Tendencias:
El diseño, factor clave del éxito empresarial.
Adrián Pierini, analiza la tendencia que pone al diseño en un lugar de privilegio en el mix de las acciones de comunicación.
De los últimos estudios de opinión realizados a empresarios, Brand Managers y gerentes de grandes empresas en el mundo, se observa una tendencia importante que pone al diseño en un lugar de privilegio en el mix de las acciones de comunicación.Según un estudio desarrollado en Alemania por Markenverband, Rat für Formgebung y Scholz & Friends, más de la mitad de las empresas consultadas contemplan el diseño como factor clave para el éxito de su marca, informa Horizont.Otras conclusiones de este estudio pero que aparecen como tendencia en varios, muestran que las empresas aumentaron considerablemente su inversión en diseño en los últimos cinco años. Las empresas consultadas contemplan el diseño como un valor añadido a la hora de lanzar nuevos productos. Los responsables desde el anunciante también señalan que el diseño sirve como oportunidad de ganar cuota de mercado, como una manera de fijar precios y obviamente para generar valor en la marca.Teniendo en cuenta estos datos que se muestran en el mundo entrevistamos a Adrián Pierini, para analizar la tendencia y saber que pasa en nuestro mercado.Adrián ¿Ves que la tendencia que se da en el mundo esté pasando en nuestro mercado?Por supuesto, pero esto es la expresión de un fenómeno más profundo y tal vez más preocupante, que consiste en un aumento de protagonismo de la imagen. Las apariencias hoy poseen un lugar de privilegio en todas las áreas: comercial, político, social, etc y el diseño es uno de sus más fuertes medios de comunicación. Hoy las empresas entienden que los diferenciales de los productos deben manifestar sus atributos al máximo, es decir, que las marcas no sólo tienen que manejar códigos estéticos de la categoría a la cual pertenecen sino poseer un plus visual que genere impacto, diferenciación y por sobre, todo preferencia y fidelidad. La tendencia histórica de los hombres a agruparse por gustos, sentimientos o experiencias vividas hoy se manifiesta claramente a través de la masiva atracción que las redes sociales como facebook tienen sobre ellos, es un universo con nuevos códigos de relación donde el conocimiento del otro se da de manera virtual y fundamentalmente visual. A través de esos medios impersonales, las nuevas generaciones de consumidores, se reconocen mediante fotografías, se comunican intercambiando mensajes mediante tipografías específicas y signos de expresión. Los colores, las formas, los espacios en el tipeo, todo ayuda a transmitir sensaciones. Esta nueva realidad, ha sido identificada por las grandes corporaciones, quienes reconocen en el diseño la herramienta ideal para alinearse a las nuevas tendencias y es así, entonces, que un buen packaging se vuelve cada vez más vital, pues es el único medio por el cual, en el momento de compra, se expresa el mensaje de quién fabrica el producto. El diseño web por otro lado, se vuelve fundamental, pues le permite a ese producto magnificar su mensaje y generar una interactividad virtual muy significativa a la hora de estrechar los lazos emocionales con el nuevo target. El diseño industrial y editorial también se suman al nuevo escenario con radical importancia generando nuevas formas y composiciones portadoras de mensajes subyacentes. En definitiva, el consumidor de hoy, ve la imagen y a través de ella elabora su juicio. Lo racional juega un rol secundario y comienza a actuar tras la seducción de lo estético.¿Cómo observas la realidad del mercado del diseño en nuestro país?Compleja. Si bien acabo de mencionar que el diseño va ocupando un rol muy importante en el universo marcario, lo cierto es que paralelamente sucede otro fenómeno para el cual todos los países, y en especial el nuestro, deben estar preparados: la globalización. Si bien desde hace años el mundo va acortando las fronteras y los lazos comerciales se van haciendo cada vez más estrechos, esta última década ha sido testigo de un incremento muy notable de esta unión corporativa a escala internacional. Estrategias unificadas, reducción de costos, coherencia en los procesos, e imagen potenciada son algunos de los beneficios que las grandes empresas han obtenido con ella pero, por supuesto, esos logros han generado también un lado oscuro: la centralización del manejo visual de sus marcas. A partir de las nuevas políticas, se establecen pautas de procedimiento a nivel diseño mucho más unificadas, es decir que la creación de una identidad coherente parte en muchos de esos casos de acotar el número de proveedores responsables de la misma. Frente a este panorama, la realidad del mercado obliga a los nuevos profesionales a maximizar su calidad proyectual, aumentar el nivel de servicio, tornar en profesional lo intuitivo mediante una capacitación constante, y estar preparado para competir en un nivel superior ya que tendrán que demostrar su superioridad, no sólo frente a agencias locales sino frente a talentos regionales y hasta globales. Los estudios de diseño que deseen ser escogidos para trabajar con las grandes marcas deberán ser mucho más que creativos, deberán entender el nuevo juego y dominar las reglas de quiénes mueven sus fichas.