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miércoles, 19 de marzo de 2014

EL COLONIALISMO EN EL HOMO VIDENS
El colonialismo en el Homo videns
Santiago Gómez analiza y critica la postura de Giovanni Sartori sobre la cultura y reivindica el camino emprendido en América latina.

http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/ico-enviar.gifhttp://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Santiago Gómez *
Dentro del ciclo de entrevistas a la presidenta Cristina Fernández, la mandataria argentina, al hablar del poder de los medios de comunicación, hizo referencia a Giovanni Sartori, autor de Homo videns. La sociedad teledirigida, libro que también cita Zaffaroni en sus trabajos. En dicha obra, se describe la capacidad de condicionamiento social que tiene la televisión y se le cuestiona “el retraso cultural” que implica, con el desprecio propio de los eurocentristas. Sartori condena a los niños que asisten a mucha televisión a ser “un adulto marcado durante toda su vida por una atrofia cultural”. Lo antipopular en la población argentina es efecto del eurocentrismo; esto también puede observarse en Brasil, porque lo que tenemos en común es que fuimos colonizados.
El problema con Sartori es que es eurocentrista y, como tal, habla de “pueblos primitivos”. Nosotros, latinoamericanos, nos reconocemos pueblos autóctonos. La nominación domina. Nombrarlos primitivos es colocarlos en un lugar y dominarlos. Nos nombraron retrasados, primitivos, eso hizo Europa. Y de este lado repetimos “países en vía de desarrollo”. ¿En qué vía si nos privatizaron los trenes, los desaparecieron? Diferente de Sartori hace Zaffaroni, que nos advierte que el discurso único en los medios es un suicidio cultural, porque eliminamos la posibilidad de que otras formas tengan lugar. ¿De qué se trata el imperialismo si no es del imperio de una forma? Si existen quienes valoran un imperio más que el otro, porque uno también se apropiaba de la cultura de los colonizados e incorporaba lo que consideraba valioso, mientras que el otro sólo piensa en eliminarla.
Con la televisión, exportaron el imperio de las formas. Un ejército imperial de televisores, diciéndonos cómo debíamos vestirnos, cómo comportarnos, qué eran los políticos, qué era la política, qué los sindicalistas y repitiendo que el aumento de salario genera inflación, como si le hiciera mal al trabajador que le aumenten el sueldo. Sabemos del peso que tuvo un político que trabajaba de periodista durante los noventa, para promover las privatizaciones, divulgando una imagen criminal del Estado y sus miembros. Un empleado público era un vago, un delincuente si hacía política en el sindicato, quien se metía en lo público sólo pensaba en cómo enriquecerse. Cuando el periodista enfermó, el presidente fue a conducir el programa. Qué obscenidad, faltarle el respeto así a la investidura presidencial. Esa era la imagen que difundieron en los medios de América latina desde los cincuenta hasta la fecha. El imperio colonial: lo del otro vale más que lo tuyo, tenemos que ser como ellos y si no somos como ellos la culpa es de uno de los nuestros que nos impide el progreso individual.
Escribió Sartori: “El término cultura posee dos significados. En su acepción antropológica y sociológica, quiere decir que todo ser humano vive en la esfera de la cultura. Si el hombre es, como es, un animal simbólico, de ello deriva eo ipso que vive en un contexto coordinado de valores, creencias, conceptos y, en definitiva, de simbolizaciones que constituyen la cultura. Así pues, en esta acepción genérica también el hombre primitivo o el analfabeto poseen cultura. Y es en este sentido en el que hoy hablamos, por ejemplo, de una cultura del ocio, una cultura de la imagen y una cultura juvenil. Pero cultura es además sinónimo de ‘saber’: una persona culta es una persona que sabe, que ha hecho buenas lecturas o que, en todo caso, está bien informada. En esta acepción restringida y apreciativa, la cultura es de los ‘cultos’, no de los ignorantes”. Millones de profesionales que piensan de esta manera: una persona analfabeta no sabe ni tiene cultura. A los europeos los dominaron los griegos con la valorización del saber intelectual, de los mantenidos por los esclavos.
Por eso podemos decir que Sartori describe el alcance de los medios de comunicación masivos, pero no los analiza. Porque no analiza el colonialismo, él tiene la lógica discursiva colonialista, es un colonialista, quiere que el otro sea como él, que actúe como él, que haga lo mismo que él, que sea culto. Qué tipo más ignorante. Ellos tienen la cultura, lo nuestro son artesanías, lo de ellos arte. Tenemos que reconocer el valor de nuestros intelectuales latinoamericanos, como Zaffaroni, como García Linera, ambos en los cargos más altos a los que pueden llegar en el Estado. Debemos reconocernos como hermanos con los pueblos de los países latinoamericanos, porque estamos pasando por procesos semejantes, porque a nivel mundial lo que se está cuestionando es el colonialismo. Los Estados más importantes del mundo están pidiendo que se les respete la soberanía.
Sartori pertenece a la mayoría de los intelectuales que desprecian lo popular, porque el individualismo les impide reconocerse en el otro, sólo saben diferenciarse. Es uno de los que coloca a Perón en serie con Hitler y Mussolini, sin poder diferenciarlos. “Damos por hecho que el máximo líder, como decimos hoy, puede emerger de todos modos, incluso sin televisión. En sus tiempos, Hitler, Mussolini y Perón se las arreglaron perfectamente con la radio, los noticieros proyectados en los cines y los comicios. La diferencia es que Hitler magnetizaba con sus discursos histéricos y torrenciales y Mussolini, con una retórica lapidaria, mientras que el vídeo-líder más que transmitir mensajes es el mensaje. Es el mensaje mismo en el sentido de que, si analizamos lo que dice, descubrimos que los medios de comunicación crean la necesidad de que haya fuertes personalidades con lenguajes ambiguos [...] que permiten a cada grupo buscar en ello [...] lo que quiere encontrar.”
Cuando leemos la descripción de lo que Sartori llama video-líder, como si se tratara de un video, cuando se trata de qué intereses están en juego, rápidamente pensamos en Sergio Massa. Pero si estuviéramos en Brasil pensaríamos en Eduardo Campos. Un gobernador que era parte del frente de gobierno de Brasil, que se fue, que ahora dice que va a mantener lo bueno, pero corregir lo malo, y nunca dice nada. Lo que estamos viviendo son las resistencias del colonialismo ante la liberación de los Estados nacionales latinoamericanos. La resistencia de quienes no soportan que cambien las formas, que sea a nuestra forma, así como somos, feos, sucios, malos, pero como somos. De lo que se trata el imperialismo es del imperio de una forma. Pero no es que con la ley de medios terminamos con la influencia del colonialismo, pero sí recuperamos tierras perdidas.
* Psicoanalista. Columnista de la Agencia Paco Urondo.
 MEDIOS Y COMUNICACION
Hablá más
Emiliano Samar y Roberto Samar, a partir del caso de una cuestionada publicidad de cerveza, sostienen que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es una herramienta legal muy importante, pero que la construcción de un nuevo paradigma comunicacional requiere de la participación de las audiencias.

