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jueves, 5 de julio de 2012

medios


MEDIOS Y COMUNICACION

Idiomas

A partir de la afirmación de que la lengua determina la estructura del pensamiento, Enrique y Roberto Samar ofrecen un ejemplo para trabajar el tema en el ámbito educativo.

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Por Enrique Samar * y Roberto Samar **

El pensamiento dominante entiende el lenguaje como entidad exterior al pueblo, gobernado por reglas que hay que respetar y sólo modificable por la Real Academia Española. Según Wikipedia, esta institución se dedica a la “planificación lingüística mediante la promulgación de normativas dirigidas a fomentar la unidad idiomática dentro y entre los diversos territorios; garantizar una norma común, en concordancia con sus estatutos fundacionales”. Sin embargo, no tienen en cuenta que la gran riqueza de los pueblos es su diversidad y no la uniformidad.

En realidad, el lenguaje no es algo exterior al hombre, que puede ser administrado por unos pocos, ya que se desarrolla en forma permanente entre los hombres, es decir, es una construcción colectiva cuyo alcance y devenir son inconmensurables. Su sentido es en función de su uso, de su intercambio, lo cual genera una modificación constante. Ese uso está atravesado por ideologías, cosmovisiones y necesidades. Obviamente, como toda relación entre hombres, va a estar atravesada por relaciones de poder. A modo de ejemplo: la cosmovisión y el lenguaje de los pueblos originarios fueron intencionalmente invisibilizados. Esto no es casual, porque el lenguaje es parte de los lentes con los cuales leemos el mundo. En algún punto, modificarlo contribuye a modificar las lecturas que podamos hacer de la realidad, porque no hay cultura ni política sin lengua, y en la lengua es donde se cocina el pasado y el futuro, es decir se hace memoria del futuro.

Como dijo Adolfo Colombres en el II Congreso de las Lenguas: “La aventura humana no se funda en la escritura sino en la palabra. La lengua determina la estructura misma del pensamiento. Se piensa porque se habla y no al revés. Quien pierde sus propias estructuras de pensamiento y de aprehensión simbólica del mundo ha perdido el alma de su cultura”.

En ese marco es que a partir de las luchas colectivas se están construyendo nuevos discursos más inclusivos. Recientemente la comunidad mapuche Manke y Maripil, de El Huecú, Neuquén, cuenta con su radio. Es la cuarta emisora perteneciente a un pueblo originario desde la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

En ese mismo sentido, en la Escuela Nº 23 del distrito escolar 11 de la Ciudad de Buenos Aires, se busca integrar en el lenguaje una mirada intercultural colaborando en la construcción de nuevos discursos y por lo tanto en formas más inclusivas de vernos. Así el pasado 23 de abril, transformaron el tradicional Día del Idioma. “Mari Mari peñi, mari mari limgen”, saludó el director. “Mari Mari peñi”, contestaron trescientos niños en mapuche. “Ama sua, Ama llulla, Ama quella”, les dijo, y ellos respondieron al saludo incaico. “¿Kamisaki?” les preguntó en aymara. “Waliki”, “Bien gracias”, le contestaron.

Momentos después descubrieron un enorme cartel con el nombre de la biblioteca escolar votado por los niños: “El lugar de los sueños”, “Kerâ oî hape” (guaraní).

Saludaron en mapuche, guaraní, quechua y en aymara en primer lugar porque son nuestros idiomas, porque así se escribieron las Actas de la Asamblea del Año XIII y la Declaración de la Independencia en el Congreso de Tucumán. Pero además porque somos un país multicultural, pluriétnico y multilingüe y los pueblos originarios tienen derecho a preservar y fortalecer sus pautas culturales, su lengua y su cosmovisión e identidad étnica.

* Director de la Escuela 23 del D.E. 11 CABA.

** Licenciado en Comunicación Social. Docente de Filosofía Política Moderna UNLZ.

MEDIOS Y COMUNICACION

Medios y extensión universitaria

Marcos Muñoz problematiza la necesaria complementariedad entre los medios de información y la universidad en función del servicio a la sociedad.

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Por Marcos Muñoz *

¿Merece la ciudadanía tomar conocimiento de las propuestas extensionistas que impulsa la facultad de una universidad nacional? ¿Cuál es la función social de los medios de información respecto de las propuestas que ofrece la universidad pública? ¿Es deber de una Secretaría de Extensión informar sobre cursos, seminarios, proyectos en marcha, entre otras propuestas, a la comunidad? ¿Qué hacer cuando un medio excluye de su agenda propuestas que son pensadas desde la universidad para la integración con la comunidad?

Transitar los aspectos centrales de la ley de medios de la democracia aporta en seguir teniendo presentes los pilares de un debate que se alimentó con propuestas que surgieron desde todo nuestro país. A lo dicho, un antecedente casi inmediato: el papel de actor político clave que jugaron los grupos concentrados info-comunicacionales en 2008 con la ya conocida Resolución 125. De 2008 a esta parte, a raíz del conflicto mencionado, se percibe un marcado compromiso de infinidad de actores provenientes del mundo de la comunicación –como de otras disciplinas– que aportan a diario análisis y miradas valiosas en torno del papel que protagonizan los medios de información en la construcción de la noticia y sus posibles impactos en la opinión pública y en nuestras subjetividades. En ese marco, no se agota el debate del papel de los medios en la construcción de una agenda con características más inclusivas. La complejidad de los análisis posibles suma nuevos desafíos.

Retomo, en consecuencia, en este contexto y con el ánimo de hacer del debate una herramienta valiosa. ¿Merece la ciudadanía tomar conocimiento de las propuestas extensionistas que impulsa una facultad? ¿Cuál es la función social de los medios respecto de las propuestas que ofrece la facultad de una universidad pública? ¿Entra en la agenda de los medios la información sobre los cursos de extensión, los seminarios, los proyectos en marcha en las universidades, las propuestas de éstas a la comunidad? ¿Qué hacer cuando un medio excluye de su agenda propuestas pensadas para integrar la universidad y la comunidad? Usted, ¿qué haría?

Desde mi experiencia como comunicador social al frente de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue, quiero hacer un aporte en este sentido. La función social de una Secretaría de Extensión incluye mantener informada a la ciudadanía de las diversas propuestas de la universidad. Los distintos espacios que ofrece una Secretaría de Extensión para la socialización del saber y la construcción de conocimiento de manera integrada con otros actores sociales hablan de una universidad pública que intenta demostrar en la acción su interés por ser parte de las discusiones y algunas soluciones de este presente. También revertir lo que aun a veces se percibe como resabios de una cultura individualista. Estamos todos interrelacionados. Es importante que entendamos que nadie puede nada solo y que la concentración de decisiones en un solo actor atenta contra la pluralidad de voces, tanto en un medio de información como en cualquier institución.

Valoro los medios de información y rescato las numerosas intervenciones que han permitido esclarecer o acompañar reclamos justos que emergen en nuestra sociedad. Propongo que los medios gráficos, por ejemplo, generen espacios en que la ciudadanía tome conocimiento de lo que ofrece la extensión universitaria. Porque una Secretaría de Extensión es un puente necesario entre universidad y sociedad. Y para que la universidad y la sociedad se encuentren necesitamos de los medios.

* Licenciado en Comunicación Social, Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza). Secretario de Extensión de la Facultad de Humanidades - UNComahue.


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