El adolescente argentino es individualista, impulsivo, intenso, indiferente e irónico
A raíz de un estudio que partió del análisis de más de 40 piezas publicitarias argentinas, la central desarrolló un informe en el que se esboza la silueta mental y física del adolescente promedio.
A partir de la visualización de 70 comerciales publicitarios argentinos dirigidos a adolescentes, Starcom MediaVest seleccionó 53 comunicaciones en las que se pueden identificar los comportamientos regulares del joven a lo largo de su adolescencia. Según detalla el informe, las conclusiones confirman que el perfil del joven argentino es atravesado por el individualismo, la intensidad, la indiferencia, la impulsividad y la ironía.
El individualismo y la individualidad
A partir del análisis de una campaña realizada por la marca de snacks Rex, el estudio explica cómo el adolescente tiende a mantener su decisión personal inclusive si se encuentra dentro de un grupo de pares. De este modo, el egocentrismo y el egoísmo se constituyen como partes esenciales de la etapa evolutiva del ser humano, al tiempo en el que el estudio destaca la virtualización de los vínculos, la necesidad de los códigos propios (inclusive de la estética personal), la revalorización de la autenticidad y la esencia, y, finalmente, la aspiración a ser el centro de atención. Búsqueda de su propia identidad, llevando a su autoafirmación, marcado individualismo aunque esté en compañía de otros, guía sus conductas en base a sus deseos y a merced de sus impulsos.
El impulso
La campaña “Seguí el impulso equivocado”, de Sprite muestra a un adolescente que decide afeitarse el vello púbico. A lo largo del comercial, el joven se muestra incómodo tras la decisión y el guión relata los acontecimientos con altos grados de ironía. Según el informe, en esta pieza se pueden observar los cambios físicos que sufre un adolescente, la necesidad de la experimentación y de la exploración. De este modo, el estudio concluye que el joven promedio se guía por necesidades e impulsos personales en los que busca resultados inmediatos. Este último punto es evaluado a partir del análisis que el estudio realiza de una campaña de Axe en la que un grupo de mujeres corren por la playa agresivamente para alcanzar a un hombre que acaba de usar el producto. Aquí, el estudio resalta el aumento de los intereses sexuales, la necesidad de la conquista y de ser atractivos para el sexo opuesto. Además, se destaca la omnipotencia del yo, el sentirse el hombre más deseado todo dentro de un mundo de fantasía. Sobre este último punto, el informe también destaca la campaña de la cerveza Quilmes en la que dos protagonistas intuyen que se encuentran en una “propaganda”. “Creen que los demás están centrados en ellos. Hay una mirada hacia sí mismo, sintiéndose observado, protagonista y lo más importante de la escena”, detalla el estudio.
La intensidad y la inseguridad
“Lleguemos a la segunda salida”, es la campaña de Doritos que explica la intensidad de las emociones e inseguridades personales. En uno de los spots televisivos, se puede ver a un chico que, luego de escuchar a la chica que quiere conquistar hablar por teléfono, decide abandonar la conquista por temor a ser rechazado. En tanto, la campaña “Sigamos frescos” de Sprite demuestra, según el estudio, la intensidad con la que los adolescentes comienzan a tener citas, “cumpliendo la función de desarrollo de destrezas sociales e interpersonales en relaciones con miembros del sexo opuesto”. La magnificación de los deseos, los exabruptos, las vivencias intensas y le necesidad de expresión forman parte de la “intensidad” con la que el adolescente encara su vida.
La indiferencia
“El adolescente es ajeno a las responsabilidades y deberes, a las normas y a las expectativas socioculturales. Desestima idealismos”, explica el estudio. Para ejemplificar la cuarta característica, se destaca la campaña de Coca Cola Zero, en la que se puede ver a un adolescente irrumpiendo en un recital y cantando frente a cincuenta mil personas. Mientras el aviso muestra cómo las autoridades lo apartan del escenario, el copy reza: “Tocar ante 50 mil personas no es imposible y que Coca Cola Zero tenga el sabor de Coca Cola y no tenga azúcar, tampoco. Coca Cola Zero, probá que es posible”. Según explica el informe, el abandono de los objetos parentales debilita el superyo –término psicoanalítico que representa las normas y valores dentro de la conducta de un individuo-, por lo que el “yo” se presenta más débil y expuesto a impulsos. De este modo, se explica la rebeldía contra la autoridad en la búsqueda de la creación de una identidad.
La ironía
Finalmente, el estudio advierte el uso de la ironía como herramienta de comunicación entre el público adolescente, situación que explica la reiterada aparición del tono en los mensajes publicitarios cuyo target está constituido por el público más joven. “Hay un realismo extremo, una ironización de sus inseguridades y el rol fundamental de la diversión y lo lúdico”, explica finalmente el texto.
