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domingo, 2 de mayo de 2010

el autoritarismodel que hizo de los contenidos de la Tv una porqueria

vuelve marcelo tinelli
“Este año, al que se pase lo rajo del programa”
ShowMatch 2010, su sociedad con el Grupo Clarín, el vínculo con el Gobierno, su soltería, los romances que le adjudican y sus hijos. La pelea del prime time con Telefe y el final con San Lorenzo.
Por Marita Otero

Para subir al cuarto piso del edificio de Ideas del Sur en la calle Olleros, un seguridad privada trae la tarjeta magnética para habilitar el ascensor exclusivo, luego de que Marcelo Tinelli, o su secretaria, Silvina, le de el OK a María Calatayud. Antes de eso, hay que pasar por la guardia dejando número de documento y motivo de visita. Protección básica que tiene el conductor más famoso e importante –que no es lo mismo– de la televisión argentina, quien hoy estará ausente en los Martín Fierro por un viaje al sur programado desde hacía meses. O sea que su primera aparición televisiva será mañana a las 22 con su clásico: “¡Buenas noches, América!” en ShowMatch. La vida y obra de este hombre que desde hace 21 años es el gran entretenedor genera admiración, polémica (como la que acaba de sufrir Matías Alé, uno de sus famosos del “Bailando...”, en Corrientes), fantasías de todo tipo y en el último año, luego de su separación de Paula Robles, su segunda mujer, se convirtió en el soltero al que “todas” quieren “cazar”. Padre de cuatro hijos, Micaela, Candelaria, Francisco y Juana, ahora comparte su piso de avenida Figueroa Alcorta con las dos mayores y Charly, el cachorro chihuahua. Como si hiciera falta decirlo, aclara “estoy bárbaro como estoy. No estoy pensando en casarme de nuevo”. Y sonríe convencido, a la vez que espera, tranquilo y seguro, la charla.
—Hoy no vas a los Martín Fierro, donde estás nominado...
—Yo siempre voy, pero en domingo no lo habían hecho nunca y tenía planeado un viaje con amigos y los chicos.
—En el platino, competís con Susana.
—Si lo gana Susana, se lo merece por todo lo que ha hecho en televisión y porque es una de las más grandes comunicadoras de la Argentina, una mina bárbara.
—Mañana empezás la temporada 21 de “ShowMatch”. ¿Cómo lo sentís?
—Sí, y la verdad es que no sé si va a entrar todo lo que tenemos preparado. Está la ficción con Nico Vázquez, los Midachi (ver recuadro) y van a ser una sorpresa los dos extranjeros, Lorenzo Lamas y Sarah Patty Jones, quienes en principio tienen contrato por tres meses. Después vemos.
—Al mencionar el tema contrato, ¿hasta cúando tenés firmado con El Trece?
—Este y dos más. Renové hasta el 2012.
—¿Te sirvió asociarte con Clarín en Ideas del Sur?
—Sí, muchísimo. Creo que ha sido un gran crecimiento como productora local e internacional y eso fue por el gran acercamiento y sociedad con el Grupo Clarín. Primero porque nos garantizaron el contenido en el canal de acá, y eso hace que no tengamos que andar con la valijita vendiendo los programas por los canales. Hoy siento que la productora labura para Canal 13 y los programas que nos piden van con horarios asignados con mucho tiempo de anticipación y está bueno porque sabemos dónde lo vamos a poner y qué contenidos vamos a tener.
—¿Da ganancia la productora?
—Sí, pero es una productora con tanta gente trabajando que es una plata que se reinvierte cada año.
—¿Cúanta gente?
—Entre fijos y contratados, unas 500 personas trabajando.
—¿Te considerás un buen empresario?
—No, soy uno más. Y no me considero un buen empresario porque hay tipos grosos que son muy buenos, yo acompaño. Eso sí, me gusta haber invertido en la Argentina, haberle dado laburo a mucha gente en un momento difícil del país y siento que está bueno eso. Tranquilamente podía no haber hecho semejante infraestructura como hice, y haberme manejado de otra manera. Pero me gustó invertir en el país, con todos los riesgos que eso significa, y estoy muy feliz por eso.
—Hablando de Clarín, este año te toca estar en medio de una guerra que es mucho peor que la del rating: la de Clarín y el Gobierno, ¿cómo hacés para zafar del fuego cruzado?
—Yo no estoy en el medio de ninguna guerra y si hay una guerra será entre Clarín-Gobierno o el Gobierno-Clarín. No siento que entro en una guerra. Yo hago un producto televisivo, un programa de entretenimientos, es lo mío, lo que sé hacer. Después, cada uno, las interpretaciones...Nunca me metí en eso y que cada uno haga lo que le parece. Gracias a Dios, y digo esto con la cabeza bien en alto, nunca vino nadie del canal a decirme algo en particular y he tenido una gran libertad en estos cinco años y eso me pone muy bien.