¿Eso quiere decir que el futuro podría volverse difícil para los profesionales de países menos industrializados o alejados del epicentro de las grandes corporaciones?No, en lo absoluto. Así como menciono que los nuevos diseñadores estarán sometidos a un examen mucho más estricto por parte de sus potenciales clientes, también es importante considerar que la globalización trae aparejada mayor igualdad de oportunidades. Países como el nuestro pueden comenzar trabajando en un proyecto local y terminar diseñando la imagen corporativa a escala global. Hoy calidad, precio y servicio son los grandes diferenciales y los argentinos estamos dentro de un contexto ideal para salir airosos del nuevo desafío.¿Algún mercado que te llame la atención y del que hay mucho que aprender?En este momento me encuentro trabajando para distintos países y mercados, de todos ellos hay cosas que sería bueno incorporar: el mercado norteamericano, por ejemplo, es directo, explícito, emocional; el inglés es sutil, refinado e inteligente; el asiático combina lo estratégico y lo cultural dando paso a soluciones comerciales diferentes, personales e innovadoras.¿Como estamos frente al mundo con el diseño argentino?Creo que no tenemos nada que envidiarles a las agencias y estudios extranjeros. Desde el punto de vista regional, la Argentina es considerada un referente tanto en calidad como en creatividad. Una crítica con la que me he topado en mis diferentes viajes por Latinoamérica es el escaso “localismo estético” de nuestro trabajo, es decir, que a diferencia de lo que sucede en México, Perú o Ecuador, en donde su producción va muy ligada a su historia cultural, el diseño argentino se manifiesta muy europeo y parece darle la espalda a sus raíces y tradiciones. Creo que mucho de eso es cierto pero también pienso que, paradójicamente, esa característica constituye uno de los motivos por el que nuestro trabajo es querido y requerido por gran parte del mundo. Creamos piezas de fácil comprensión global pero con la energía, la originalidad y el acento propio de lo latino, sin duda resulta ser un excelente mix.Lo cierto es que el diseño argentino, dejando sus “contradicciones esenciales” de lado, se proyecta hacia un franco crecimiento que, a mi juicio, será enriquecido por un contexto económico, político y social que se presenta cada vez más propicio.¿Qué categorías ves como las más preocupadas por el diseño o en la que el buen diseño sea una ventaja diferencial importante?Noto una significativa evolución en cosmética. Si bien todas las categorías han ido aggiornando sus packagings, podría asegurar que el buen diseño juega un rol fundamental en aquellos rubros que contribuyen al afianzamiento de la personalidad del consumidor. La cosmética, sin duda alguna, tiene relación directa con ese mundo personal, por lo que sus productos deben potenciar su imaginario a través de estéticas que los pongan en sintonía con su target. También es destacable como las marcas masivas renuevan su discurso y buscan enriquecer sus diferenciales mediante un valor agregado basado en lo aspiracional, es decir que al igual que en el rubro cosmética, la harina, la leche, los congelados, etc son enfocados como objetos calificadores del usuario.¿Cuáles dirías que son los temas pendientes dentro de este sector de la industria, para elevar su consideración?Creo que debería existir una mayor sinergia entre los distintos integrantes del proceso innovador, es decir, hoy marketing, diseño y producción no interactúan; se están manejando como islas de conocimientos que se van conectando sólo cuando resulta absolutamente necesario. Los diseñadores no se sumergen en la estrategia, la gente de marketing no muestra interés por “la cocina” del diseño, las imprentas no asesoran ni a los diseñadores ni a las empresas en materia de posibilidades de reproducción. Los tiempos acotados, las urgencias impuestas por el mercado, la mediocridad por momentos, son algunos de los factores que anulan el desarrollo óptimo de un producto desde la generación de la idea hasta su implementación en el punto de venta. Un tema pendiente sería generar procesos metódicos organizados que enriquezcan, y que a la vez permitan explorar las máximas capacidades expresivas, funcionales y de exposición de cualquier nuevo lanzamiento
El diseño, factor clave del éxito empresarial.
