Diseño
Imágenes de la felicidad
Stefan Sagmeister es uno de los diseñadores gráficos más influyentes. Dos muestras con la cara y la ceca de su genial trabajo giran por el mundo. Vale asomarse
En su libro El Kitsch: el arte de la felicidad, el filósofo Abraham Moles analiza la relación que el hombre establece con los objetos de su entorno. Al describir el funcionamiento de la actual sociedad de consumo, señala como característica constitutiva de ésta la necesidad de renovación constante en las formas y funciones de sus productos. Esta sociedad industrial y tecnológica toma de las ciencias y las artes sus innovaciones, y son los diseñadores los agentes encargados de diluir la originalidad de estas invenciones para volverlas consumibles por el gran público. Si este modelo es válido, podemos suponer que a toda regla le cabe su excepción.
Stefan Sagmeister es, quizá, uno de los diseñadores gráficos más particulares e influyentes de la última década. Si puede ser considerado como una excepción, no es sólo por las sorprendentes e inquietantes resoluciones de sus trabajos, sino porque él con su obra personal se atreve a explorar los límites entre al arte y el diseño, constituyéndose no sólo como mediador, sino también como productor de innovaciones.HBO, el Museo Guggenheim, Time Warner, los Rolling Stones y Levi's han sido algunos de los clientes de este diseñador y tipógrafo austríaco. Asiduo colaborador artístico de los músicos David Byrne y Lou Reed, entre otros, Sagmeister se ha preocupado por transformar las estructuras convencionales del diseño actual, estableciendo una mirada un tanto oblicua, ya sea conceptual como formalmente.
El año pasado se montó una muestra en el Museo de Diseño y Artes Aplicadas Contemporáneas (Mudac) de la ciudad Suiza de Lausana (que ya giró por Francia y está próxima a llegar a Corea del Sur), que incluía solamente trabajos encargados por clientes: catálogos de exposiciones, portadas de discos, afiches y anuncios. La exposición estuvo dividida en cuatro partes reflejando las mismas categorías que el autor establece entre sus trabajos: la promoción de la cultura, la promoción de las compañías, la promoción de sus amigos y la autopromoción de su agencia con base en Nueva York, Sagmeister Inc., desde donde ha realizado la mayor parte de su obra.
Ahora se monta, por primera vez en Estados Unidos, una exposición individual que abarca su obra personal: The Happy Show. La muestra incluye un corto cinematográfico, medios impresos, infografía, escultura e instalaciones interactivas.
The Happy Show ofrece al visitante la experiencia de entrar en la mente del autor en su intento de aumentar su felicidad. Centrada en la exploración que el diseñador desarrolló por más de diez años sobre la felicidad, la exposición presenta las investigaciones tipográficas de una serie de máximas o reglas para vivir, originalmente seleccionadas de su diario personal, que se manifiestan en una variedad de formas imaginativas e interactivas. Para contextualizar las máximas que aparecen a lo largo de la exposición, Sagmeister ha reunido datos sociales trabajados por psicólogos, antropólogos y varios prominentes historiadores.
The Happy Show estará disponible hasta el 12 de agosto en El Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) de la Universidad de Pennsylvania; y quienes puedan visitarla no sólo hallarán una manera de entrenar su mente para ser más felices, sino también encontrarán la obra de un verdadero creador de innovaciones visuales.
MAS DATOS www.sagmeister.comhttp://icaphila.org
Las cosas que aprendí
Things I Have Learned in My Life so Far 2008 es una colección de historias sobre todos sus proyectos, materializada como panfletos individuales. El objeto permite al lector cambiar la portada a su gusto
Antes y después
Afiche de autopromoción de su estudio Sagmeister Inc., que publicita una exposición en Osaka y Tokio, con el clásico antes y después. La imagen superior muestra a Stefan Sagmeister con 80 kilos, la foto de abajo lo muestra una semana más tarde, habiendo consumido todos los alimentos que aparecen y con 11 kilos más
Juego de espejos
Producto promocional para la exhibición del artista Douglas Gordon, The Vanity of Allegory, en el Museo Guggenheim de Berlín. Este se presenta como tarjetas postales dentro de una caja. La portada incorpora un espejo inclinado que crea un vano en el que se refleja la tipografía
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