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sábado, 18 de septiembre de 2010

comunicacion politica:los carteles de la polemica

• Rumbo a 2011 / Propaganda encubierta
• Defienden el uso de la imagen presidencial en la obra pública
• Aníbal Fernández dijo que todos los gobiernos lo hacen; similitudes con Macri y Ruckauf
• Marcelo Veneranda
LA NACION
• No tiene sentido, pero se hizo siempre. Tan sólo un día después de definir como un sinsentido que se coloque la imagen del rostro de la Presidenta en los carteles de las obras públicas, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, modificó su postura y respaldó el proyecto elaborado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. "No es culto a la personalidad, es un culto a la obra", dijo, y razonó: "Se hizo toda la vida".
• De esta manera, el jefe de Gabinete no sólo negó que existan diferencias en el seno del Gobierno en relación a la propaganda oficial en las obras públicas sino que se amparó en la arraigada costumbre nacional de solapar actos proselitistas con las acciones de Gobierno y obras estatales. No se equivocó: también lo hicieron Perón, Ruckauf, Menem y Macri.
• "¿Qué tiene de extraño?", se preguntó Fernández durante una entrevista con Radio Mitre . "Lo que se está haciendo no es otra cosa que lo que se hace en todos los carteles. Lo hacen los gobernadores, los intendentes, los presidentes. Se hizo toda la vida", expresó.
• De hecho, la nueva reglamentación de Planificación no hizo más que reforzar otra orden emitida el año pasado, que obligaba a las empresas a colocar en todos los carteles que publiciten obras públicas el texto "Presidencia Cristina Fernández de Kirchner".
• Aunque su uso contradice al artículo 42 de la ley de ética pública -que establece que la publicidad de los actos, obras y campañas públicas no podrán contener "nombres, símbolos o imágenes que supongan promoción personal de las autoridades o funcionarios"-, la explicación de Fernández no fue casual: sobran ejemplos de proselitismo en esta y otras gestiones, aunque pocas con las que el kirchnerismo busque referenciarse.
• Uno de los ejemplos históricos ineludibles son las sidras y pan dulces navideños con la etiqueta de Juan y Eva Perón, entregadas para las fiestas de fin de año de 1953 y 1954. Ante este recuerdo, tampoco faltaron quienes asociaran el estilo y los rasgos del logotipo de la Presidenta con la imagen de Evita que, en tiempos de la resistencia peronista, pobló paredes y banderas.
• Pero hay otros ejemplos más cercanos y menos simpáticos para el kirchnerismo, como los 800.000 pares de zapatillas que, en 2001, llevaban la firma del ex gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, quien también sumó paquetes de harina, azúcar y guardapolvos a sus aspiraciones presidenciales. O los estuches de anteojos "autografiados" que el intendente de San Fernando, Osvaldo Amieiro, entregó en 2008 a 310 chicos con discapacidad visual.
• Más cercano es el veto con el que, a comienzos de este año, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, impidió que la Legislatura le prohibiera usar el color amarillo de Pro en los carteles públicos. Algo que nunca cumplió. Pero ni la Presidenta ni Macri fueron los primeros en imprimir su sello en los carteles de la vía pública. Mucho antes que ellos, "Menem lo hizo".
• EMPRENDIMIENTOS CON NOMBRE Y APELLIDO
• Con el sello de la Presidenta: según los instructivos de Planificación Federal, así luciría uno de los carteles que deberán colgarse frente a cada obra. El otro, también con el rostro presidencial, sólo deberá decir: "Aquí también la Nación crece".
• Macri lo hizo: el jefe de gobierno porteño vetó una ley que le impedía usar los colores de Pro en los carteles.
• Autografiadas: el ex gobernador Ruckauf entregó 800.000 zapatillas con su firma a niños bonaerenses.
Ahora Aníbal elogia los carteles con la cara de Cristina que antes criticó
Son los que se pondrán en las obras públicas por orden de Julio De Vido.
PorAntonio Rossi
• Cambio de opinión,
• Jefe de Gabinete,
• Aníbal Fernández
El reconocido Luis Landriscina hizo popular en la televisión a ese personaje llamado “Don Verídico” que se caracterizaba por decir una cosa e inmediatamente salir a expresar lo contrario.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández demostró ayer que tiene algo de “Don Verídico”, porque en menos de 24 horas modificó rotundamente su opinión sobre los nuevos y polémicos carteles de las obras públicas que deben incorporar la imagen de la presidenta Cristina Kirchner.
Tras haber señalado el jueves que la nueva cartelería que definió el ministro de Planificación Julio De Vido no tenía “ningún sentido”, ayer Fernández defendió la iniciativa y sostuvo que “no tiene nada de malo” que el nombre y la imagen de la Presidenta aparezcan en los carteles.
Con su cambio de parecer, el Jefe de Gabinete salió a minimizar el “cortocircuito” que se había planteado en el Gobierno por las críticas internas a la medida instrumentada por De Vido.
“Lo que se está haciendo no es otra cosa que lo que se hace en todos los carteles. Lo hacen los gobernadores, los intendentes, los presidentes. Se hizo toda la vida”, manifestó el Jefe de Gabinete.
Tal como informó el miércoles Clarín, la cartera de Planificación resolvió que a partir de ahora todas las obras públicas que están en marcha tendrán que exhibir dos carteles de grandes dimensiones.
Uno de ellos llevará una leyenda gigante que dice “Aquí también la Nación Crece”, mientras que el restante deberá contener el detalle de los trabajos y los organismos responsables del proyecto.
Además, todos los carteles deberán incorporar un “logoisotipo” que muestra la cara sonriente de la Presidenta y que se asemeja a la histórica foto de Evita con el pelo suelto. La imagen de la Jefa de Estado se verá como un gran “sello” de color negro ubicado en la parte superior derecha de los carteles.
La incorporación de los carteles a la propaganda oficial generó nuevos cuestionamientos de los legisladores de la oposición.
La diputada Laura Alonso (PRO-Capital Federal) destacó que “lo que están haciendo es lo más grosero que se había visto en manipulación de la publicidad oficial”.
“El Gobierno confunde a la gente porque las obras no son de la Presidenta, sino de todos los argentinos. El mismo error de personalizar las obras también lo cometen los gobernadores e intendentes que colocan sus nombres en los proyectos que ponen en marcha”, agregó Alonso.
Por su parte, el diputado Juan Carlos Morán (Coalición Cívica-Buenos Aires) reiteró que “lo que hace el Gobierno está prohibido por la ley de ética pública que no permite el uso de nombres, símbolos o imágenes supongan promoción personal de las autoridades en la publicidad de los actos, programas, obras y servicios”.

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