· MEDIOS: NEGOCIOS Y NUEVAS TECNOLOGIAS
· Quieren cobrar por las noticias online, pero pocos pagarían
· El axioma de que Internet es gratuito complica al periodismo digital.
· Por: Miguel Wiñazki
· Mientras en la Argentina algunos retroceden y montan escenarios reaccionarios, medievales y predemocráticos, para juzgar- sin ley- a medios y periodistas, los efectos de las nuevas tecnologías plantean problemas urgentes y complejos en el campo vivo de la revolución de las comunicaciones. La gran paradoja que afrontan hoy los medios es fácil de enunciar y difícil de resolver: todos los hábitos de los consumidores de noticias se han revolucionado.Pero hay algo que permanece enhiesto y en ese punto las audiencias no cambian: conciben a Internet como un espacio en el que las noticias son gratuitas.Los medios, sin embargo, necesitan cobrar para optimizar la baja rentabilidad de las versiones digitales de sus diarios. A pesar de la reticencia de sus lectores, Times Online, el portal del tradicional The Times británico cobrará por el acceso a partir de junio. Los usuarios que a partir de entonces quieran consultarlo deberán pagar 1 libra por día ó 2 por semana (1,11 y 2,23 euros, respectivamente).Les seguirán The Sun y News of the World, todos son propiedad de Rupert Murdoch, dueño de la gran corporacion global News Corporation. Se presupone una disminución del tránsito por esas páginas, y un aumento de los ingresos, pero nadie se atreve a aventurar porcentajes todavía. Según una encuesta de la organización Journalism.Org, el 82% de los internautas en EE.UU. cambiarían su sitio predilecto para leer noticias, si éste decidiera cobrar por ello. A la vez, el 79% confiesa que saltea los avisos online. La publicidad en Internet aporta poco y nada (bajó casi un 5% en los EE.UU. en 2009) y la resistencia a pagar por las noticias continúa siendo altísima. Sin embargo, The New York Times ya cobra por sus contenidos premium en su versión digital, y The Wall Street Journal de Rupert Murdoch también (Ver "Guerra de...). . Hoy, se cruzan dos mundos: el deseado, y el real. El mundo comunicacional deseado, del periodismo cívico, interactivo y desinteresado, y la concepción de la red como una plaza pública propiedad de todos, no termina de conjugarse con la desangelada pero intensa existencia de la economía y de sus imperativos. Es cierto que los hábitos noticiosos constituyen hoy una experiencia mayormente activa y compartida. El 52% de los consumidores de noticias dice que reenvía las que les interesan a otros internautas. Pero también es verdad que no se amortiza la migración de lectores desde las ediciones impresas hacias las online. Mientras tanto otro fenómeno se consolida: el delivery de noticias se disemina hacia formatos portables: el 25% de los usuarios de celulares en los Estados Unidos leen las noticias directamente desde sus teléfonos. Las nuevas tecnologías avanzan más rápido que la nueva economía comunicacional, que busca sin certezas su mejor horizonte.
· Quieren cobrar por las noticias online, pero pocos pagarían
· El axioma de que Internet es gratuito complica al periodismo digital.
· Por: Miguel Wiñazki
· Mientras en la Argentina algunos retroceden y montan escenarios reaccionarios, medievales y predemocráticos, para juzgar- sin ley- a medios y periodistas, los efectos de las nuevas tecnologías plantean problemas urgentes y complejos en el campo vivo de la revolución de las comunicaciones. La gran paradoja que afrontan hoy los medios es fácil de enunciar y difícil de resolver: todos los hábitos de los consumidores de noticias se han revolucionado.Pero hay algo que permanece enhiesto y en ese punto las audiencias no cambian: conciben a Internet como un espacio en el que las noticias son gratuitas.Los medios, sin embargo, necesitan cobrar para optimizar la baja rentabilidad de las versiones digitales de sus diarios. A pesar de la reticencia de sus lectores, Times Online, el portal del tradicional The Times británico cobrará por el acceso a partir de junio. Los usuarios que a partir de entonces quieran consultarlo deberán pagar 1 libra por día ó 2 por semana (1,11 y 2,23 euros, respectivamente).Les seguirán The Sun y News of the World, todos son propiedad de Rupert Murdoch, dueño de la gran corporacion global News Corporation. Se presupone una disminución del tránsito por esas páginas, y un aumento de los ingresos, pero nadie se atreve a aventurar porcentajes todavía. Según una encuesta de la organización Journalism.Org, el 82% de los internautas en EE.UU. cambiarían su sitio predilecto para leer noticias, si éste decidiera cobrar por ello. A la vez, el 79% confiesa que saltea los avisos online. La publicidad en Internet aporta poco y nada (bajó casi un 5% en los EE.UU. en 2009) y la resistencia a pagar por las noticias continúa siendo altísima. Sin embargo, The New York Times ya cobra por sus contenidos premium en su versión digital, y The Wall Street Journal de Rupert Murdoch también (Ver "Guerra de...). . Hoy, se cruzan dos mundos: el deseado, y el real. El mundo comunicacional deseado, del periodismo cívico, interactivo y desinteresado, y la concepción de la red como una plaza pública propiedad de todos, no termina de conjugarse con la desangelada pero intensa existencia de la economía y de sus imperativos. Es cierto que los hábitos noticiosos constituyen hoy una experiencia mayormente activa y compartida. El 52% de los consumidores de noticias dice que reenvía las que les interesan a otros internautas. Pero también es verdad que no se amortiza la migración de lectores desde las ediciones impresas hacias las online. Mientras tanto otro fenómeno se consolida: el delivery de noticias se disemina hacia formatos portables: el 25% de los usuarios de celulares en los Estados Unidos leen las noticias directamente desde sus teléfonos. Las nuevas tecnologías avanzan más rápido que la nueva economía comunicacional, que busca sin certezas su mejor horizonte.
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