http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Emiliano Samar * y Roberto Samar **
Las publicidades diseñan nuestros deseos y para ello apelan a supuestos que dan cuenta de una manera determinada de ver el mundo. Casi como una regla imperante y difícil de contrarrestar, apelan a los estereotipos como una estrategia de mercado.
De esta manera, muchas veces se refuerzan patrones culturales con contenidos discriminatorios. Podemos pensar que éste es el caso de la publicidad de Line, donde un joven es golpeado por manifestarle su afecto a un amigo.
Exactamente el joven dice: “Amigo, te quiero agradecer por estar siempre ahí. No tanto como mi novia, que no me pasa eso”. A continuación afirma, “porque cuando vos me abrazás”. En ese momento una caricatura lo golpea en la cara. Luego la voz de una locutora sostiene “Hablá menos, Line más” y se suceden imágenes de cervezas brindando y una caricatura haciendo “okay”.
Ahora bien, ¿por qué le pega? Podemos deducir que el golpe es la consecuencia de la manifestación de afecto del joven a su amigo. Entendemos que esta publicidad refuerza el imaginario social de una “masculinidad” desvinculada de los sentimientos y donde el afecto debe ser reprimido. La cual, finalmente, es aceptada y promovida cuando se asocia al consumo de alcohol. Por último, se puede destacar que tenemos naturalizada la violencia, por lo cual el golpe a un joven es un elemento que no indigna. No se destaca, pasa inadvertido.
A partir de esta preocupación nos contactamos con la Defensoría del Público, cuyos profesionales realizaron un estudio interdisciplinario sobre el contenido. En ese sentido sostuvieron que “la pieza presenta una serie de aspectos cuestionables que el presente análisis repone y que no resultan amparados en propósitos narrativos ni humorísticos, sino que expresan, por el contrario, formas violentas de relación/reacción que, a la vez, proponen de manera taxativa –el golpe es expresión de ello– una forma de comunicación limitada a un deber ser que desestima aquellas manifestaciones que no se condicen con las lógicas heteronormativas que parecieran ser las que debe actuar un varón”.
Asimismo, la Defensoría convocó a representantes de Nickelodeon, Disney y Discovery Kids para plantearles las inquietudes del público sobre la publicidad de Line. Los integrantes de las empresas se comprometieron a dejar de emitir esa publicidad.
Como conclusión podemos pensar que una comunicación basada en la diversidad y pluralidad, que no refuerce estereotipos discriminatorios, no es la consecuencia mecánica de la aprobación de una ley. Necesita personas que se movilicen. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un marco legal maravilloso, que crea instituciones necesarias como la Defensoría del Público, pero el contenido y la fuerza a la construcción de un nuevo paradigma comunicacional se lo damos entre todos y todas.
* Referente de UTE Diversidad (Unión de Trabajadores de la Educación), presidente del colectivo Educación por la Diversidad Todas las Voces.
** Licenciado en Comunicación Social UNLZ.


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