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jueves, 5 de septiembre de 2013

Publicidad sexista

Publicidad sexista

04.09.2013 | 08:56
Carmen Ferreras
Carmen Ferreras
Me quedo con un cartel de toros, aunque sea con figuras de «regional preferente», y con todas las críticas y el rechazo que todo lo taurino despierta, antes que dar el pase pertinente al cartel expuesto en una caseta del Psoe en Melilla. El cartel de la discordia. Un cartel impropio de un partido que se erige en adalid de la igualdad, que defiende la igualdad a capa y espada y en algunos casos la monopoliza como si de un descubrimiento propio se tratara. Parece increíble que la ocurrencia haya sido cosa de un partido de izquierdas.
En el cartel de la discordia aparece la conocida actriz porno, hoy relativamente reciclada, Miriam Sánchez (Lucía Lapiedra), desnudita y tapándose su abultado «mostrador» con la mano que apenas abarca algo. A la fotografía acompaña un sugerente texto con la siguiente invitación: «¡Consigue una foto con ella!». El cartel en sí es una vergüenza por la exposición absurda que hace de una mujer, aunque lo verdaderamente indignante es que la publicidad sea institucional ya que viene de un partido político que no ha encontrado gancho mejor que esta forma deplorable y sexista de anuncio.
El Observatorio de la Imagen de las Mujeres está que no da abasto. Las quejas se suceden continuamente. Utilizar como reclamo a una mujer y convertir su figura en un objeto sexual está a la orden del día. Hay anuncios en las teles patrias que, de prestarles un poco de atención dejarían de emitirse de inmediato. Hay que ser más cuidadosos y dejar de atentar contra la imagen de las mujeres, famosas o no, excesivamente expuestas a través de los medios audiovisuales cuando no a través de carteles como el que nos ocupa y preocupa.
Si un partido político hace esto, qué no harán los dueños de discotecas y antros de todo tipo. No tardaremos en ver la foto de una mujer desnuda, famosa o no, y un texto que invite a hacer, en vivo y en directo, lo que usted está pensando con el primero en llegar a la sala o el último en pedir un gin tónic. ¡Esto es la pera! Y va a más. Aunque, bien cierto es que a veces hay que profundizar en demasía para tratar de ver el sexismo que los ortodoxos dicen que se oculta en ciertos anuncios. Tampoco hay que pasarse.
Quienes en verdad deben ser cuidadosos, muy cuidadosos, son los partidos políticos, este, es decir, el Psoe, y todos los demás. Para celebrar un evento no es preciso denigrar a la mujer, a ninguna mujer, por muy duro y salvaje que haya sido su pasado. La imagen de las mujeres no debe degradarse bajo ningún concepto. Cuando el respeto falla, falla todo lo demás. Carteles como el aludido son inaceptables. Las mujeres ni son oscuros objetos de deseo ni objetos sexuales de usar y tirar. Menos mal que frente al pasotismo de antaño contamos con sólidas críticas hogaño que, perfectamente argumentadas consiguen que este tipo de carteles y ciertos anuncios puedan ser convenientemente retirados.
Vale ya de tanta denigración. La igualdad en España es relativa, a pesar del esfuerzo de todos cuantos a título individual y colectivo han luchado y luchan porque forme parte de la normalidad ahora inexistente.

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