—Te ves con Scioli, invitás a Macri a tu cumpleaños, tenés buen vínculo con los Kirchner, ¿de dónde sacás esa habilidad para mantenerte al margen?
—Seguramente con Daniel tenemos una historia muy grande en común. De hecho, yo le iba a pedir los avisos cuando estaba Scioli (la casa de electrodomésticos) en la calle Corrientes. Yo no tenía un “sope”, no era nadie ni sabía que iba a ser productor ni que él sería gobernador de la provincia de Buenos Aires o vicepresidente. Por eso, que venga a mi cumpleaños o la amistad que tengo con él va más allá de quién es hoy. Con respecto a Mauricio, lo conozco desde hace muchísimos años de jugar al fútbol juntos, ha estado muy cerca en muchos momentos de mi vida; ahora, lo que haga como político es un tema de él. Y con Néstor y Cristina siempre tuve una muy buena relación, últimamente hace mucho que no nos hablamos, pero tengo la mejor, más allá de poder estar haciendo una parodia en el programa.
—¿Habrá alguna parodia este año?
—Sí, estamos viendo qué. Martín Bossi y Freddy son los que harán las imitaciones. Vamos a ver qué va a ir dando el humor, ahora no hay un año electoral, de modo que iremos viendo qué hacer.
—Suena a chiste, ¿pero es verdad que te ofrecieron 50 millones de dólares Macri y De Narváez para ser candidato en Capital?
—Es una locura y seguramente surgió de la mente de una persona que no estaba bien. Ni vale la pena hablarlo.
—¿Hablás con tus hijas de estos temas? Me refiero a cuando salen estas cosas, o el tema del ADN de los hijos de la Sra. de Noble...
—No. Jamás salió el tema. Nunca lo hablamos, no está en nuestra agenda. Sí, por supuesto, hemos hablado de la dictadura y de lo que significó para nuestro país, pero no de eso...
Paz y rating. Pantalón y chaleco negro con rayas blancas, camisa celeste con gemelos, mirada relajada, y una sonrisa plena le dan cierto aire de hombre feliz. Creáse o no, uno de los motivos a los que le atribuye su pacífico estado de ánimo es al hecho de haber eliminado el deseo.
—¿Sexual?
—No, estoy hablando del deseo de las cosas materiales. No me falta nada y tengo todo lo que quiero. Estos cincuenta años fueron todos ciento por ciento felicidad. Y lo sostengo, aun en los peores momentos en los que incluyo la pérdida de seres queridos.
—¿Cúal es tu ética en la vida? ¿Qué cosas respetás?
—Respeto mucho la trayectoria de las personas, al tipo que tiene palabra, el talento artístico, me gusta cuando una persona habla con propiedad, la humildad, las personas que dan sin esperar nada a cambio...
—En televisión, ¿hiciste algo que te haya dado vergüenza?
—Anoche pensaba que hay cosas que no tengo ganas de permitir que pasen en el programa. Mirando para atrás, y como se viene ahora el “Bailando...”, siempre me mantuve en un lugar de no meterme, acompañaba las situaciones y dejaba que fluyeran las cosas sin pensar en el rating. Como si fuera un psicólogo sin opinar mucho. Y pensé en el escupitajo a Jorge Lafauci: eso es algo que yo no puedo permitir. En ese momento tenía que haberlo cortado ahí. ¿Qué quiero decir? La tendría que haber rajado a la mina directamente, con tarjeta roja. Hablando con Gustavo Yankelevich, coincidimos en que tenía que haber marcado territorio y me cayó la ficha de que si hay un momento en que se pasa el límite, este año, tengo la tarjeta roja.
—Lo curioso es lo que se genera con las peleas en el “Bailando...”. En la vida real, ¿serías capaz de soportar esos líos?
—Yo creo que la televisión no es la vida real. El problema de la gente es cuando creen que la televisión es la vida real, y es televisión. Un gran juego donde se juega todo, aunque hay algunos programas que se acercan más a la realidad, pero no es la vida misma.
—¿Te cuesta estar en forma para el programa? ¿Te cuidás mucho?
—Es un laburo, pero a mí me gusta. Ahora tengo un problemita en la pierna, ando medio lesionado, no sé si voy a llegar diez puntos, pero voy a seguir tratando.
—¿Te harías un retoque en la cara?
