Las "tribus sociales" que generan los nuevos celulares
A medida que se van popularizando, los teléfonos inteligentes crean grupos de pertenencia ligados a una marca, sistema operativo o modelo. Cada vez son más las empresas que dejan a sus empleados cambiar el celular corporativo por el de su preferencia. Una radiografía del fenómeno.
PorLA VANGUARDIA
¿BlackBerry? ¿Android? ¿iPhone? ¿Nokia? ¿Windows Mobile? Los teléfonos, en especial los smartphones (teléfonos avanzados con sistema operativo y conexión a internet), empiezan a ser sinónimo de pertenencia a un grupo social, el de los usuarios de un determinado sistema o modelo frente a los adversarios, quienes se identifican con los de la competencia.
Muchos usuarios se autodefinen por sus preferencias tecnológicas. Hasta hace dos años, el propietario de una BlackBerry solía tener un perfil estrictamente profesional. Ahora puede ser un ama de casa o un joven universitario. La sólida aplicación de correo de estos terminales de la firma canadiense Research in Motion (RIM) les daba su mejor resultado en el campo corporativo, pero algunas cosas han cambiado en ese tiempo. Las fronteras entre los usuarios-tipo de cada teléfono son más difusas.
Una de las señales más claras la dio hace dos semanas el banco británico Standard Chartered, con 75.000 empleados en Asia, cuando anunció que todos ellos podrían sustituir sus Blackberrys corporativas por iPhones.
Entre los cambios que han propiciado esta situación -que se han repetido ya en otros bancos importantes- hay que tener en cuenta que hoy la mayoría de los teléfonos llevan correo y algunos, como el iPhone, obtienen sus datos por el sistema push, al igual que las BlackBerry, y funcionan también con servidores profesionales Microsoft Exchange.
A diferencia de la forma tradicional en que las empresas solían seleccionar la tecnología, sin consultar a quienes acaban usándola, en este caso no fueron los empleados los que se adaptaron a la elección de la empresa sino ésta la que hizo caso a las peticiones de un determinado número de empleados que, al menos en esta ocasión, prefieren utilizar el teléfono de Apple al de RIM
Muchos usuarios de telefonía suelen opinar en foros de internet. webs y blogs sobre las bondades del teléfono o sistema móvil que utilizan por encima del resto de marcas y modelos. Son, muchas veces, opiniones apasionadas y con argumentos bastante alejados de la objetividad, del tipo "tal modelo le da mil vueltas a tal otro" o "no cambiaría mi teléfono por ese otro".
Esas sentencias tan radicales se suelen dar sin haber probado en muchos de los casos los modelos de los que se está hablando. Jaume Almenara, decano del Colelegi de Psicòlegs de Catalunya, explica que tal identificación con el teléfono "es el motor de la sociedad consumista". "Lo que tiene el individuo lo define y le da un determinado estatus de identidad", observa.
Para acabar de comprender la importancia que pueden adquirir estos dispositivos para las personas, hay que tener en cuenta que "estamos en un mundo teocrático tecnologizado". Los nuevos ídolos en el templo mundial de la tecnología global se llaman Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple), Eric Schmidt (Google) o Mark Zuckerberg (Facebook). Pero también hay muchos otros ídolos alternativos para quienes desdeñan a las grandes firmas por su poder para imponer determinados productos en el mercado mundial.
La identidad relacionada con la tecnología, que tiene similitudes con el fenómeno hooligan - se busca ganar identidad mediante la pertenencia a un grupo social-, se acentúa más en los jóvenes. Un estudio de la consultora Nielsen relativa al primer trimestre del 2010 indica que en Estados Unidos los usuarios del sistema Android son más jóvenes que los del iPhone.
Pese a la irracionalidad que puede llegar a acompañar la elección de un producto comercial cualquiera, la elección de los teléfonos tiene una explicación lógica basada en los recursos económicos de sus usuarios.
El 55% de quienes usan teléfonos con el sistema Android tiene menos de 34 años. En el caso del iPhone, ese grupo de edad es del 47%. La explicación es que los más jóvenes suelen tener menor nivel de ingresos que quienes tienen más edad: resulta que hay varios modelos de Android bastante más asequibles que el iPhone.
Ambos sistemas están hoy en la vanguardia de lo que ofrece la telefonía móvil, por su facilidad para utilizar nuevas aplicaciones, navegar por internet o utilizar el correo - no son los únicos-.Según el informe, los del iPhone son los que más usan el móvil para videojuegos, ya que tiene características de consola portátil, mientras que los de Android tienden más a descargar tonos de llamada, fondos de pantalla y otros tipos de archivos porque estos móviles son más personalizables.