Adrián Pierini, analiza la tendencia que pone al diseño en un lugar de privilegio en el mix de las acciones de comunicación.
De los últimos estudios de opinión realizados a empresarios, Brand Managers y gerentes de grandes empresas en el mundo, se observa una tendencia importante que pone al diseño en un lugar de privilegio en el mix de las acciones de comunicación.Según un estudio desarrollado en Alemania por Markenverband, Rat für Formgebung y Scholz & Friends, más de la mitad de las empresas consultadas contemplan el diseño como factor clave para el éxito de su marca, informa Horizont.Otras conclusiones de este estudio pero que aparecen como tendencia en varios, muestran que las empresas aumentaron considerablemente su inversión en diseño en los últimos cinco años. Las empresas consultadas contemplan el diseño como un valor añadido a la hora de lanzar nuevos productos. Los responsables desde el anunciante también señalan que el diseño sirve como oportunidad de ganar cuota de mercado, como una manera de fijar precios y obviamente para generar valor en la marca.Teniendo en cuenta estos datos que se muestran en el mundo entrevistamos a Adrián Pierini, para analizar la tendencia y saber que pasa en nuestro mercado.Adrián ¿Ves que la tendencia que se da en el mundo esté pasando en nuestro mercado?Por supuesto, pero esto es la expresión de un fenómeno más profundo y tal vez más preocupante, que consiste en un aumento de protagonismo de la imagen. Las apariencias hoy poseen un lugar de privilegio en todas las áreas: comercial, político, social, etc y el diseño es uno de sus más fuertes medios de comunicación. Hoy las empresas entienden que los diferenciales de los productos deben manifestar sus atributos al máximo, es decir, que las marcas no sólo tienen que manejar códigos estéticos de la categoría a la cual pertenecen sino poseer un plus visual que genere impacto, diferenciación y por sobre, todo preferencia y fidelidad. La tendencia histórica de los hombres a agruparse por gustos, sentimientos o experiencias vividas hoy se manifiesta claramente a través de la masiva atracción que las redes sociales como facebook tienen sobre ellos, es un universo con nuevos códigos de relación donde el conocimiento del otro se da de manera virtual y fundamentalmente visual. A través de esos medios impersonales, las nuevas generaciones de consumidores, se reconocen mediante fotografías, se comunican intercambiando mensajes mediante tipografías específicas y signos de expresión. Los colores, las formas, los espacios en el tipeo, todo ayuda a transmitir sensaciones. Esta nueva realidad, ha sido identificada por las grandes corporaciones, quienes reconocen en el diseño la herramienta ideal para alinearse a las nuevas tendencias y es así, entonces, que un buen packaging se vuelve cada vez más vital, pues es el único medio por el cual, en el momento de compra, se expresa el mensaje de quién fabrica el producto. El diseño web por otro lado, se vuelve fundamental, pues le permite a ese producto magnificar su mensaje y generar una interactividad virtual muy significativa a la hora de estrechar los lazos emocionales con el nuevo target. El diseño industrial y editorial también se suman al nuevo escenario con radical importancia generando nuevas formas y composiciones portadoras de mensajes subyacentes. En definitiva, el consumidor de hoy, ve la imagen y a través de ella elabora su juicio. Lo racional juega un rol secundario y comienza a actuar tras la seducción de lo estético.¿Cómo observas la realidad del mercado del diseño en nuestro país?Compleja. Si bien acabo de mencionar que el diseño va ocupando un rol muy importante en el universo marcario, lo cierto es que paralelamente sucede otro fenómeno para el cual todos los países, y en especial el nuestro, deben estar preparados: la globalización. Si bien desde hace años el mundo va acortando las fronteras y los lazos comerciales se van haciendo cada vez más estrechos, esta última década ha sido testigo de un incremento muy notable de esta unión corporativa a escala internacional. Estrategias unificadas, reducción de costos, coherencia en los procesos, e imagen potenciada son algunos de los beneficios que las grandes empresas han obtenido con ella pero, por supuesto, esos logros han generado también un lado oscuro: la centralización del manejo visual de sus marcas. A partir de las nuevas políticas, se establecen pautas de procedimiento a nivel diseño mucho más unificadas, es decir que la creación de una identidad coherente parte en muchos de esos casos de acotar el número de proveedores responsables de la misma. Frente a este panorama, la realidad del mercado obliga a los nuevos profesionales a maximizar su calidad proyectual, aumentar el nivel de servicio, tornar en profesional lo intuitivo mediante una capacitación constante, y estar preparado para competir en un nivel superior ya que tendrán que demostrar su superioridad, no sólo frente a agencias locales sino frente a talentos regionales y hasta globales. Los estudios de diseño que deseen ser escogidos para trabajar con las grandes marcas deberán ser mucho más que creativos, deberán entender el nuevo juego y dominar las reglas de quiénes mueven sus fichas.