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viernes, 10 de enero de 2014

Publicidad para el tabaco

Publicidad para el tabaco

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La prohibición es justa
Jaime Delgado, congresista Gana Perú.
 Nuestros argumentos son contundentes si tenemos en cuenta que cinco millones de personas mueren al año por consumo de tabaco. No podemos estar inertes ante esta situación, debido a que ya no está en discusión si el cigarro mata o no. Esta postura de prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco, en todas sus formas de comunicación, es una tendencia internacional, la que no podemos dejar de aplicar. La publicidad al tabaco ha variado en su difusión, ya no solo es en la televisión, radio o impresos, ahora se promociona en discotecas, concursos, entre otros. Debemos asumir las obligaciones que el Estado peruano tiene con el convenio marco para el control del tabaco de la Organización Mundial de la Salud, por lo que no podemos permitir que las personas que no consumen tabaco se vean afectadas por las que sí lo hacen. No entendemos por qué algunos parlamentarios son reacios a la ley que prohíbe la publicidad del tabaco.
Va contra los comerciantes
Luis Galarreta, congresista APGC.
 Con la nueva medida se lesiona el derecho de las minorías. Los convenios internacionales son complementos obligatorios de acuerdo y conforme a la Constitución de cada país, y lanuestra ampara las libertades individuales, de información y de empresa. Además, se está pidiendo que se elimine toda publicidad en locales frecuentados por adultos, ya que los menores podrían verse influenciados por ello. Se debe supervisar a las autoridades que aceptan que ingresen menores de edad a estos establecimientos, y que además adquieran el producto. Hay que tener en cuenta que se le está cerrando el mercado a nuevos competidores de tabaco. Estas empresas no pueden ofrecer sus productos, debido a que son censurados, y las grandes marcas reconocidas serían las favorecidas. Prohibir la publicidad de tabaco en diversos canales de distribución, no cumple con el cometido, pues las autoridades deben supervisar su comercialización por unidad en los colegios, por ejemplo.

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