—No, no me gustaría verme con un retoque en la cara. Ni ahí. Lo que sí, me cuido muchísimo. Una o dos veces al año me hago análisis de todo. Como bien, sano, voy al nutricionista, duermo las horas que tengo que dormir, escucho a los médicos, hago los estudios del corazón, todo lo que es necesario, lo hago. Quiero estar bien y fundamentalmente prevenir. Ahora tomo champagne, muy poco, pero fija menos las grasas que el vino.
—Decís que no te falta nada, ¿qué te sobra?
—(Piensa) No sé si me sobra algo. Yo lo que sí sé es que a partir de estos últimos años, quiero andar con menos cosas en la vida, más libre, con mejor mochilas, entonces por ahí, algunas cosas o propiedades que no utilizo, voy pensando en sacarlas.
—Hablemos de televisión, ¿cómo estás sintiendo el nuevo programa?
—Yo siempre digo que en todos estos años en la tele, en las cosas en que me ha ido bien es porque las he sentido en el corazón, nunca en la cabeza. Y este año creo que me hizo mucho bien todos los cursos que hice para el arte de vivir, la práctica semanal de respiración, que es una especie de yoga, te baja y te pone la energía en un lugar muy lindo. Hoy vuelvo a sentir el cosquilleo, me fanatizo con el programa, tengo ganas de empezarlo, siento que voy a hacer lo que me gusta y a estar en un lugar que amo.
—El Trece perdió abril por 3,1 puntos de rating. No les funcionó “Alguien que me quiera”, la tarde viene floja y en junio está el Mundial, que es exclusivo de Telefe, ¿cúal es tu mirada?
—El rating es algo muy cambiante. Todo lo que va mal puede ir bien y todo lo que va bien puede estar mal. Hoy hay menos gente que está mirando televisión abierta. Con las ofertas que tenés, ya no están los 55 o 60 puntos de Grande, pá o Amigos son los amigos. Tenés un cable mucho más fuerte, DVD, Internet, todo eso se lleva gente. Hay menor encendido en el prime time, unos puntos menos, algo que tiene que ver con el producto y la elección de la gente. Yo creo que en los cinco años que estoy en El Trece, siempre ha sido ganador en el prime time, y que hoy vuelve a serlo. Me parece que tiene con qué. Ahora, más allá de eso, me preocupo por mi programa y por Este es el show o Consentidos, que son mis preocupaciones. El Chueco, Pablo y Coco (Fernández) deben preocuparse por la programación del canal. Bastante tengo con lo mío.
—¿Te sigue importando ser primero?
—A mí me sigue importando hacer un buen número de rating. El que diga una cosa diferente está mintiendo. Lo dije un montón de veces y lo repito ahora. Yo, si hago una obra de teatro, quiero que los asientos estén ocupados, acá lo mismo, hago un programa para que esté bueno, que me guste a mí y a la gente, la gente lo vea y haga rating.
—¿Qué te duele más, las críticas o el rating?
—Ninguna de las dos cosas. Después de tantos años, entendí que cada uno es libre de decir lo que quiera y en todo caso, el problema será del otro. Seguramente hay cosas de mí que a alguna gente no le gusten y a otros, sí.
—Sin embargo, le hiciste juicio a la productora Cuatro Cabezas porque “Zapping” te pegaba cada semana...
—No le hice juicio porque me pegaban, sino por una cuestión de no pedir permiso para la utilización de imágenes. Ahora hay una posibilidad de acuerdo con ellos, por lo menos hay diálogo con Diego Guebel, es una persona que me respeta y que yo respeto y podemos hablar.
—¿Leíste lo que dijo Luis Ortega? Eso de “Tinelli es peor que el paco”.
—Lo conozco, lo he visto un par de veces en la casa de Sebastián, es una opinión de él. Qué sé yo... Me llamó el papá, Ramón, después Sebastián y lo que les dije es: “Ramón, no te hagás problemas, es una opinión de tu hijo, y siendo un hijo tuyo lo adoro y no tengo ningún problema con él”. No voy a cambiar la amistad que siento por él, Evangelina, toda la familia, que los quiero mucho y han estado en muchos momentos de mi vida: feos, lindos, de todo. Diga lo que diga Luis, es parte de esa familia.
Sobre el amor y otros cuentos. Hábil declarante, maneja las palabras sin jamás perder el control del discurso. Sin embargo, no pareciera que le costara el menor esfuerzo. Tinelli tiene respuesta para todo, desde San Lorenzo, Maradona, Ricardo Fort, el momento político, la competencia entre canales y hasta sabe cómo zafar, escurridizo como una anguila, cuando se le menciona el tema romance. En plural, claro.
—En el verano te han sacado fotos con diferentes mujeres...
—No. ¿Con quién? Yo no me saqué con ninguna. Alguna vez en algún boliche, pero ¿con quién?