¿Eso quiere decir que el futuro podría volverse difícil para los profesionales de países menos industrializados o alejados del epicentro de las grandes corporaciones?No, en lo absoluto. Así como menciono que los nuevos diseñadores estarán sometidos a un examen mucho más estricto por parte de sus potenciales clientes, también es importante considerar que la globalización trae aparejada mayor igualdad de oportunidades. Países como el nuestro pueden comenzar trabajando en un proyecto local y terminar diseñando la imagen corporativa a escala global. Hoy calidad, precio y servicio son los grandes diferenciales y los argentinos estamos dentro de un contexto ideal para salir airosos del nuevo desafío.¿Algún mercado que te llame la atención y del que hay mucho que aprender?En este momento me encuentro trabajando para distintos países y mercados, de todos ellos hay cosas que sería bueno incorporar: el mercado norteamericano, por ejemplo, es directo, explícito, emocional; el inglés es sutil, refinado e inteligente; el asiático combina lo estratégico y lo cultural dando paso a soluciones comerciales diferentes, personales e innovadoras.¿Como estamos frente al mundo con el diseño argentino?Creo que no tenemos nada que envidiarles a las agencias y estudios extranjeros. Desde el punto de vista regional, la Argentina es considerada un referente tanto en calidad como en creatividad. Una crítica con la que me he topado en mis diferentes viajes por Latinoamérica es el escaso “localismo estético” de nuestro trabajo, es decir, que a diferencia de lo que sucede en México, Perú o Ecuador, en donde su producción va muy ligada a su historia cultural, el diseño argentino se manifiesta muy europeo y parece darle la espalda a sus raíces y tradiciones. Creo que mucho de eso es cierto pero también pienso que, paradójicamente, esa característica constituye uno de los motivos por el que nuestro trabajo es querido y requerido por gran parte del mundo. Creamos piezas de fácil comprensión global pero con la energía, la originalidad y el acento propio de lo latino, sin duda resulta ser un excelente mix.Lo cierto es que el diseño argentino, dejando sus “contradicciones esenciales” de lado, se proyecta hacia un franco crecimiento que, a mi juicio, será enriquecido por un contexto económico, político y social que se presenta cada vez más propicio.¿Qué categorías ves como las más preocupadas por el diseño o en la que el buen diseño sea una ventaja diferencial importante?Noto una significativa evolución en cosmética. Si bien todas las categorías han ido aggiornando sus packagings, podría asegurar que el buen diseño juega un rol fundamental en aquellos rubros que contribuyen al afianzamiento de la personalidad del consumidor. La cosmética, sin duda alguna, tiene relación directa con ese mundo personal, por lo que sus productos deben potenciar su imaginario a través de estéticas que los pongan en sintonía con su target. También es destacable como las marcas masivas renuevan su discurso y buscan enriquecer sus diferenciales mediante un valor agregado basado en lo aspiracional, es decir que al igual que en el rubro cosmética, la harina, la leche, los congelados, etc son enfocados como objetos calificadores del usuario.¿Cuáles dirías que son los temas pendientes dentro de este sector de la industria, para elevar su consideración?Creo que debería existir una mayor sinergia entre los distintos integrantes del proceso innovador, es decir, hoy marketing, diseño y producción no interactúan; se están manejando como islas de conocimientos que se van conectando sólo cuando resulta absolutamente necesario. Los diseñadores no se sumergen en la estrategia, la gente de marketing no muestra interés por “la cocina” del diseño, las imprentas no asesoran ni a los diseñadores ni a las empresas en materia de posibilidades de reproducción. Los tiempos acotados, las urgencias impuestas por el mercado, la mediocridad por momentos, son algunos de los factores que anulan el desarrollo óptimo de un producto desde la generación de la idea hasta su implementación en el punto de venta. Un tema pendiente sería generar procesos metódicos organizados que enriquezcan, y que a la vez permitan explorar las máximas capacidades expresivas, funcionales y de exposición de cualquier nuevo lanzamiento
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