POR LOS AVANCES CIENTIFICOS
Cuáles serán las profesiones más populares en veinte años
El Ministerio de Ciencia del gobierno británico encargó una investigación sobre los trabajos que elegirán las nuevas generaciones. Aquí, los elegidos.
Por Florencia Ballarino
.
Ser un policía del clima, un granjero “vertical”, un inversor o broker del tiempo o un administrador de basura digital no parece una necesidad apremiante en el mundo actual. Sus nombres, incluso, suenan a ciencia ficción. Pero en veinte años, cuando la vida cotidiana esté ligada inevitablemente a los avances científicos y la tecnología, comenzará a ser común requerir los servicios de uno de estos especialistas y, por qué no, hasta convertirse en uno de ellos.
Al menos, eso se desprende del estudio The shape of jobs to come (algo así como “Los trabajos que vienen”), del que participaron 486 especialistas en tendencias de 58 países –entre ellos la Argentina– y que fue encargado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del gobierno británico a la consultora Fast Future. De la encuesta, se elaboró el listado de las veinte profesiones que elegirán las nuevas generaciones y serán más populares en 2030.
“El primer paso fue realizar una extensiva investigación para identificar los desarrollos en ciencia y tecnología para los próximos veinte años y los trabajos que emergerán de esos avances”, le contó a PERFIL Rohit Talwar, director de Fast Future y autor principal del estudio. “En total, identificamos 110 nuevas profesiones. A partir de allí elaboramos un listado con las veinte mejores tras analizar variables como su popularidad, impacto ambiental, beneficios educativos, reconocimiento financiero y ventajas para los países en desarrollo”, explicó el especialista en nuevas tendencias.
Del listado final se desprende que ser experto en una sola materia será cosa del pasado, ya que la combinación de calificaciones y habilidades diferentes será una de las constantes en el futuro. “Está claro que las innovaciones en ciencia y tecnología crearán un número importante de nuevas profesiones. Creemos que los trabajos enfocados en salud, producción de alimentos, tecnología y medio ambiente y nuevas soluciones en trasporte e infraestructura serán los de mayor relevancia en el futuro”, sostuvo Talwar.
Ni abogado, ni contador; a continuación, la lista con las profesiones que serán más populares de aquí a 2030.
Fabricantes de partes del cuerpo. La medicina regenerativa ya está dando sus primeros pasos. En el futuro la ciencia permitirá la creación de nuevos órganos que reemplacen el páncreas, el hígado, los vasos sanguíneos y hasta las extremidades del cuerpo. Para esto serán necesario contar con personas que combinen habilidades médicas, de robótica y de ingeniería. Un día típico en esta profesión se desarrollará en el laboratorio, ensamblando y reparando partes del organismo con materiales biológicos. Trabajarán con diseños asistidos por computadora, incluyendo modelos de ADN on line y simulaciones biomecánicas.
Expertos en ética científica. En vista de que la tecnología permitirá realizar cualquier procedimiento, se necesitarán personas que conozcan todos los campos científicos y que ayuden a la sociedad a entender qué desarrollos son beneficiosos y cuáles perjudiciales. El mal uso de la tecnología copará los debates sociales. Por eso serán necesarios profesionales que sepan de ciencia, ética, filosofía, religión, sociología y comunicación.
Médicos especialistas en tercera edad. El envejecimiento de la población demandará de expertos que sepan cómo tratar a los adultos mayores y mejorar su calidad de vida. No sólo harán falta médicos y psiquiatras, sino también profesionales en el área de la rehabilitación física. Estos profesionales deberán dedicar el 20% de su tiempo a estar actualizados con las últimas innovaciones en su materia.
Farmagranjero. Estos profesionales cultivarán alimentos que han sido modificados genéticamente para mejorar su producción e incluir proteínas terapéuticas, como tomates que sirvan para curar enfermedades. Deberán contar con conocimientos en bioquímica, medicina y, por supuesto, agricultura.
Nanomédicos. La nanotecnología ofrecerá la posibilidad de trabajar con dispositivos de tamaño subatómico, algo que requerirá de expertos para operar, analizar enfermedades y conocer el cuerpo humano en detalle. Las aplicaciones de la nanotecnología irán desde la reparación de tejidos hasta la terapia génica. Esta profesión podría emerger en 2025.
Cirujanos para el aumento de la memoria. En el futuro se podrá implantar un chip que haga las veces de disco duro del cerebro humano, lo que permitirá ayudar a las personas que se encuentran sobrecargadas de información a almacenar recuerdos y recuperarlos. Para eso será necesario crear una nueva categoría de cirujanos, con conocimientos de neurología y psicología, cuyo rol sea incrementar la memoria.
