TV infantil: cómo educar desde la pantalla
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Es importante decidir qué programas queremos que los niños vean y cómo acompa-ñamos desde nuestro rol.
Es un tema recurrente de consulta la importancia que la TV fue cobrando con el correr de los años en el seno familiar.
Sabemos que se la llama "chupete electrónico" o "niñera tecnológica" porque acompaña a niños y adultos a diario y alivia la tarea de los padres en la rutina diaria.
No se trata de generalizar en relación a los puros beneficios o puros perjuicios que pudiera ocasionar la exposición de los niños frente a la pantalla televisiva. En todo caso se trata de considerar que como todo recurso empleado con medida, con sentido común y bajo la tutela parental, puede ser de gran utilidad por sus contenidos educativos y de entretenimiento.
Esto es así: La televisión educa y entretiene. El tema es qué programas decidimos que los niños puedan ver y cómo acompañamos desde nuestra participación activa: con comentarios, preguntas, cuestionamientos y aportes de información.
Los niños pueden mirar un programa de manera pasiva, recibiendo los estímulos y las ideologías que otros decidieron o pueden tener la opción de construir una mirada crítica, una opinión personal, un gusto propio y una reflexión acerca de lo que ve y escucha a partir de los programas que ve. Esto en principio no se genera solo, la familia y la escuela pueden ser sus promotores.
Es fundamental desde allí considerar que lo importante en todo caso no es sólo lo que efectivamente un programa muestra, dice o insinúa (aunque desde ya que esto debe responder a criterios lógicos y sanos) sino y sobre todo al acompañamiento que los padres puedan hacer para despertar en los niños su propio interés, su criterio y su opinión crítica al respecto.
Todos los padres deseamos un desarrollo progresivo, autónomo y saludable para nuestros hijos y para ello debemos tomarnos tiempo de compartir, de intercambiar ideas, de conocer mutuamente las opiniones.
Una vez más es la responsabilidad de los adultos de generar futuros adultos independientes y críticos, con recursos propios para evaluar lo bueno y lo malo, para enfrentar diferentes situaciones exitosamente y crecer libres y felices.
La televisión tiene la maravillosa posibilidad de lograr el mismo ritmo de los niños, refleja sus centros de interés y muestran realidades que de otra manera podrían desconocer: enseña, estimula, demuestra, informa, cuestiona, despierta si se tiene enfrente a alguien con sentido común y crítico que toma de ella lo mejor que puede darnos.
La televisión e internet son herramientas fundamentales en la educación de los niños, con las que tanto padres como docentes debemos vincularnos de la buena manera para aprovechar las infinitas posibilidades que nos ofrece:
-Nos acerca mundos lejanos
-Informa acerca de hechos pasados, presentes y futuros
-Entretiene y educa
-Presenta oportunidades de identificaciones y enriquecen nuestra sociabilización
-Estimula el lenguaje y el pensamiento simbólico
-Genera códigos y relaciones con el humor y el juego
-Muestra realidades diferentes
-Despierta la imaginación y la creatividad
Para ello es fundamental:
-Tomarse un tiempo para compartir con nuestros hijos sus programas favoritos
-Conversar acerca de los temas que allí aparecen
-Generar un clima de intercambio que favorezca la construcción de un sentido crítico
-Brindar pensamientos que representen nuestra posición acerca de diferentes temáticas
-Disfrutar en familia.
Por Lic. Marisa Russomando, Psicóloga (MN) 23189, www.marisarussomando.com.ar, Directora de Espacio La Cigüeña, www.espaciolc.com.ar
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