A la hora de valorar los teléfonos, siempre habrá quien ponga un sistema por delante de otro. En muchos casos, por razones lógicas; en otros, por otras que sólo el cora
A medida que se van popularizando, los teléfonos inteligentes crean grupos de pertenencia ligados a una marca, sistema operativo o modelo. Cada vez son más las empresas que dejan a sus empleados cambiar el celular corporativo por el de su preferencia. Una radiografía del fenómeno.
PorLA VANGUARDIA
¿BlackBerry? ¿Android? ¿iPhone? ¿Nokia? ¿Windows Mobile? Los teléfonos, en especial los smartphones (teléfonos avanzados con sistema operativo y conexión a internet), empiezan a ser sinónimo de pertenencia a un grupo social, el de los usuarios de un determinado sistema o modelo frente a los adversarios, quienes se identifican con los de la competencia.
Muchos usuarios se autodefinen por sus preferencias tecnológicas. Hasta hace dos años, el propietario de una BlackBerry solía tener un perfil estrictamente profesional. Ahora puede ser un ama de casa o un joven universitario. La sólida aplicación de correo de estos terminales de la firma canadiense Research in Motion (RIM) les daba su mejor resultado en el campo corporativo, pero algunas cosas han cambiado en ese tiempo. Las fronteras entre los usuarios-tipo de cada teléfono son más difusas.
Una de las señales más claras la dio hace dos semanas el banco británico Standard Chartered, con 75.000 empleados en Asia, cuando anunció que todos ellos podrían sustituir sus Blackberrys corporativas por iPhones.
Entre los cambios que han propiciado esta situación -que se han repetido ya en otros bancos importantes- hay que tener en cuenta que hoy la mayoría de los teléfonos llevan correo y algunos, como el iPhone, obtienen sus datos por el sistema push, al igual que las BlackBerry, y funcionan también con servidores profesionales Microsoft Exchange.
A diferencia de la forma tradicional en que las empresas solían seleccionar la tecnología, sin consultar a quienes acaban usándola, en este caso no fueron los empleados los que se adaptaron a la elección de la empresa sino ésta la que hizo caso a las peticiones de un determinado número de empleados que, al menos en esta ocasión, prefieren utilizar el teléfono de Apple al de RIM
Muchos usuarios de telefonía suelen opinar en foros de internet. webs y blogs sobre las bondades del teléfono o sistema móvil que utilizan por encima del resto de marcas y modelos. Son, muchas veces, opiniones apasionadas y con argumentos bastante alejados de la objetividad, del tipo "tal modelo le da mil vueltas a tal otro" o "no cambiaría mi teléfono por ese otro".
Esas sentencias tan radicales se suelen dar sin haber probado en muchos de los casos los modelos de los que se está hablando. Jaume Almenara, decano del Colelegi de Psicòlegs de Catalunya, explica que tal identificación con el teléfono "es el motor de la sociedad consumista". "Lo que tiene el individuo lo define y le da un determinado estatus de identidad", observa.
Para acabar de comprender la importancia que pueden adquirir estos dispositivos para las personas, hay que tener en cuenta que "estamos en un mundo teocrático tecnologizado". Los nuevos ídolos en el templo mundial de la tecnología global se llaman Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple), Eric Schmidt (Google) o Mark Zuckerberg (Facebook). Pero también hay muchos otros ídolos alternativos para quienes desdeñan a las grandes firmas por su poder para imponer determinados productos en el mercado mundial.
La identidad relacionada con la tecnología, que tiene similitudes con el fenómeno hooligan - se busca ganar identidad mediante la pertenencia a un grupo social-, se acentúa más en los jóvenes. Un estudio de la consultora Nielsen relativa al primer trimestre del 2010 indica que en Estados Unidos los usuarios del sistema Android son más jóvenes que los del iPhone.
Pese a la irracionalidad que puede llegar a acompañar la elección de un producto comercial cualquiera, la elección de los teléfonos tiene una explicación lógica basada en los recursos económicos de sus usuarios.
El 55% de quienes usan teléfonos con el sistema Android tiene menos de 34 años. En el caso del iPhone, ese grupo de edad es del 47%. La explicación es que los más jóvenes suelen tener menor nivel de ingresos que quienes tienen más edad: resulta que hay varios modelos de Android bastante más asequibles que el iPhone.
Ambos sistemas están hoy en la vanguardia de lo que ofrece la telefonía móvil, por su facilidad para utilizar nuevas aplicaciones, navegar por internet o utilizar el correo - no son los únicos-.Según el informe, los del iPhone son los que más usan el móvil para videojuegos, ya que tiene características de consola portátil, mientras que los de Android tienden más a descargar tonos de llamada, fondos de pantalla y otros tipos de archivos porque estos móviles son más personalizables.
A la hora de valorar los teléfonos, siempre habrá quien ponga un sistema por delante de otro. En muchos casos, por razones lógicas; en otros, por otras que sólo el cora
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