Arquitectos, pilotos o guías turísticos espaciales. El espacio es la próxima frontera, y con compañías como Virgin Galactic, que ya ofrecen viajes fuera del planeta, serán necesarios pilotos capaces de dirigir las naves y guías que acompañen a los turistas espaciales. Estos profesionales deberán aprobar rigurosas pruebas físicas y psicológicas para demostrar que podrán tolerar el estrés de realizar vuelos extremadamente largos. También se requerirán arquitectos que diseñen la vida en el exterior. De hecho, la Universidad de Houston, en EE.UU., ya tiene planes para crear invernaderos en Marte.
Granjeros “verticales”. Dentro de veinte años, más de 8.300 millones de personas habitarán la Tierra. Con tanta gente, la escasez de agua y comida será un reto para la producción agrícola. Además, muchos de los suelos estarán degradados. La solución será cultivar plantas, frutas y verduras en granjas “verticales” ubicadas en lo alto de edificios. Esto requerirá profesionales que sepan de botánica, comercio e ingeniería.
Sigue
Especialistas en revertir el cambio climático. Aunque es un problema que ya existe, los efectos devastadores de este fenómeno aumentarán en las próximas décadas. Habrá cada vez más demanda de profesionales multidisciplinarios capaces de crear y aplicar soluciones para disminuir sus consecuencias, como construir un paraguas gigante para desviar los rayos del sol.
Guardianes de epidemias. La amenaza que significó la gripe A (H1N1) dan cuenta de la importancia de tener más profesionales capacitados para luchar contra las epidemias. Si un virus se expande rápidamente por diferentes países, estos profesionales también deberán vigilar que se cumplan las cuarentenas propuestas.
Policías del clima. Con cada vez más países tratando de “provocar” ciertos fenómenos meteorológicos, serán necesarios policías para controlar a quienes quieren hacer llover o generar sequías. Pero no sólo deberán fiscalizar el clima sino que también podrán dar licencias a los países que necesiten en forma urgente modificar el ambiente.
Abogados virtuales. Especialistas podrán dirimir a través de la Web disputas que involucren a ciudadanos residentes en diferentes jurisdicciones legales. Robo de identidad, fraude informático, sabotaje, infracción a la propiedad intelectual serán algunos de los problemas más comunes a resolver.
Maestros virtuales. Se podrán usar avatares para apoyar o reemplazar a los profesores tradicionales. Estos deberán tener experiencia en educación y conocimiento de programación para crear guías de enseñanza interactivas que despierten curiosidad y debate en sus alumnos.
Ingenieros de vehículos alternativos. Diseñadores y técnicos crearán la próxima generación de automóviles utilizando materiales y energías no convencionales para reducir las emisiones contaminantes. Coches eléctricos, que vuelen o vayan por debajo del agua, requerirán profesionales formados en distintos ámbitos de la ingeniería. Estos expertos pasarán gran parte de su tiempo probando la seguridad, el desempeño y las características medioambientales de estos vehículos.
Administradores de datos virtuales. La cantidad de información en red será tan desbordante que habrá especialistas en organizar la vida electrónica: leer y archivar los e-mail, asegurar que los datos estén ordenados, manejar tarjetas de crédito e identificaciones electrónicas. Para esta tarea se necesitarán expertos en administración de datos, seguridad y soluciones informáticas.
Periodistas especializados. Se acabaron las audiencias globales y los programas de TV dirigidos a millones de personas. El futuro está en la especialización y los periodistas se dirigirán a audiencias pequeñas, por lo que deberán crear contenidos que respondan a intereses individuales.
Organizadores de basura digital. Se ocuparán de desechar de la Web la información personal errónea o datos de los gobiernos que puedan ser objeto de ciberataques. También deberán luchar contra el correo basura.
Inversores / agentes de tiempo. El tiempo, más que nunca, será un valor en alza. Se necesitará a alguien que sepa administrarlo de forma efectiva y sacarle beneficio. Ya existen bancos de tiempo; de ahí a que existan inversores o brokers que lo comercien, sólo hay un paso.
Agentes de redes sociales. Para que nadie se sienta excluido de las redes sociales, se formarán profesionales cuya función será facilitar la integración de los individuos en Facebook o Twitter. Temas como el bullying o la falsificación de identidades en la Red serán comunes para estos agentes.
Gestores de marcas personales. Se trata de expertos que aconsejarán cómo crear una marca personal utilizando Internet. ¿Qué perfil proyecta cada persona en Facebook y Twitter? ¿Qué valores se le pueden añadir a la imagen personal? Estas serán algunas de las cuestiones de las que se ocuparan los gestores, que pasarán gran parte de su tiempo navegando en la Web para detectar información relacionada con sus representados.
