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miércoles, 10 de agosto de 2011

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Miércoles 10 de agosto de 2011 | Publicado en edición impresa
Opinión / Televisión

YouTube, cámaras, redes sociales y un nuevo paradigma

Por Marcelo Stiletano | LA NACION
Hace una semana caracterizábamos aquí con el título de "nuevos bloopers " el fenómeno creciente de incluir extractos curiosos, extravagantes y divertidos del inacabable universo visual de YouTube en el modelo actual de los espacios informativos formales.
Aquel divertimento fundacional de VideoMatch , del que abrevaron en el pasado ciclos específicos de la originaria televisión verdad -hoy tan arraigada-, ya no necesita espacio propio. El realismo al servicio de los contenidos audiovisuales se extendió tanto que hoy directamente se integra a los noticieros como una sección más.
Para acentuar el efecto, las imágenes conservan el carácter original de su visión en YouTube. En estos tiempos de florecimiento de la alta definición, no puede haber un contraste mayor entre la promesa del HD y el aporte espontáneo de grabaciones caseras y no profesionales aportadas a esos espacios por los propios televidentes, cuyo entusiasmo por formar parte del proceso informativo salta a la vista todo el tiempo.
La tendencia se completa con las cámaras de seguridad instaladas por los municipios y destinadas -en principio- para uso exclusivo de las autoridades, la policía y la justicia. Pero la tentación de mostrar los éxitos en la materia resulta irresistible para algunas comunas.
De allí que esas imágenes, que deberían tener por muchísimas razones un empleo restrictivo, funcionan ahora como atracción principal de informativos y hasta de ciclos propios dominados por la crónica policial. Hay políticos y funcionarios que sueñan a diario con un cartel francés para el nombre del municipio resuelto a vestir como en un gran show el trabajo de sus policías en acción .
Este panorama es todo un signo de los tiempos actuales, dominados por una presencia creciente de las redes sociales, la conversión de lo privado en público y el innegable aumento del aporte de los televidentes y consumidores en la construcción del hecho informativo.
¿Cómo se representa esa tendencia en nuestra televisión actual? Por lo pronto, la necesidad en primer lugar de asumir esta realidad incontrastable. Segundo, reconocer su valor en un mundo en el que los cambios que la realidad produce a cada momento se dan a conocer en tiempo real y más rápido que ningún otro medio a través de las redes sociales. Y tercero, que no todo lo que se comunica o difunde tiene el genuino carácter de hecho informativo.
Una cosa es valerse de videos registrados en forma amateur para contarle al mundo casi al instante situaciones como las que estallaron en el mundo árabe (sobre todo, en lugares de difícil acceso para los equipos informativos convencionales) y otra aligerar sin sentido el concepto noticioso dejando de lado -por ejemplo- el enriquecimiento analítico y una visión de contexto. El riesgo es que sumar la gracia de YouTube y el dramatismo de las cámaras de seguridad a los noticieros puede dejar muy en evidencia todo lo que les falta.

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