A raíz de un estudio que partió del análisis de más de 40 piezas publicitarias argentinas, la central desarrolló un informe en el que se esboza la silueta mental y física del adolescente promedio.
A partir de la visualización de 70 comerciales publicitarios argentinos dirigidos a adolescentes, Starcom MediaVest seleccionó 53 comunicaciones en las que se pueden identificar los comportamientos regulares del joven a lo largo de su adolescencia. Según detalla el informe, las conclusiones confirman que el perfil del joven argentino es atravesado por el individualismo, la intensidad, la indiferencia, la impulsividad y la ironía.
El individualismo y la individualidad
A partir del análisis de una campaña realizada por la marca de snacks Rex, el estudio explica cómo el adolescente tiende a mantener su decisión personal inclusive si se encuentra dentro de un grupo de pares. De este modo, el egocentrismo y el egoísmo se constituyen como partes esenciales de la etapa evolutiva del ser humano, al tiempo en el que el estudio destaca la virtualización de los vínculos, la necesidad de los códigos propios (inclusive de la estética personal), la revalorización de la autenticidad y la esencia, y, finalmente, la aspiración a ser el centro de atención. Búsqueda de su propia identidad, llevando a su autoafirmación, marcado individualismo aunque esté en compañía de otros, guía sus conductas en base a sus deseos y a merced de sus impulsos.
El impulso
La campaña “Seguí el impulso equivocado”, de Sprite muestra a un adolescente que decide afeitarse el vello púbico. A lo largo del comercial, el joven se muestra incómodo tras la decisión y el guión relata los acontecimientos con altos grados de ironía. Según el informe, en esta pieza se pueden observar los cambios físicos que sufre un adolescente, la necesidad de la experimentación y de la exploración. De este modo, el estudio concluye que el joven promedio se guía por necesidades e impulsos personales en los que busca resultados inmediatos. Este último punto es evaluado a partir del análisis que el estudio realiza de una campaña de Axe en la que un grupo de mujeres corren por la playa agresivamente para alcanzar a un hombre que acaba de usar el producto. Aquí, el estudio resalta el aumento de los intereses sexuales, la necesidad de la conquista y de ser atractivos para el sexo opuesto. Además, se destaca la omnipotencia del yo, el sentirse el hombre más deseado todo dentro de un mundo de fantasía. Sobre este último punto, el informe también destaca la campaña de la cerveza Quilmes en la que dos protagonistas intuyen que se encuentran en una “propaganda”. “Creen que los demás están centrados en ellos. Hay una mirada hacia sí mismo, sintiéndose observado, protagonista y lo más importante de la escena”, detalla el estudio.
La intensidad y la inseguridad
“Lleguemos a la segunda salida”, es la campaña de Doritos que explica la intensidad de las emociones e inseguridades personales. En uno de los spots televisivos, se puede ver a un chico que, luego de escuchar a la chica que quiere conquistar hablar por teléfono, decide abandonar la conquista por temor a ser rechazado. En tanto, la campaña “Sigamos frescos” de Sprite demuestra, según el estudio, la intensidad con la que los adolescentes comienzan a tener citas, “cumpliendo la función de desarrollo de destrezas sociales e interpersonales en relaciones con miembros del sexo opuesto”. La magnificación de los deseos, los exabruptos, las vivencias intensas y le necesidad de expresión forman parte de la “intensidad” con la que el adolescente encara su vida.
La indiferencia
“El adolescente es ajeno a las responsabilidades y deberes, a las normas y a las expectativas socioculturales. Desestima idealismos”, explica el estudio. Para ejemplificar la cuarta característica, se destaca la campaña de Coca Cola Zero, en la que se puede ver a un adolescente irrumpiendo en un recital y cantando frente a cincuenta mil personas. Mientras el aviso muestra cómo las autoridades lo apartan del escenario, el copy reza: “Tocar ante 50 mil personas no es imposible y que Coca Cola Zero tenga el sabor de Coca Cola y no tenga azúcar, tampoco. Coca Cola Zero, probá que es posible”. Según explica el informe, el abandono de los objetos parentales debilita el superyo –término psicoanalítico que representa las normas y valores dentro de la conducta de un individuo-, por lo que el “yo” se presenta más débil y expuesto a impulsos. De este modo, se explica la rebeldía contra la autoridad en la búsqueda de la creación de una identidad.
La ironía
Finalmente, el estudio advierte el uso de la ironía como herramienta de comunicación entre el público adolescente, situación que explica la reiterada aparición del tono en los mensajes publicitarios cuyo target está constituido por el público más joven. “Hay un realismo extremo, una ironización de sus inseguridades y el rol fundamental de la diversión y lo lúdico”, explica finalmente el texto.
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