Cuáles serán las profesiones más populares en veinte años
El Ministerio de Ciencia del gobierno británico encargó una investigación sobre los trabajos que elegirán las nuevas generaciones. Aquí, los elegidos.
Por Florencia Ballarino
.
Ser un policía del clima, un granjero “vertical”, un inversor o broker del tiempo o un administrador de basura digital no parece una necesidad apremiante en el mundo actual. Sus nombres, incluso, suenan a ciencia ficción. Pero en veinte años, cuando la vida cotidiana esté ligada inevitablemente a los avances científicos y la tecnología, comenzará a ser común requerir los servicios de uno de estos especialistas y, por qué no, hasta convertirse en uno de ellos.
Al menos, eso se desprende del estudio The shape of jobs to come (algo así como “Los trabajos que vienen”), del que participaron 486 especialistas en tendencias de 58 países –entre ellos la Argentina– y que fue encargado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del gobierno británico a la consultora Fast Future. De la encuesta, se elaboró el listado de las veinte profesiones que elegirán las nuevas generaciones y serán más populares en 2030.
“El primer paso fue realizar una extensiva investigación para identificar los desarrollos en ciencia y tecnología para los próximos veinte años y los trabajos que emergerán de esos avances”, le contó a PERFIL Rohit Talwar, director de Fast Future y autor principal del estudio. “En total, identificamos 110 nuevas profesiones. A partir de allí elaboramos un listado con las veinte mejores tras analizar variables como su popularidad, impacto ambiental, beneficios educativos, reconocimiento financiero y ventajas para los países en desarrollo”, explicó el especialista en nuevas tendencias.
Del listado final se desprende que ser experto en una sola materia será cosa del pasado, ya que la combinación de calificaciones y habilidades diferentes será una de las constantes en el futuro. “Está claro que las innovaciones en ciencia y tecnología crearán un número importante de nuevas profesiones. Creemos que los trabajos enfocados en salud, producción de alimentos, tecnología y medio ambiente y nuevas soluciones en trasporte e infraestructura serán los de mayor relevancia en el futuro”, sostuvo Talwar.
Ni abogado, ni contador; a continuación, la lista con las profesiones que serán más populares de aquí a 2030.
Fabricantes de partes del cuerpo. La medicina regenerativa ya está dando sus primeros pasos. En el futuro la ciencia permitirá la creación de nuevos órganos que reemplacen el páncreas, el hígado, los vasos sanguíneos y hasta las extremidades del cuerpo. Para esto serán necesario contar con personas que combinen habilidades médicas, de robótica y de ingeniería. Un día típico en esta profesión se desarrollará en el laboratorio, ensamblando y reparando partes del organismo con materiales biológicos. Trabajarán con diseños asistidos por computadora, incluyendo modelos de ADN on line y simulaciones biomecánicas.
Expertos en ética científica. En vista de que la tecnología permitirá realizar cualquier procedimiento, se necesitarán personas que conozcan todos los campos científicos y que ayuden a la sociedad a entender qué desarrollos son beneficiosos y cuáles perjudiciales. El mal uso de la tecnología copará los debates sociales. Por eso serán necesarios profesionales que sepan de ciencia, ética, filosofía, religión, sociología y comunicación.
Médicos especialistas en tercera edad. El envejecimiento de la población demandará de expertos que sepan cómo tratar a los adultos mayores y mejorar su calidad de vida. No sólo harán falta médicos y psiquiatras, sino también profesionales en el área de la rehabilitación física. Estos profesionales deberán dedicar el 20% de su tiempo a estar actualizados con las últimas innovaciones en su materia.
Farmagranjero. Estos profesionales cultivarán alimentos que han sido modificados genéticamente para mejorar su producción e incluir proteínas terapéuticas, como tomates que sirvan para curar enfermedades. Deberán contar con conocimientos en bioquímica, medicina y, por supuesto, agricultura.
Nanomédicos. La nanotecnología ofrecerá la posibilidad de trabajar con dispositivos de tamaño subatómico, algo que requerirá de expertos para operar, analizar enfermedades y conocer el cuerpo humano en detalle. Las aplicaciones de la nanotecnología irán desde la reparación de tejidos hasta la terapia génica. Esta profesión podría emerger en 2025.
Cirujanos para el aumento de la memoria. En el futuro se podrá implantar un chip que haga las veces de disco duro del cerebro humano, lo que permitirá ayudar a las personas que se encuentran sobrecargadas de información a almacenar recuerdos y recuperarlos. Para eso será necesario crear una nueva categoría de cirujanos, con conocimientos de neurología y psicología, cuyo rol sea incrementar la memoria.