—Bueno, la lista va de Silvina Luna, Magalí Montoro, ahora a Barbara Attias. ¿Pero te enoja que te relacionen con mujeres jóvenes?
—No. Entiendo como es el juego estando soltero, lo entiendo perfectamente. Lo que sí puedo decirles a algunos, que no es verdad. La única mujer que está en casa aparte de mis hijas, es la ama de llaves, que es divina. Me acostumbré muchísimo a esta vida, hago comidas para mis hijos, ellos traen a sus amigos y estoy feliz. Como también lo estuve cuando estaba casado.
—La gran apuesta de muchos es: ¿con quién sale Tinelli hoy?
—No salgo con nadie. No tengo una pareja, si no te lo diría. Conozco amigos. Amigas, eso es muy obvio porque lo ves enseguida en algún lado, pero no.
—¿Son celosas Micaela y Candelaria?
—No. Preguntale a ellas sino. Saben todo de mí, la verdad absoluta porque viven conmigo y comparten las cosas que me pasan. Tenemos una relación muy linda, y conocen y saben qué es verdad y qué es mentira.
—O sea, volver a casarte no está en tus planes.
—Yo sé que estoy bien así. Por supuesto que uno nunca puede saber cómo viene la vida, no podría jurar “nunca haré esto”, pero por ahora es así.
—Y cuando dicen que te quieren enganchar varias, que te van a correr por todos los costados...
—Trataré de correr rápido y en algún momento se van a cansar.
—¿Pensás que alguno de tus cuatro hijos va a seguir en este negocio?
—Sí, me gustaría que algún hijo mío trabajara en los medios, pero si son felices con otras cosas, está todo bien. Por ahí, a Mica le interesa algo de vestuario, viene a la productora, colabora con mi asesora María Vilariño, a veces algo también en el programa. Cande estudia Bellas Artes y Francisco es chico, tiene 12 años y Juana, 7. Habrá que ver más adelante. La productora logró, gracias al Grupo Clarín, llevar el programa al exterior porque si uno ve los números acá y los compara con los de otros lados, no te cierran. En la Argentina, de costos, tuvimos un aumento de casi el 50 por ciento de Patito Feo hasta el último episodio de Consentidos.
—Imagino lo que debe salir este año el presupuesto de “ShowMatch”, con el Mundial incluido.
—Mirá, armamos el presupuesto este año para cuatro días en pantalla, y después vamos viendo. En ese presupuesto entra todo el paquete, “Bailando...”, la ficción, los invitados especiales, todo presupuestado antes y sabiendo las publicidades que tenemos. Yo no soy muy afecto a trabajar los viernes, pero... Por lo demás, el plan del Mundial se hizo sabiendo que Canal 13 no tiene los derechos, de modo que vamos a gastar en notas color, y no vamos a competir a nivel fútbol. La idea es que viajen el Turco Naim y Ricardo Fort, darle un colorcito y ya. No tenemos ni lugar en el IBC para trabajar.
—¿Y sobre San Lorenzo qué podés decir? Fabián Casas dijo en “Olé” que “habías llegado con tu cultura de ganadores y perdedores y fundiste el club”.
—Lo que digo de San Lorenzo es que el fútbol es algo inviable para una persona que quiera colaborar con un club, porque aparentemente se pretende que una persona, porque tiene dinero, deba ponerlo regalándoselo al club, y todo parece ser un gran negocio, para la gente que está dentro de la institución o para algunos hinchas. Es algo raro porque te encontrás poniendo plata y que sea una obligación poner plata y siempre está la duda de que uno quiere hacer negocio, que le quiere sacar plata al club, entonces lo mejor es no... Yo cumplí mi etapa, lo saqué a San Lorenzo de un momento muy difícil que tenía, estaba muy mal económicamente, financieramente, deportivamente. Decidimos entrar con un grupo de gente amiga, logramos quedar primeros en la tabla de promedios, ganamos un titulo en tres años, estuvo cerca de ganar la Libertadores, trajimos jugadores de nivel como D’Alessandro, Placente, Berghessio, Solari, y creo que se terminó una etapa.
—Macri estuvo en Boca y no lo “mataron” como a vos...
—A mí no me mataron, creo que San Lorenzo es un club muy político y hoy particularmente no tengo ganas de meterme de esa manera; sí me gusta colaborar y hacer obras de bien, como la pensión que estamos armando para los chicos de inferiores.
—Para terminar, ¿cómo te llevás con la mentira?
—Todos fuimos mentirosos en algunos momentos de la vida. El que te dice que no, sigue mintiendo.
—¿En esta nota, cúanto me mentiste?
—No, no. Te dije la verdad. Por ahí, en algunas cosas uno no dice lo que siente; algunas mentiritas siempre hay.
Producción: Gustavo Martín Méndez

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