Lunes 29 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa
El éxito de Windows 8 depende de unas bisagras
Los componentes son clave para apoyar la pantalla táctil
El éxito del nuevo sistema operativo de Microsoft Corp. podría depender de un factor inesperado: las bisagras.
Las compañías de hardware están lidiando con el hecho de que Windows 8 tiene una interfaz de usuario táctil. Eso no sólo significa añadir pantallas táctiles a las computadoras, sino también un rediseño de las bisagras que conectan las pantallas y los teclados para que puedan resistir las presiones de los dedos.Los fabricantes han armado equipos de ingenieros para que diseñen conexiones y pivotes para las computadoras que usan el nuevo software. Ellos se encargan de medir la rotación, probar diferentes resortes y engranajes, y abrir y cerrar dispositivos miles de veces.
El software también inspira el diseño de laptops que se transforman en tabletas.
"La bisagra es la clave para hacer que funcione", dice Jeff Barney, subdirector de computadoras personales de Toshiba Corp. Una mala bisagra, añade, "es el talón de Aquiles de una computadora portátil".
Los clientes, por ejemplo, no van a estar contentos si el ángulo de la pantalla de su nueva portátil o PC sigue cambiando luego de que la han tocado para abrir un documento o navegar en Internet. Pero la bisagra debe ser aún lo suficientemente flexible para abrirse y cerrarse con facilidad.
Crear la bisagra apropiada "es un desafío de diseño industrial", dice Ken Musgrave, director ejecutivo del grupo de experiencia de diseño de Dell Inc.
Toda esta preocupación la generan componentes que representan menos de US$10 del costo de una computadora. Los microprocesadores, las pantallas y el sistema operativo pueden costar US$100.
Sin embargo, integrar la interfaz táctil de las tabletas a las computadoras personales es imperativo. Microsoft y sus socios de hardware, ante una desaceleración de las ventas, están desesperados por adaptarse a los hábitos del mundo portátil, haciendo que teclados y ratones de computadoras parezcan obsoletos.
Es así que los ingenieros que se especializan en bisagras han vuelto a cero, probando nuevos conceptos y tomando nuevas medidas.
En una nueva computadora de escritorio, por ejemplo, Dell determinó que la pantalla soportaría mejor los toques de los dedos en ángulos de entre -5 grados y 60 grados, dice Musgrave. Ello se basa en parte en la distancia que una persona sentada necesitaría para alcanzar la parte superior de la pantalla, aunque el ingeniero espera que muchas personas opten por tocar la portátil estando de pie.
La bisagra debe permitirle al usuario girar la pantalla sin mucho esfuerzo, pero al mismo tiempo mantenerla firme. Musgrave dice que la fórmula de Dell incluye rodamientos y resortes.
Hay algunas reglas muy conocidas para las bisagras. Por ejemplo, la de no colocar nunca acero y aluminio en la misma bisagra, puesto que se corroería. El zinc, por otro lado, se considera un metal de rigor para las bisagras de portátiles, ya que es robusto y maleable.
Algunas compañías se enorgullecen de su habilidad para diseñar bisagras. Toshiba, por ejemplo, tiene seis ingenieros en Japón dedicados a la tarea, y la compañía posee más de 50 patentes en ese rubro.
El dispositivo insignia de Windows 8 de Toshiba es una tableta con una pantalla que se desliza y gira para dar lugar a una laptop. El objetivo era ocultar el teclado cuando la máquina estaba en modo de tableta y evitar diseños que requerían el giro de la pantalla.
La bisagra inicial tenía un mecanismo de deslizamiento en cada borde de la parte posterior de la pantalla. Así no iba a tener éxito, opina Barney. Si una persona presionaba hacia abajo de manera más fuerte de un lado que del otro, la pantalla se descuadraba.
Una semana después, a los diseñadores se les ocurrió una solución: engranajes en miniatura hechos de plástico firme que igualan la presión. Luego agregaron una pequeña barra de metal sostenida por un resorte para equilibrar más la bisagra. Ahora la pantalla se desliza de manera uniforme, incluso cuando la presión de cierre no se hace desde el centro de la máquina.
Lenovo Group Ltd., por su parte, y con el objetivo de asegurar que la bisagra de 360 grados diseñada para que su nueva laptop convertible Yoga estuviera preparada para el desafío, creó una máquina que abre y cierra las computadoras 25.000 veces. La compañía se aseguró también de que no hiciera ningún chirrido, dice Andreas Schupp, director de estrategia del centro de diseño industrial de Lenovo.
Un equipo de Hewlett-Packard Co. dedicó tres meses a perfeccionar la bisagra en una nueva laptop con pantalla desmontable. H-P se decidió finalmente por una que utiliza imanes para guiar la pantalla sobre sus carriles, una experiencia que Stacy Wolff, vicepresidente de diseño de H-P, compara con la puerta de un automóvil de lujo.
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