Arquitectos, pilotos o guías turísticos espaciales. El espacio es la próxima frontera, y con compañías como Virgin Galactic, que ya ofrecen viajes fuera del planeta, serán necesarios pilotos capaces de dirigir las naves y guías que acompañen a los turistas espaciales. Estos profesionales deberán aprobar rigurosas pruebas físicas y psicológicas para demostrar que podrán tolerar el estrés de realizar vuelos extremadamente largos. También se requerirán arquitectos que diseñen la vida en el exterior. De hecho, la Universidad de Houston, en EE.UU., ya tiene planes para crear invernaderos en Marte.
Granjeros “verticales”. Dentro de veinte años, más de 8.300 millones de personas habitarán la Tierra. Con tanta gente, la escasez de agua y comida será un reto para la producción agrícola. Además, muchos de los suelos estarán degradados. La solución será cultivar plantas, frutas y verduras en granjas “verticales” ubicadas en lo alto de edificios. Esto requerirá profesionales que sepan de botánica, comercio e ingeniería.
Sigue
Especialistas en revertir el cambio climático. Aunque es un problema que ya existe, los efectos devastadores de este fenómeno aumentarán en las próximas décadas. Habrá cada vez más demanda de profesionales multidisciplinarios capaces de crear y aplicar soluciones para disminuir sus consecuencias, como construir un paraguas gigante para desviar los rayos del sol.
Guardianes de epidemias. La amenaza que significó la gripe A (H1N1) dan cuenta de la importancia de tener más profesionales capacitados para luchar contra las epidemias. Si un virus se expande rápidamente por diferentes países, estos profesionales también deberán vigilar que se cumplan las cuarentenas propuestas.
Policías del clima. Con cada vez más países tratando de “provocar” ciertos fenómenos meteorológicos, serán necesarios policías para controlar a quienes quieren hacer llover o generar sequías. Pero no sólo deberán fiscalizar el clima sino que también podrán dar licencias a los países que necesiten en forma urgente modificar el ambiente.
Abogados virtuales. Especialistas podrán dirimir a través de la Web disputas que involucren a ciudadanos residentes en diferentes jurisdicciones legales. Robo de identidad, fraude informático, sabotaje, infracción a la propiedad intelectual serán algunos de los problemas más comunes a resolver.
Maestros virtuales. Se podrán usar avatares para apoyar o reemplazar a los profesores tradicionales. Estos deberán tener experiencia en educación y conocimiento de programación para crear guías de enseñanza interactivas que despierten curiosidad y debate en sus alumnos.
Ingenieros de vehículos alternativos. Diseñadores y técnicos crearán la próxima generación de automóviles utilizando materiales y energías no convencionales para reducir las emisiones contaminantes. Coches eléctricos, que vuelen o vayan por debajo del agua, requerirán profesionales formados en distintos ámbitos de la ingeniería. Estos expertos pasarán gran parte de su tiempo probando la seguridad, el desempeño y las características medioambientales de estos vehículos.
Administradores de datos virtuales. La cantidad de información en red será tan desbordante que habrá especialistas en organizar la vida electrónica: leer y archivar los e-mail, asegurar que los datos estén ordenados, manejar tarjetas de crédito e identificaciones electrónicas. Para esta tarea se necesitarán expertos en administración de datos, seguridad y soluciones informáticas.
Periodistas especializados. Se acabaron las audiencias globales y los programas de TV dirigidos a millones de personas. El futuro está en la especialización y los periodistas se dirigirán a audiencias pequeñas, por lo que deberán crear contenidos que respondan a intereses individuales.
Organizadores de basura digital. Se ocuparán de desechar de la Web la información personal errónea o datos de los gobiernos que puedan ser objeto de ciberataques. También deberán luchar contra el correo basura.
Inversores / agentes de tiempo. El tiempo, más que nunca, será un valor en alza. Se necesitará a alguien que sepa administrarlo de forma efectiva y sacarle beneficio. Ya existen bancos de tiempo; de ahí a que existan inversores o brokers que lo comercien, sólo hay un paso.
Agentes de redes sociales. Para que nadie se sienta excluido de las redes sociales, se formarán profesionales cuya función será facilitar la integración de los individuos en Facebook o Twitter. Temas como el bullying o la falsificación de identidades en la Red serán comunes para estos agentes.
Gestores de marcas personales. Se trata de expertos que aconsejarán cómo crear una marca personal utilizando Internet. ¿Qué perfil proyecta cada persona en Facebook y Twitter? ¿Qué valores se le pueden añadir a la imagen personal? Estas serán algunas de las cuestiones de las que se ocuparan los gestores, que pasarán gran parte de su tiempo navegando en la Web para detectar información relacionada con sus representados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario