Apple intenta desviar el foco del “antenagate”
(Advertising Age) - Según los expertos, el problema de recepción de los iPhone 4 no parece que vaya a afectar a la marca a largo plazo.
El CEO de Apple Steve Jobs reconoció los problemas del iPhone 4 al responder a lo que él mismo denominó el “antenagate”, el primer ataque importante de marca sobre su popular producto.
Pero en la misma conferencia de prensa en la que ofreció cubiertas gratis a los usuarios del teléfono, el ejecutivo arrojó tierra sobre sus competidores y divulgó ciertas cifras, en un intento por minimizar las consecuencias negativas.
“Es interesante el hecho de que haya hecho un enorme preámbulo antes de hacer el anuncio”, dijo Will Stofega, analista de medios mobile de la firma de investigación IDC. “Pareció demasiado defensivo ese comienzo”.
El iPhone 4 de Apple estuvo bajo fuego cruzado en los últimos días al trascender una falla en la antena que rodea al aparato. Desde el arribo del producto al mercado, hace tres semanas, se venían sucediendo informes de que el smartphone perdía el servicio cuando las manos de sus dueños lo tomaban en el extremo inferior izquierdo para sostenerlo. Esto constituye el primer problema de recepción que cae sobre el fabricante del hardware y no en el servidor exclusivo del iPhone, AT&T. Apple convocó a la conferencia al conocerse que la publicación especializada Consumer Report no podía recomendar al aparato por esos problemas de antena.
A pesar de los reportes, Jobs dijo que Apple ha vendido más de 3 millones de unidades del último iPhone en las últimas tres semanas. De esos propietarios de iPhone 4, menos del 1% ha llamado a AppleCare para quejarse, dijo. Lo que es más, menos del 2% ha devuelto su aparato, contra el 6% del anterior iPhone, 3GS.
Jobs no dejó de vincular a los competidores al mismo problema. Dijo que otros teléfonos, como el Droid Eris, Blackberry Bold y Omnia, sufrían de una falla similar.
“Los teléfonos no son perfectos”, reconoció el CEO de Apple. “Este es un desafío para toda la industria. Cada teléfono tiene sus puntos débiles”.
El tema de las cubiertas gratuitas no surgió hasta el fin de la presentación. El suministro de esas piezas para solucionar las fallas de la antena fue la solución esperada, una alternativa costo-efectiva con respecto al recall total de producto, que los analistas estimaban iba a costarle 1.500 millones de dólares al fabricante.
“Esta es la opción más económica para Apple y la solución más simple para los consumidores”, dijo David Chamberlin, director de crisis del MS&L Group. “Pero es una vergüenza que haya tenido que pasar casi un mes para que fuera anunciada”.
Al parecer, este incidente podría no tener un impacto duradero en la que es una de las marcas más consagradas del mercado. “El iPhone ha tenido una carrera mejor que cualquier otro producto en el que yo pueda pensar”, agregó Chamberlin. “Esperar tanto hasta reaccionar causó un daño innecesario a la marca, mayor al que hubiese producido una acción rápida”.
En un estudio urgente de pequeña dimensión, IDC detectó que el 66% de los encuestados planeaban postergar la compra de un iPhone a raíz del problema de antena.
“Pero todavía no parece que fuera el principio del fin de la carrera intocable de la marca Apple”, dijo Stofega, de IDC. “Tres millones de aparatos en tres semanas es un número habla por sí solo”.
“Este es el primer gran paso en falso que han dado”, comentó Chamberlin. “Pero no parece haber retroceso en los deseos de la gente de tener un iPhone”.
James Fox, ejecutivo de branding del Red Peak Group, dijo que el antenagate “es una tormenta en un vaso de agua. Pienso que sólo va a terminar siendo un pequeño punto en la pantalla. No creo que vaya a tener un impacto duradero”. Para el experto, las menciones de Jobs a sus competidores fue “un hábil golpe colateral”.
“¿Va a dañar la marca? Sólo un poquito”, dijo Stofega. “Pero creo que pronto recuperarán el terreno. Tienen un halo alrededor que los protege”.
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