquietante denuncia que el 7 de septiembre publicó Sandra Gabriela Sapia en el "muro". "El otro día subí a un 176 que era un telo con bar incluido, a la derecha del chofer -escribió Sapia-. Música y whisky (trucho, obvio) incluido, ¡increíble! Y para colmo había flacos parados haciendo de porteros, rozando a cada flaca que subía." Con testimonios como el de esta usuaria, la página no se limita a reivindicar una cierta estética kitsch porteña y asume una condición de foro público muy útil para que el resto de los usuarios sepa a qué atenerse.
Al mismo tiempo, el proyecto de "Chicas Bondi" ( http://www.facebook.com/ChicasBondi ) consiste en identificar, fotografiar y exhibir, a la manera de una muestra virtual e itinerante, a la gente más bonita que sube a los colectivos. Con casi 35.000 personas en su comunidad, la página indica en qué línea apareció el príncipe o princesa fotografiado, y las imágenes -tomadas en su mayoría sin permiso- muestran a sus protagonistas en situaciones de lectura, envío y recibo de sms, escucha musical, contemplación urbana o liso y llano aburrimiento. Aquí, también, cuando las críticas aparecen van dirigidas a los usuarios. Pero no tanto del colectivo como de Facebook. Y es que a veces las fotos de las bellas suscitan comentarios inadecuados o groseros, que la administradora de la página se ve obligada a rechazar con otros comentarios en los que explica el espíritu lúdico de la página. A su manera, como el resto de las páginas de Facebook dedicadas al colectivo, proponen una cultura cívica de respeto, convivencia y tolerancia. Valores útiles para navegar por la Red, y también, como indican estos proyectos, para sobrevivir al viaje en colectivo.
Tendencia
Insólito: el colectivo porteño es la nueva estrella de Facebook
Varias páginas lo tienen como protagonista; críticas a colectiveros y usuarios
La nueva parada del colectivo porteño se llama Facebook. Aun cuando muy probablemente represente una de las peores pesadillas urbanas para millones de pasajeros, varias páginas de la red social lo homenajean de distintas maneras. En alguna se reclama una mejor convivencia cuando se lo utiliza, en otra se celebra la estética de rara sensualidad que proponen los colectiveros más osados. En todas se intenta exhibirlo a través de una mirada renovada, quizá para recordarles a todos los usuarios que, para bien o para mal, es parte insoslayable de la vida cotidiana en la ciudad.
La cantidad de páginas de Facebook que tienen al colectivo como protagonista aumenta día a día, y ya hay algunas que sobresalen del resto gracias a la interactividad y el dinamismo de la comunidad que se ha formado a su alrededor. En ese sentido, tal vez el mejor ejemplo sea "De Bondis" ( http://www.facebook.com/debondis ), donde más de 10.000 personas participan con fotos, mensajes, citas y denuncias. Quien le dé "me gusta" a "De Bondis" encontrará fotos de usuarios extraordinariamente parecidos al "Don Ramón" de El Chavo del 8 , reclamos sociales ("vamos a crecer como sociedad el día que el que tiene monedas deje pasar al que tiene SUBE"), reivindicaciones de la ventanilla como escuela de filosofía silenciosa y hasta un minucioso mapa que informa sobre los mejores y peores asientos para sentarse, siempre de acuerdo con la situación y la logística del momento. El espíritu de la página es más celebratorio que crítico, y si algo se pone en cuestión es el comportamiento de los pasajeros. Los dardos en esa dirección apuntan al que paga un boleto más barato de lo que corresponde y, sobre todo, al acoso visual y físico que padecen las mujeres.Por su parte, en "Bondis que parecen telos" ( http://www.facebook.com/Bondis.Que.Parecen.Telos ), la comunidad de 19.000 personas que la integran le otorga un insospechado glamour al estilo luminoso y musical de ciertos colectivos, donde la atmósfera recreada evoca la forzada sensualidad de los albergues transitorios. Según la página, que incluye fotos y testimonios de primera mano de los usuarios, las líneas 133, 176, 343, 128, 721 y 720 lideran el ranking del erotismo en clave colectivera, pero aquí, a diferencia de "De Bondis", la crítica hace foco directamente en los choferes. Un ejemplo es la inquietante denuncia que el 7 de septiembre publicó Sandra Gabriela Sapia en el "muro". "El otro día subí a un 176 que era un telo con bar incluido, a la derecha del chofer -escribió Sapia-. Música y whisky (trucho, obvio) incluido, ¡increíble! Y para colmo había flacos parados haciendo de porteros, rozando a cada flaca que subía." Con testimonios como el de esta usuaria, la página no se limita a reivindicar una cierta estética kitsch porteña y asume una condición de foro público muy útil para que el resto de los usuarios sepa a qué atenerse.
Al mismo tiempo, el proyecto de "Chicas Bondi" ( http://www.facebook.com/ChicasBondi ) consiste en identificar, fotografiar y exhibir, a la manera de una muestra virtual e itinerante, a la gente más bonita que sube a los colectivos. Con casi 35.000 personas en su comunidad, la página indica en qué línea apareció el príncipe o princesa fotografiado, y las imágenes -tomadas en su mayoría sin permiso- muestran a sus protagonistas en situaciones de lectura, envío y recibo de sms, escucha musical, contemplación urbana o liso y llano aburrimiento. Aquí, también, cuando las críticas aparecen van dirigidas a los usuarios. Pero no tanto del colectivo como de Facebook. Y es que a veces las fotos de las bellas suscitan comentarios inadecuados o groseros, que la administradora de la página se ve obligada a rechazar con otros comentarios en los que explica el espíritu lúdico de la página. A su manera, como el resto de las páginas de Facebook dedicadas al colectivo, proponen una cultura cívica de respeto, convivencia y tolerancia. Valores útiles para navegar por la Red, y también, como indican estos proyectos, para sobrevivir al viaje en colectivo.
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